POV. Michael Smith.
-No se que me ocurre, Emma- intenté explicar en un intento fallido.
-Mich- sonríe intentando comprender- No te entiendo.
Bufé enfadada.
-¡Sabia que dirías eso!
-Me has llamado para hablar y inicias de esa manera- replicó- ¿Que ha sucedido con aquel chico del que hablaste?
-Lo invite para que fuera en la noche junto a su amigo- sus ojos brillaron con perversidad- ¡Emma!
-Lo lamento- se defendió levantando sus manos en señal de paz.
-Todo marchaba bien en el bar hasta que me encontré con Marcos.
-¡¿Qué!? ¿Marcos el chico que parecía que le gustabas?
-No le gustaba, solo estaba obsesionado.
Rodó sus ojos con fastidio- Claro y eso es normal.
-Comenzamos a conversar mientras esperaba a los chicos, pero cuando ellos llegaron me entretuve con Marcos y olvide por completo todo lo que estaba haciendo.
-Tienes suerte si vuelve a hablarte.
-¡Lo se! Soy una idiota, pero es que no lo veía desde años y se que no es excusa- hablé con rapidez ante su mirada seria.
-Sabes que jamás me agradó ese sujeto.
-Pero..¡¿Por qué?!
-¿No recuerdas todo lo que a ocasionado por su jodida obsesión?
Marcos era un chico que había conocido hace algunos años cuando trabajaba en una tienda de ropa en España.
Nací allí pero a la edad de veinte años viaje hacía estados unidos con el fin de cambiar de aires.
Desde adolescente me a gustado viajar, ante tantas horas de esfuerzo y trabajo logre viajar por primera vez a Brasil con mis diecinueve años.. Luego de aquel día no he parado de hacerlo.
Una tarde un joven entro junto a su novia con el fin de encontrar alguna vestimenta de su agrado.
Luego de aquel día ese chico comenzó a trabajar junto a mi, tras largas conversaciones supe que en aquel entonces esa chica era su pareja. Conforme el tiempo avanzaba nuestra amistad se reforzaba, hasta que un día comienzó a dejar rosas por cada lugar que fuese, me perseguía día y noche sin cesar hasta el momento del cual tuve que denunciar su obsesión.
Luego de años sin saber del otro volví a encontrarlo en el bar, se disculpó por haber actuado de manera errónea asumiendo que no volvería a molestarme.
Realmente esperaba que no volviera a suceder.
-¿Que sucedió con Matt al ver tu ignorancia?
-Su rostro cambió por completo, como si hubiese visto algo que no le agradara.
-¿Qué ocurrió luego..?- incitó a que siguiese hablando.
-Una chica lo invitó a su mesa y el se fue junto a ella sin siquiera recordar que estaba frente a el.
-¿No le hablaste?
-¡Lo hice! Pero me ignoró por completo- admití con decepción.
-Le gustas..
-¡No!
-Le gustas- repitió.
-¡No, Emm!
-¡Qué si, pesada!
-¡Ni se te ocurra volver a negarlo!- me señalo con un dedo.
-Emma..
-¿Por qué reaccionaría de esa manera si no le gustaras?
-No lo se..Quizás tuvo un mal día- imaginé.
-O quizás tu actitud lo molestó- respondió.
-¿Por qué lo molestaría?
-Porque si yo aceptara la invitación de la persona que me interesa y al llegar noto que me ignora por estar todo el tiempo con otra persona, lo más probable es que me enfade.
-Ahora.. ¿Qué hago?- pregunté con desgana.
-Ve y disculpate con el- rodó sus ojos.
-¡Lo hice! Antes que dejara el bar, pero no logré que me escuchara.
-¿Tu sabes donde vive?- asentí frunciendo el ceño ante su pregunta- Entonces ve y habla con el.
Negué sobresaltada.
-¡¿Tu estas loca?! Claro que no iré, me veré como una psicópata.
-Ya lo eres, amiga- golpeé su brazo con irritación- Te escuchara, inténtalo. No lo sabrás si no te atreves a enfrentar las situaciones.
Suspiré..
¿Debería de ir...?
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POV. Matt Brown.
-¡Quiero comida!- alzó su voz desde el otro lado del salón.
-¡Pues ve y cocina!- respondí caminando hacía su dirección.
-No, esta es tu casa y yo soy el invitado.
¿Qué? Maldito gorila.
-¿Invitado?- no pude evitar reírme en su rostro- Ve y cocina- ordené completamente serio.
-No conocía tu faceta dominante, cariño- se burló dirigiéndose hacía la cocina
-Así me gusta- lo molesté- que me obedezcas.
Reímos- ¿Qué quiere que te..- el ruido del timbre nos interrumpió- cocine..?
-¿Quien será?- susurré dirgiendome hacía la puerta.
-Si no abres no sabrás- responde.
Rodé mis ojos ante su comentarió.
-Buenos días... ¿Michael?- mi mirada recorrió su cuerpo sin creer lo que veía.
-¡Cariño!- Zac llegó a mi lado posando sus manos sobre mi torso- ¿Que ocurre?
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Editado: 01.02.2020