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POV. Michael Smith.

-¡Michael!- grita con emoción mi jefe al verme llegar al bar.

-¿Que ocurre?- reí confundida por tanta alegría.

-¡Tengo una cita!

Mis ojos se abrieron con sorpresa- ¡Oh por dios! ¡¿Con la loca de las hamburguesas extrañas?!

Frunció el ceño con irritación.

-¡No son hamburguesas! Son.. son..

-¿Son..?- repetí sus palabras.

-¡No se lo que es! ¿Ok?

-¿Sabes que..?- gruñó- Vete al demonio.

Reí divertida.

-Pero si estoy aquí- fingí tristeza.

-Ve a trabajar- respondió irritado.

Sonreí son diversión.

-¿Quieres que prepare algo en especial para que tu chica admita el amor que siente por ti?- pregunté frente a la barra.

-¡Ni se te ocurra, loca!- chilló asustado.

Levanté mis manos mientras reía sin parar.

-Que tengas una linda noche- insinúe elevando mis cejas.

-¡Michael! Eres tan..- gruñó alejándose.

-Hermosa lo sé.

2 horas después.

-¿Algo más?- pregunté a la chica que se encontraba frente a mi, esta negó con una sonrisa antes de retirarse con su bebida.

Un suspiro se escapó de mis labios, esta noche se encontraba calmada.

El bar estaba relativamente vació ya que el invierno acechaba las noches sin piedad.

Bufé dirigiendo mi mirada por décima vez deseando encontrar el rostro de Matt.

Cerré mis parpados por un breve instante antes de volver a abrirlos mi mirada se encontró juntó a la de Matt.

¡Oh por dios! ¿Tendré poderes?

-Buenas noches, bella dama- sonríe al llegar hasta mi paralizando por completo mi organismo.

Si esto es un sueño no quiero despertar..

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POV. Matt Brown.

-Mi noble caballero- respondió antes de que ambos nos observaramos en silencio para luego reír.

-Oh por dios.. eso fue tan cursi- interrumpió Zac a mi lado buscando disimulo a las chicas de la noche anterior.

-¿Desesperado, querido amigo?- me burle tomando asiento frente a Michael.

-Así como tu para encontrarte con tu bella dama- se burla.

Mis mejillas se sonrojaron rápidamente ante el rostro sorprendido de Michael.

-¿Entonces me has extrañado..?- acerca su rostro hacía el mío- También yo- murmuró alejándose para atender a otra persona.

Giré mi rostro petrificado observando a mi amigo con una sonrisa traviesa en su rostro.

-Le gustas- leí en sus labios.