Daniela
– Hermanita ven, rápido.. Mira lo que me trajo tío Lucas…
– Mira el mío, los dos son muy bonitos y suavecitos. – dice Luna – lo voy a abrazar esta noche para dormir..
– hermanita… te cuento un secreto? Pero no le digas a mami porque me va a regañar…
– Qué hiciste ahora… ¿quebraste algo? – dice Luna en tono preocupada. Siempre ha estado pendiente de mi y me protege – no creo que te regañe, le diré que fui yo.
– No quebré nada.. No he tenido ni ganas de jugar. – al decir eso empiezo a llorar casi sin frenos… Hermanita sabe que me pasa y me entiende. Las dos estamos muy tristes por no volver a ver a papi.
– No te preocupes Dani – me dice rodeandonos a mi y al oso de peluche que nos acaba de dar tio Lucas – yo también me pongo a llorar cuando no está mami. Se que se preocupa por nosotras y por la casa y si ve que nos sentimos mal, también se pondrá mal… Hay que ser fuertes para apoyarla.
– No puedo. No me importa si papi había abrazado a otra mujer… Yo lo perdono y quiero que vuelva. – le digo a Luna – pero si mami se entera que yo quiero verlo me va a castigar.
– Te quiero mucho hermanita… te prometo que nunca nos separaremos y que te voy a ayudar cuidar siempre.
– Y si hacemos algo para buscar a papi? – le digo con una emoción de investigador privado. – Yo estoy muy segura que él sí nos quiere… o no? – le digo y mi cara de nuevo se pone triste al pensar que no ha venido a buscarnos.
– Yo estoy segura de que nos quiere y mucho… recuerda que mami le dijo que no viniera y por eso no ha podido venir. Yo también lo perdono aun si fuera cierto que estaba abrazando a esa vieja…
Luna se queda a mi lado hasta que las dos nos quedamos dormidas…
Lucas
– Es lo menos que puedo hacer. Tu no puedes con esta carga sola y las niñas necesitan que alguien ocupe el lugar de… bueno me refiero a que tengan un hombre cerca para que se sientan protegidas…
Esta tarde decidí ir a visitar a Eli y las nenas… aunque la he llamado y enviado mensajes de texto para animarlas, siento la necesidad de verlas. Así que decidí llevarles unos regalitos para animarlas un poco. Reconozco que, aunque Herbert merecía que lo echaran de casa, a las tres chicas no les ha sido fácil aceptarlo. Pero es lo mejor para todos.
A Luna le lleve una ovejita y a Dani un oso, ambos son peluches. Estoy seguro que a las niñas les encantarán.. A qué niña no les gustan los peluches? A Eli le llevo unos chocolates y una rosa.. Y por supuesto un poco de despensa para comer unos días. He decidido pasar más tiempo con ellas para distraerse y llenar un vacío. Espero que Eli se de cuenta de una vez por todas que ese hombre no puede regresar nunca más con ella y que debe buscar a alguien mejor, mucho mejor… Quien sabe, hasta lleguemos a ser una familia.
– Sabes Lucas? – dice Eli con la cara agachada y apenada pero a la vez agradecida por lo que les llevé hoy – No se que haria si tu no estuvieras cerca de nosotras. No se como pagarte.
– Jamás te he dicho que te lo pienso cobrar, bueno no con algo material – me mira con un toque de inquietud.-- Me basta y sobra con que me dejes seguir estando cerca de ti y de tus mis sobrinas…. Las considero como si fueran mi propia familia.
– Es solo que no puedo superar lo que pasó.-- me dice con una lágrima que empieza a bajar hacia su boca. – Me siento mal por lo que hice. Tal vez si podía perdonarlo y olvidar lo que me hizo… por el bien de mis hijas especialmente, y por mi.
– Que nunca se te ocurra semejante cosa Eli – le dijo muy alarmado. – Me costó mucho trabajo conseguir esas fotos y ahora no puedes perdonarlo así por así. No puedes aceptarlo de vuelta. Recuerda que si ya lo hizo una vez…
– Tal vez tengas razón. No quiero que sienta que puede hacer lo que le venga en gana cuando quiera sin que piense un poquito en nosotros, al menos en sus hijas.
– No te preocupes Eli. deja que el tiempo te ayude a curar las heridas. Yo también puedo ayudar en eso, si me dejas. – cambio mi voz a un tono más suave y cariñoso – recuerda que quien te hiere es porque no te quiere. No mereces que te vuelva a hacer lo mismo… Además, tal vez tú tampoco lo quieras.
Le doy un abrazo más de amigo, de hermano. Aunque la verdad para mi no es un abrazo de ese tipo, es más especial. Pero le daré tiempo para que se vaya acostumbrando y cuando se de cuenta que me necesita en su vida… Bueno, mejor trataré de seguir siendo paciente.
– ¿Hay algo más que necesites? – le pregunto al soltarla
– No, nada mas. Muchas gracias Lucas. Aunque la verdad… – me dice algo pensativa – me intriga saber mas sobre las fotos.
– Eso es historia pasada que no queremos recordar Eli. ya las eliminé y tú también eliminarlas. No vale la pena guardar malos recuerdos de ese tipo. Dame tu teléfono, te ayudo con eso
– No te molestes.-- me dice guardando su teléfono dentro del bolsillo de su pantalón– yo las borraré. Te prometo que no dejaré que me sigan atormentando.
– Es lo mejor… y dejame decirte algo más. Seguramente te buscará de nuevo. Tienes que dejarle claro que ya no quieres nada con él. Que no estás dispuesta a perdonarlo y que… que ya no quieres seguir atada a él. Si sabes a lo que me refiero…
Esta vez Eli no me responde y solo me ve directamente asombrada de lo que le acabo de advertir. Pero es cierto.. Tiene que entender que esto ya terminó y que nunca va a poder regresar con él ni con nadie más.
Sin embargo el silencio que sigue es tan fuerte que casi se siente penetrar en los poros de la piel causando escalofríos. Así que decido irme y me despido de Eli. y busco a las nenas para decirles adiós.
– No te preocupes, ya estarán dormidas, las conozco, de lo contrario estuvieran correteando por toda la casa. – dice y se sonríe levemente– yo les digo que les dejaste un beso.
– No olvides lo que hablamos Eli, es por tu bien. – le digo y me voy de la casa.