CAPITULO 10 El Plan

Elizabeth

“Querida Elizabeth,

Esta es la carta más difícil que he tenido que escribir en toda mi vida. La verdad es que fallé y lamento todo el dolor que te he causado. Sé que no fui el hombre que merecías. Me alejo porque ya no puedo traerte felicidad, solo frustración y dolor. Cedo a tu petición y me voy con un cuchillo atascado en mi corazón. Mi partida no es una muestra de mi amor por ti, que sigue siendo profundo y sincero, sino un acto desesperado para que finalmente encuentres la paz. Siempre recordaré los momentos felices y estaré eternamente agradecido por la hermosa experiencia y por darme dos hijas hermosas. Por favor, cuídate y también a nuestras hijas a quienes amo con todo el corazón.

Te deseo lo mejor,

Herbert.

PD: No te preocupes por lo económico, yo me haré cargo siempre de nuestras hijas y continuaré proveyendo la manutención correspondiente, mientras siga vivo. “

Es la carta que me dejó el mensajero junto con los papeles de divorcio… Nunca pensé que llegaría algún día un momento así, de hecho nunca me lo imaginé. En el fondo de mi corazón no es lo que quería. No he parado de llorar desde que abrí el sobre y vi los documentos firmados que me dicen que mi vida se partió y viviré con solamente un pedazo de mi existencia.

Es mi culpa, yo lo arrastré a esto. Prácticamente lo obligué. Mi cabeza me tranquiliza insistiendo que era lo correcto pero también me acusa porque tal vez fue demasiado, tal vez lo mejor era haberlo perdonado. Pero resuena la convicción de mi mismo ser en mi mente diciéndome que no debo retractarme porque hice lo correcto. Pero… ¡Cómo duele!

Lucas me llamó ayer y prácticamente me dio su aprobación sobre mi decisión y su apoyo para salir adelante. Aunque, la verdad, me deje llevar solo por mi dolor y mi furia. No tome en cuenta lo que siquiera podrían pensar Luna y Daniela sobre esta situación. Ahora ya no hay vuelta atrás. Todo se acabó. Me encierro en mi habitación. Paso llorando toda la tarde porque el dolor es tan intenso, como el peso de una montaña y no estaba preparada para lidiar con él.

Luna

La tarde de hoy ha estado muy extraña. Mami llegó de la escuela con Dani y preparo el almuerzo y aunque platicamos un poco sobre como me fue a mi en mis clases, no ha dicho mucho desde que papá ya no está con nosotras. Hoy solo almorzamos y luego yo ayudé a Dani con las tareas de la escuela para que no se atrase mientras ella lavaba los trastos. El timbre de la puerta sonó y alguien le dio un sobre a mami. Desde ese momento solo entró a su cuarto y no ha querido salir. Escucho desde mi cuarto, que está pegado al suyo, que suspira muy profundamente y contiene la respiración por un momento. Creo que está llorando mucho pero en silencio.

Dani se ha quedado dormida después de hacer las tareas. Hoy le toco practicar gimnasia y eso la cansa y para rendida. Pero yo no tengo sueño y no pienso quedarme de brazos cruzados. Ya inicie mi plan para saber más sobre todo este enredo. No soy adulta, pero no soy una niña, tengo 12 y medio. Creo que soy lo suficientemente inteligente para poner mi agencia de investigación.

Ya mencione que tengo una tia? Es hermana de mamá. Son las únicas dos que quedan de su familia, pero mamá no tiene ningún trato con ella casi desde que yo nací. Bueno eso me ha contado mami, aunque no se exactamente que pasó entre ellas dos. Pero muy de vez en cuando, tía Helen le manda mensajes de saludo. Lo se porque a veces juego en el teléfono de mami y logro ver algunos mensajes de ella.

Pero yo anoté su número en mi teléfono y desde hace dos años tenemos una bonita relación, pero a escondidas de mami. Quiero mucho a tía Helen. Desde que papi se fue de casa, le llame por aparte para contarle como me siento. Es la única que me escucha y de no ser por ella, ya me habría ido de casa. Le pedí que me ayude con algo. Y accedió.

– Dime mi princesa, ya sabes que con mucho gusto hago por ti lo que sea. Eres mi sobrina mayor y te quiero muchísimo.. Ya no veo el día que pueda llegar a casa y que tu mama me reciba para poder darles a ti y tu hermanita un abrazo enorme…

– Ya sabía que podía contar contigo tia. Muchas gracias por quererme, yo también te quiero mucho.

– ¿Qué necesitas que haga por ti? – me pregunta muy animada

– ¿Recuerdas que te conté sobre las fotos donde papi está abrazando a otra señora?

– Esas fotos que tomó Lucas, verdad… que tipo tan desagradable. – dice en tono de desprecio y enojo.-- no me imagino cómo pudo tomar esas fotos, ni siquiera le cae bien tu papá y no me imagino siguiéndolo a todos lados para tomar esas fot…

– Exacto tia. Y yo encontré una foto igualita pero está papá conmigo en el parque. Él me tiene abrazada y yo estoy parada en una banca. Y tiene la misma camisa de cuadros que le encantaba usar. La cual yo guardo en mi cuarto como mi recuerdo personal de él.

– Luna, eres un genio! Bueno que comparado conmigo tu estas muy actualizada con la tecnología y yo parezco que aún viajo en un troncomovil. Pero qué brillante eres mi amor.

– Estaba pensando que tal vez tu puedas llevar esas fotos a algún lugar para que las estudien. Yo no creo que tío Lucas las haya tomado o de ser asi, alguien más está de su lado para esto.

– Mandamelas y yo me encargo de todo mi princesa. Te prometo que vamos a buscar una aclaración de todo este asunto. Por cierto.. Yo soy tu única tía y me pongo celosa que le digas “tío” a ese Lucas.

– Bueno, creo que es más la costumbre. Desde siempre le hemos llamado así. Pero parece que no te cae bien…

– La verdad es que no mi amor.. Yo no eres pequeñita y la verdad es que ya te puedo contar la razón por la que tu mamá y yo no tuvimos una relación tan estrecha.

Pasamos hablando casi como por dos horas cuando de repente mami salió de su habitación, y yo pego un brinco del susto.

– Con quien hablas hija?-- pregunta al verme sentada en mi cama