Hoy es un lindo día; el sol brilla en el horizonte calentando mi piel, el cielo despejado permitiendo al sol brillar, el viento sopla enredando mi cabello, las olas suenan murmurando a las personas que entren al agua, la arena bajo mis pies se siente fresca ¿Qué más se puede pedir?
Camino arrastrando los pies. No hay nada mejor que caminar a primera hora de la mañana en una playa casi desierta.
Busco mis gafas de buceo y me acerco a la orilla; el agua fría golpea mis pies enviando un escalofrío a todo mi cuerpo, poniendo mi piel de gallina. Pongo mis gafas en mis ojos y entro lentamente, disfrutando la sensación del agua salada rodeándome. Cuando el agua llega a mi pecho me hundo y nado, entrando a las profundidades del extenso océano. Miro a mi alrededor calculando cada movimiento bajo el agua.
Peces nadan disfrutando. Moviendo sus aletas de un lado a otro. Nado a la superficie, cuando estoy arriba veo algo a lo lejos, pero no logro distinguir qué es. Dispuesta a averiguarlo me hundo nuevamente en el profundo océano.
Nado y nado disfrutando de las vistas. Cuando me doy cuenta estoy sobre un arrecife, es hermoso. Subo a la superficie tomo aire y bajo rápido.
En el arrecife nadan mucho peces de diferentes tipos, todos únicos en su belleza; A mi izquierda veo a un cangrejo peleando con otro, al lado de estos muchos caracoles, a mi derecha veo una estrella de mar y casi sobre ella una mantarraya, finalmente unos metros frente a mi tortugas nadando. Sonrío interiormente. Feliz de lo que veo.
Sigo nadando a mi destino mientras admiro la belleza de los océanos, de la nada siento algo en mi mano, volteo pensando que veré algún animal, pero para mi gran sorpresa lo que encuentro es una bolsa de plástico enredada en ella. La tomo desenredandola y metiéndola en un pequeño bolso que traigo. Salgo a tomar aire, notando que llegue a mi destino, me acerco al objeto misterioso y lo que encuentro es una botella. Con mi ceño fruncido la tomo y la meto en el bolso. Esto es un asco.
Me sumerjo tratando de ignorar el asunto, pero para mi gran sorpresa lo que encuentro me deja sin palabras... Todo a mi alrededor esta lleno de bolsas y desechos; pajitas, botellas, redes, entre muchas más. A mi derecha noto un movimiento y lo que encuentro me deja en shock; animales atrapados en redes u otros objetos, animales muertos, animales tratando de sobrevivir ¡Esto no puede ser! Rápidamente trato de ayudarlos, pero es imposible...
Todo esto lo hemos causado los humanos. Esto es resultado de nuestros actos. Matamos la vida marina por nuestra "comodidad". Es una tragedia. Lo único que debíamos hacer es; hacer frente a nuestros actos y ayudar al planeta, pero lo que hicimos fue destruirlo.
Sin la vida animal el planeta no funcionaría y la vida en él desaparecía.
Aún hay tiempo.
Haz el cambio.