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-¡¿Por qué siempre intentas arreglar las cosas con golpes?!- regaña al entrar en su apartamento.

-¿Qué? Ha sido el quien te ha estado acosado- respondo con sorpresa.

-No tienes que golpearlo.

-¡No puedes defenderlo!- espeto.

-¡Claro que si!- alza su voz- es mi amigo.

-Un amigo que te acosa como un jodido psicópata- gruño.

-El... no es nada de eso.

-¿Realmente te escuchas? Justificas sus acciones como si lo que el hace estuviera bien.

-El no es malo.

-No puedo creer que me digas esto..- suspiro posando mis manos sobre mi rostro con frustracción- Me acabas de llamar ¡desde tu trabajo! Pidiendo que vaya a buscarte, al llegar te encuentro en un estado de nervios impresionante.. si es no es ser malo no quiero saber lo que es ser bueno.

-Matt.

-¡No, Matt y una jodida mierda! Estoy harto que defiendas a ese idiota. Hazte respetar como mujer.

-¿Que quieres decir con eso? 

-Que te des cuenta con la clase de personas con las que te relacionan, y mucho menos cuando no aportan felicidad en ti- musito cansado de discutir.

-¡Ellos aportan felicidad!

La miro en silencio para luego suspirar- Haz lo que tu quieras, es tu vida y yo no tengo porque meterme en tus decisiones.

-Al fin lo entiendes- gruñe con irritación.

Cierro mis ojos brevemente para luego abrirlos y dirigirme hacía la puerta.

-¿Te irás?- pregunta extrañada.

-Si, me encuentro cansado.

-Creí que te quedarías conmigo- su voz se escucha en un murmuro.

-Creíste mal, no tengo ganas de estar a tu lado- respondo sintiendo mi pecho comprimirse ante mis palabras- Buenas noches, Mich.

-Matt..- no escucho lo que dice porque me apresuro a irme de allí.

Joder.. 

Necesito un viaje a un país muy lejano.