Aún Estoy Vivo

CAPITULO 14 Un Nuevo Comienzo

Herbert

Ya hace tres semanas que me quedé completamente solo en la vida, de nuevo. Cada noche, cada mañana, cada atardecer, cualquier momento del día es apto para refugiarme en el llanto y el dolor que siento. A veces siento que ya no puedo más y no quiero seguir luchando. No soy un hombre cobarde que por golpes duros de la vida quisiera salir huyendo, como si fuera la salida más fácil o una escapatoria. Prefiero dar la cara a la vida y poner el pecho a lo que venga. Pero a veces sencillamente, ya no es posible continuar.

En dos ocasiones me he despertado en el jardín tirado en el cesped, (creo que me he desmayado) después de un par de horas mientras trabajo. Ya no tengo las energías ni la vitalidad. No he comido bien y no deseo hacerlo.

Pero entre pesadillas y recuerdos dolorosos, también hay pensamientos positivos y lindos. Luna y Dani, mis dos preciadas gemas, mis princesas. Mi impulso en el día a día, y también por supuesto mis queridos Rob y Sonia. Qué hubiera sido de mi sin ellos…

No he tenido el espacio para pensar en nada más que en lo terrible de mi situación, y no es que sea el único en el mundo que sufra, pero sinceramente no me importa nadie ni sus problemas. Solo que mis propios problemas me mantienen aislado y absorto en un vacío tenebroso.

Hoy Roberto y Sonia salieron pero no me di cuenta en qué momento lo hicieron. Bueno al menos dejaron un poco de comida para mí, que no he querido tocar. Pareciera que inconscientemente quisiera hacer lo posible por morirme pero no es lo que deseo en mi corazón. Al finalizar mi jornada regresan a casa…

– Gracias por cuidar bien nuestro jardín cariño, es de las pocas cosas que nos dan un poco de paz y alegría – dice Sonia con una sonrisa y un brillo en los ojos que es como el amanecer en el horizonte. – Te agradezco que cuides de lo que más he atesorado, hasta hoy.

– Con gusto Sonia, es un placer hacerlo si eso la hace feliz. – le digo pero un poco perdido con sus palabras

– Deja de trabajar ya por favor – me dice Roberto – necesitas descansar y además necesitamos hablar contigo. Así que ve a ducharte y te esperamos en la cocina para la cena.

– Te deje en tu cama una nueva camisa que creo que es de tu talla cielo, espero que te guste. – dice Sonia con mucho gozo como quien está celebrando algo importante.

– No se hubiera molestado, pero le agradezco mucho por su bondad. – les digo a los dos y voy a guardar toda la herramienta que uso para trabajar.

– Me quedó exacta – le digo mientras me doy media vuelta como modelando, pero inmediatamente me quedo quieto – Muchas gracias por el detalle.

– Te ves hermoso mi cielo, gracias por usarla.

– Te ves exactamente igual a…

– Continúe Roberto no se detenga, no me sentiré ofendido ni comparado con alguien. De ninguna manera.

– ¡Te ves igual a tu padre!... – Finaliza Roberto.

Entonces pienso: ellos conocieron a mi padre o… pudieron encontrar de donde vengo en realidad?… ¡LA PRUEBA DE ADN! Los ojos se me abren como si fueran el foco del faro que da una luz intensa.

– Mi padre?

– Si “Alexander” – dice Sonia con una sonrisa que hace que se le cierren los ojos y los dedos de ambas manos están cubriendo su boca.

– “Alexander”?... Mmmee estaan diciennndo que…

– ¡La prueba de ADN es positiva! ¡Tú eres Alexander! Nuestro nieto!!…

– No podíamos creerlo también nosotros… – dice Sonia con una respiración acelerada – Aunque sí lo deseábamos con el corazón, nos resultó una enorme sorpresa muy agradable mi cielo..

Sonia me abraza y me da un gran beso en la frente y se echa a llorar como quien encuentra un tesoro que había perdido, y Roberto nos rodea a los dos con sus largos brazos y nos da un grande y fuerte abrazo de oso.

– Pero no entiendo… ¿Cómo puede ser eso posible? – Mi pregunta no es de rechazo sino de incredulidad sobre cómo pudo suceder semejante coincidencia.

– Mira hijo. – dice Roberto no dispuesto a indagar demasiado en el asunto por ahora – podrían haber cientos de respuestas y posibilidades. Pero lo más importante es que la Prueba de ADN confirma que tu eres hijo de Axel, eres Alexander. De alguna manera Dios se encargó de que Sonia y Yo no muramos en la soledad. Ahora estás tú con nosotros. Y no te vamos a dejar ir nunca.

– Yo no tengo ninguna duda, mi cielo, nunca la tuve. Desde el día que te vi entrar por esa puerta, sentí una conexión especial y tu parecido con tu padre era innegable. No necesitaba la prueba para saberlo pero era necesario comprobarlo con algo concreto. – Sonia vuelve a abrazarme porque parece que me paralice con la noticia que no me esperaba.

– Lo lamento, no se como responder. Ahora hay muchas cosas cruzando mi mente y el hamster que arma el rompecabezas no logra ubicar todas las piezas.. – digo y todos reímos a la vez.

Wow… No estoy sobresaltado por lo que esto representa para el futuro sino lo que significa para mí ahora, mi verdadera familia. Al fin se quien soy en realidad. Al fin tengo una familia de verdad, y se de donde provengo. Ahora ya sé hacia donde voy.

No me importa saber que sucedió conmigo cuando era pequeño ni como fui a parar con aquella familia numerosa que me crió. Después de todo, ellos forman parte de mi vida pasada y me ayudaron de alguna manera a ser quien soy actualmente.

– Te damos la bienvenida oficialmente a la Familia, Alexander Robles – dice Roberto dándome un buen apretón de manos como todo un caballero elegante.

– “De nuevo” – Dice Sonia – pero esta vez ya no te perderemos, ni nadie nos podrá separar.

– Tenemos que celebrarlo – dice Roberto. – Ahora mismo hablaré con el abogado para arreglar tu apellido y confirmar que estés reconocido en el archivo municipal como nuestro nieto. Y este fin de semana te pondré al dia de todo lo que necesites saber.

– Por Dios Bob. lo quieres aniquilar de una sola vez. Tienes que tomarte el tiempo necesario. No hay prisa cariño. – me ve y me sonríe – todo a su propio momento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.