Audrey

Capítulo V “Gran propuesta“

Narra Audrey. 

Llevo un mes viviendo en la casa de Henry. Él y Abby me tratan muy bien más de lo que deberían, en ocasiones ayudo en la limpieza a Abby con engaños porque ella no me deja ya que Henry la va a regalar. Es decir que él no cumplió con su parte del trato pero a pesar de ello estoy muy agradecida y me encariñado demasiado que hasta siento que es el padre que nunca tuve. 

No me he arriesgado a ir a visitar a mi amigos porque aún no conozco bien la zona de esta casa pero Henry me prometió que me llevaría a conocerla o visitar a mis amigos, sin embargo él no ha tenido tiempo porque trabaja todo el día. 

A pesar de ello no he perdido el contacto con Lucía, ya que hablamos todos los días para preguntarnos cómo hemos estado. 

— señorita Audrey — me llama Abby tocando la puerta.

— adelante — le digo. 

En este mes que llevo aquí aún no puedo hacer que Abby me diga solo  Audrey.

— señorita llego algo para usted — me dice muy sonriente. 

— en serio — la miro sorprendida — ¿qué cosa es? 

— es un ramo de flores… Lo dejé en la sala — me dice.

— y ¿quién me lo mandó? — preguntó con curiosidad. 

— no lo sé… Será mejor que usted lo descubra — asiento — venga para que vea su obsequio — me dice jalandome del brazo. Salimos de la habitación. 

Aun estoy triste por la muerte de mi madre porque me hace mucha falta y en ocasiones de noche lloro hasta quedarme dormida pero se que ella me está protegiendo donde sea que esté. 

Llegamos a la sala y efectivamente en el centro de la mesita se encuentra un enorme ramos de flores. 

— ¿Quién podría haberme dejado esto? — pregunto sin tener respuesta alguna. 

— mire si hay una tarjetita — me anima Abby y yo asiento. 

Rebusco en el ramo hasta encontrar una tarjeta. Miro la tarjeta y dice.

De: Stefan. Para: Audrey.

“Hola Audrey, espero que estés muy bien. Te extrañamos demasiado".

Sonrió.

Supongo que Lucía le dio la dirección de la casa. 

— el ramo ¿le mandó su novio señorita? — pregunta Abby.

— no Abby, es una amigo del trabajo — le digo. 

— pero  ¿le gusta? — nuevamente hace una pregunta y yo niego. 

— yo solo lo veo como un hermano pero él quiere algo más — respondo y me mira con sorpresa. 

— y ¿que va hacer? — pregunta Abby. 

— seguir viéndolo de la misma manera como a un hermano — me mira — lo llamaré — le informo. 

Cojo el teléfono de casa y yo marco el número de Lucía porque es el único que me sé de memoria.

 

--llamando a Lucía--

— hola Lucía.

— hola nena. Recibiste las flores — dice con emoción. 

— si por eso llamaba para agradecerle a Noah — le digo. 

— ya te lo paso — me dice Lucía. 

— hola preciosa — dice la voz de Noah. 

— hola Noah muchas gracias por el obsequio pero no debiste hacerlo — le digo. 

— pero ya lo hice y no hay vuelta atrás — me dice y yo suelto una risita — ¿cuando nos vendrás a visitar? 

— muy pronto lo prometo — le digo. 

— eso espero — yo también espero eso — bueno.. cariño me tengo que ir — me dice con algo de tristeza. 

— adiós Noah cuidate y despiste de  Lucía — cuelgo. 

--Fin de la llamada—

 

 

— Abby ¿donde estas? — grito. 

— en la cocina señorita — me respondo. 

Salgo de la sala y me dirijo hacia la cocina. 

— ¿qué haces? — pregunto. 

— la cena, el señor Henry está por llegar — me dice. 

— te puedo ayudar por favor — pongo cara de cachorrito — por favor — le sigo insistiendo — Abby estoy aburrida — me quejo. 

— señorita pero sabe que al señor Henry no le gusta que haga algo de la casa y a la que va regañar es a mi por desobedecer — me mira y yo sigo poniendo cara de cachorrito — está bien señorita. 

—muchas gracias Abby — digo con emoción y la abrazo. 

 

*******

—  Audrey, Abby — nos llama el señor Henry y seguido de un portazo de la puerta  principal.

— en la cocina — grita Abby y enseguida aparece en la cocina. 

—  buenas noche Henry — le digo. 




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