Los secretos del alien

Al estar detrás de los edificios el convoy llega a la tienda y se bajan varios militares. Los cuales cargaron esa cosa que estaba junto al traje. Al salir de allí le pedí a Damián que me dejara cerca de casa de Google. Ellos me dejaron allí y siguieron hacia el taller. Veo como se van y toco la puerta. Luego de saludar a la familia de Alex fui hasta donde estaba él. —Alex necesito un favor tuyo— El es un muy buen amigo,siempre eh podido confiar en Google. — Si claro dime— Al principio dudaba,pero Damián y sus amigos hubiesen matado a lo que sea que vi. — Necesita que vengas conmigo— El no lo piensa dos veces y va detrás de mí.

Mientras tanto, los chicos habían llegado al taller y colgaron el traje en un gancho y lo elevaron. — Veamos de que está echo esto— Dice Robin cogiendo la mejor sierra que tenía y encendiéndola. Cuando pega está herramienta al traje se llevaron la sorpresa de que este no tenía ni un solo rasguño. Robin sorprendido nota que ese exoesqueleto tenía una apertura tamaño humano la cual daba a entender que era para controlarlo. — ¿Que es esto? — Robin comienza a meter la mano. El traje se divide en cuatro partes,solo tres accesibles. Cabeza,tronco y extremidades,pero se conformaba en extremidades con un material desconocido tamaño humano y las extremidades del exoesqueleto la cual era la parte indestructible con el doble de tamaño y ancho el cual era controlado por las extremidades de tamaño normal. Robin comenzó a meter la mano derecha y el traje parecía tener vida propia. Este se comenzaba a pegar a su brazo causándole dolor mientras gritaba por ayuda. Los chicos comenzaban a tirar de él para liberarlo del traje. Al lograrlo el brazo de este no sale ileso,muchas esferas pequeñas estaban incrustadas en su brazo. — Chicos esto es peligroso,no quiero saber nada más de alienígenas— No dice una palabra más y se va aterrado del lugar.

Casi en el mismo tiempo,yo y Google habíamos llegado al depósito de agua en la camioneta de su padre. — ¿Que hacemos aquí?— Él tenía sus dudas,y claramente, porque lo estaba llevando a una zona llena de militares donde una nave nodriza se estrelló y sin darle ninguna explicación. — Haber,ya estuve aquí con Damián y sus amigos,nos llevamos un traje,pero antes de salir note que había alguien lleno de polvo y sangrando y creo que ese alguien salió del traje— Alex se veía sorprendido,este tema le gustaba. —¿Pero que logramos con sacarlo de aquí? — Me pregunta ya dentro del área restringida. — Hacerle unas preguntas y vengar a Claudia— Ya lo tenía decidido. Entramos en silencio, esquivando otro convoy para que no nos vieran y llegamos a la tienda. No había sido una ilusión,había alguien tirado ahí. Cuando me pongo en posición para cogerlo de los brazos él se despierta de pronto y me aprieta el brazo izquierdo. En este aparece un brazalete como si de magia se tratara,pero Google sabía la razón. — Transmisión molecular, increíble— Alex estaba que ni se lo creía. — Venga Alex,no te entretengas y vamos a sacarlo de aquí— Después de tanto esfuerzo y con una gran posibilidad de que los militares nos vieran logramos salir. — No puede ser,un alien de verdad,debemos llevarlo a un hospital o no sobrevivirá— Yo comienzo ha atarlo y envolverlo en una sábana.— No podemos, si alguien se entera que tenemos un alien se lo llevarán. Así que nada de fotos y vídeos— Alex solo asiente y me ayuda a subirlo a la camioneta. —¿Y a donde lo llevaremos?— Yo ya lo tenía pensado todo,nada podía fallar. — Lo llevaremos a un hospital militar el cual no tiene personal alguno— Diciendo esto enciendo la camioneta y ponemos rumbo hacia el lugar.

Al llegar ya era de noche,y tenía razón,no había nadie. Llevamos al humanoide a una sala donde estaban los equipos médicos necesarios. Lo acostamos en una camilla y Alex comenzó a buscar en internet como encender esas máquinas. Al lograrlo las conectamos con el durmiente y nos sentamos a esperar. — Creo que necesita sangre,mucha sangre— No podía creerlo. Pero eso no era lo peor,lo peor es que tenía que ayudarlo por mi venganza y porque el me ayudó. — No queda más remedio— Alex busca las cosas para la extracción. Solo faltaba meter la aguja en mi vena. Alex estaba nervioso y cuando pensé que por fin lo iba ha hacer de momento se desmaya. No me quedo más remedio que hacerlo yo misma.

Cuando ya la pequeña bolsita estaba llena de sangre solo era cuestión de suerte y de paciencia para que sobreviviera. Estaba cansada por la extracción así que me acosté a descansar un poco. Cuando me desperté el alienígena ya no tenía nada,ni siquiera una cicatriz. Paré junto a él y admiré su rostro. A pesar de todo él era muy guapo. De pronto se despierta y sus ojos brillan de un color dorado muy hermoso para luego volverse marrones. Intentó hablar pero antes de que lo hiciera le puse una inyección con anestesia u se volvió a dormir. Desperté a Alex y juntos cargamos al visitante de otro planeta,o mejor dicho, al invasor y lo llevamos a casa de Google. Lo acostamos en un sofá que había en el garaje y esperamos a que despertara.

Después después de varias horas este vuelve a despertar eh intenta quitarse las cuerdas que lo sujetaban. Yo por reflejo me puse en frente de él apuntándole con mi pistola hacia la cabeza. — Quédate quieto y no saldrás lastimado— Este no hace caso a mí amenaza y se levanta. Al hacerlo se queda parado mirándonos y observándolo todo a su alrededor. — ¿Donde estoy? — Pregunta confundido el alien. — Vaya,entiende nuestro idioma y lo habla perfectamente — Otra vez Google estaba impresionado por todo. — Yo no soy diferente a ustedes,mi raza es como la de los humanos pero más desarrollada— Hablaba como un robot,no mostraba ninguna emoción en su rostro. — ¿Tienes nombre?— Le pregunto aún apuntándole con el arma. — Soy Willer— Su nombre era muy extraño pero en cierto sentido me gustaba. — ¿Puedo hacerte algunas preguntas?— Necesitaba respuestas y él me las podía dar. — No veo razones para darte información, además su hostilidad hacia mí no ayuda— Ya estaba frustrada.