¡Mentí! Creo y puedo estar segura de que lo sabia desde un principio, aun así la pregunta ronda en mi cabeza y es ¿Por qué aceptaste? No soy bonita, no soy atrevida, por lo contrario podría decirse que soy invisible.
Aunque ¿No se si me enamore o me gustaste obsesivamente? Solo se
que, bueno, te adheriste a mi piel.