Atrevidos

Treinta y Seis

Santiago.

Apenas he llegado a tiempo a la empresa, mi padre me ha dejado algunos recados que hacer mientras hacía un importante viaje a Italia, no hemos podido hablar del todo bien debido a la urgencia de su viaje. De más está decir que no le ha sentado muy bien mi ruptura con Alessa, él era el más entusiasmado con nuestra unión pero no ha sugerido que vuelva con ella y eso me agrada. Al menos respeta mis decisiones por más que no sean de su gusto.

Llego al segundo piso, me dirijo a la oficina y la secretaria me hace una seña discreta haciéndome saber que hay alguien en la oficina, sin esperar más me adentro en la misma y me encuentro con Alessa sentada en mi silla.

― Buenos días Santiago ― pronuncia mi nombre con lentitud ― Estaba esperando, llevo días queriendo hablar contigo.

― Estuve ocupado― suelto de pronto.

― ¿Cortejando a mi hermana? ― sonríe tranquila.

― No sé de qué hablas ― ruedo los ojos. ― ¿Qué quieres Alessa?

― No importa, tal vez no sea mi hermana pero es cualquier otra mujer inferior a mí― se pone de pie y camina provocativa hasta donde yo estoy ― Creo que hemos sido muy duros con nosotros mismos, sé que podemos salir de esto y volver a ser felices como lo éramos Santiago, dame otra oportunidad― acaricia mi mejilla y tengo la necesidad de alejarme de ella.

― No, no quiero ninguna oportunidad contigo Alessa, me has demostrado que no eres la mujer para mí y quiero que respetes eso. Busca otro hombre, eres bella y seguro tendrás miles de pretendientes que morirán por hacerte feliz. ― rodeo su cuerpo y me dirijo a mi asiento.

― Es a ti a quien quiero, ¿No lo entiendes? ― Farfulla ― Te he querido siempre, me gustas desde el momento en que nos conocimos ― parece querer llorar y yo me siento la peor basura del universo.

― ¿Y qué ganas con estar al lado de alguien que no te ama? Esa es la realidad Lessa, no te amo ni estoy cerca de hacerlo, realmente creo que nunca lo hice. Te agradezco por todo lo que hemos vivido y lo que me has dado pero no podemos seguir con esta farsa y creo que ambos merecemos ser felices, lejos del otro. ― finalizo dando media vuelta viendo por la ventana.

― No puedo decirte que es lo último que sabrás de mí, quiero que sepas que te amo y no me daré por vencida ― con la cabeza en alta sale taconeando el suelo.

Me quedo aquí, sorprendido y algo molesto, apenas puedo lidiar con el idiota de Jasper y ahora debo preocuparme por Alessa y su obsesión insana. Suspiro, que el ex de Ariadna se la pase revoloteando sobre ella me molesta de sobremanera, lo acepté en Nueva York debido a la situación pero aquí no será así, soy hombre y conozco las intenciones que trae detrás de todo esto. No voy a permitirle que me la robe, si tengo que llevarme a todo el universo por delante lo haré; además, ¿Por qué le dice "bichito" a mi bailarina?

No es tuya.

Ya lo sé, es un decir.

Un decir que suena estúpido.

Ya, no voy a discutir contigo.

Pero si ya lo estás haciendo.

Te ignoro.

Releo una revista y un anuncio llama mi atención, sonrío sabiendo que es un regalo perfecto para mi pequeña bailarina y tomo el móvil dispuesto a concretarlo.

Ariadna.

― Jas, ¿Por qué estás aquí? ― pregunto caminando junto a él.

― Porque quería salir de Nueva York y porque te extraño, en verdad, volver a verte ha hecho que resurjan sentimientos por ti, tal vez no son tan fuertes como antes pero están ahí ― me ve avergonzado.

― Oh ― no sé qué más decirle, no me esperaba eso aunque no me tragué la excusa que dio en mi casa.

― No tienes que decir nada, no intento ser parte de tu vida si no estás de acuerdo. ― me sonríe.

― Podemos ser amigos, ya sabes, como lo fuimos en algún momento ― le devuelvo el gesto ― Pero no puedo ser algo más, estoy saliendo con alguien y en verdad quiero formalizar con esa persona en un futuro.

― Ya veo. No quiero ser una molestia pero amigos suena bien ― estrechamos las manos quedando de acuerdo.

Quiero creer que podemos ser amigos, Jasper es importante para mí y estuvo presente en el peor momento de mi vida, ojalá esto no me traiga complicaciones. Mi móvil vibra, observo los mensajes entrantes y encuentro el de Santiago en primer lugar.

Santiago.

"Hola hermosa, espero que estés bien y el mimado no te esté dando problemas. Quiero decirte que te prepares para esta noche, ponte aún más hermosa, vístete de gala y prepárate para que te haga pasar la mejor noche de tu vida. Te quiero, Santiago."

Sonrío, mi corazón late con fuerza en el solo hecho de imaginar los posibles escenarios que tiene preparado para mí. Comienzo a buscar en mi mente el atuendo perfecto y llego a la conclusión de que necesito a Mery, urgentemente.

― Bueno, supongo que esa sonrisa es debido a quien tiene tu corazón ― Jasper me pica el brazo molestándome.

― Pues... sí ― rio. ― Es alguien especial para mí.

― ¿Y no han formalizado aun? ― eleva una ceja.

― No, es complicado de cierto modo, igual vamos tomando todo con calma ― suspiro satisfecha.

― En tanto te haga feliz y tu estés conforme todo saldrá bien ― pasa su brazo por mis hombros ― Mi linda bichito está creciendo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.