Niky abrió los ojos y vio todo blanco hasta que reparó en la tele. ¡Gracias Dios! Pensó porque hasta donde sabe en el cielo no hay televisores, ni focos, ni aparatos con sonidos PI, PI, PI. Miró al lado contrario por donde entra luz de la ventana bajando la vista hacia el sofá. Sin duda es su madre. Su melena roja sobresale de la manta que le cubre el rostro.
—Mamá—, le habló queriendo llevarse las manos a la cabeza sin embargo sintió la punzada horrible, pero lo que le dolió más fue el brazo—, ¡ay!—, dijo y la punzada de dolor en la cabeza regresó. Con el brazo que no le dolía se la tocó preguntándose porque demonios la tenía vendada.
La señora Jessica despertó y se paró rápido.
—No te toques e intenta no moverte por favor—, le pidió tomándole la mano y tocando el botón para llamar a la enfermera.
—¿Dónde está Andros mamá? Su madre le disparó—, recordó la escena. Él tirado, el charco de sangre. Cerró los ojos intentando borrar la imagen—, ¿está bien? Mucha sangre, había mucha sangre—, dijo alterándose. Las lágrimas empezaron a salir—, mamá responde, ¿Está muerto?
—Niky, Andros está bien.
—Quiero verlo—, intentó pararse y su mamá la detuvo.
—Niky cálmate. Te vas a hacer daño.
—Déjame ir a verlo—, insistió.
La señora Jessica volvió a apretar el botón de alarma y enseguida la enfermera entró. Se acercó a ella y Niky le tomó el brazo. Más bien le jaló el brazo aferrándose a el.
—Quiero ver a Andros—, le rogó con lágrimas en los ojos.
—Lo verás, pero por el momento no puedes. Primero vas a recuperarte. Te diste un buen golpe en la cabeza—, y después le inyectó algo en el suero y le tomó la mano—. Todo va a estar bien pequeña—, dijo finalmente.
—No me duermas—, le pidió sintiendo la pesadez en los párpados al instante, y un grito ahogado que no pudo salir de su garganta mientras se repetía una y otra vez ¡ANDROS ESTÁ MUERTO! y no le quieren decir.
Mel hará zanja en el hospital de tanto dar vueltas en la sala de espera. Andros lleva seis horas en cirugía y no les dicen nada. Es la segunda operación. La primera al ingresar y después complicaciones. Se llevó las manos al rostro intentando calmarse. Imposible sabiendo que su hermano lucha por su vida. Comenzó a llorar y Scoot la abrazó. Se siente tan bien tener su apoyo.
Scott llegó ayer como a las doce de la noche para apoyarla en todo lo que necesite.
Por su lado Mel no termina de hacer los trámites, papeleo, firma aquí, allá, llamadas de todos lados, la delegación, tuvo que hacer una declaración. Y amistades, conocidos hablándole, y los titulares del periódico "Distinguida viuda de magnate, Emma Forbes, intenta asesinar al dueño de la empresa inmobiliaria ANFOR, su hijo Andros Forbes y a su novia Nicole Ramagniolli". Mel recibió varios mensajes de WhatsApp con el link de la nota mientras le preguntan, ¿amiga es cierto esto? Gente chismosa, hipócrita y falsa, ella ni amigos tiene. La cabeza va estallarle.
—Siéntate un rato Mel—, le dijo Scott.
Se sentó y volvió a ver el reloj. Diez de la mañana. Nunca en su vida el tiempo le pareció una eternidad. Oyó pasos y levantó la cara. Su tía Helen esta entrando con uno de sus primos, Andrew. Ella andaba por París de vacaciones. Ha tomado el primer vuelo que encontró. La abrazó fuerte. Su primo le palmeo el hombro y le dijo que todo estará bien. Es dos años mayor que Andros.
—Todo va a estar bien hija.
—Tía esto no puede estar pasando—, lloró.
Su padre muerto, su madre, bueno nadie sabe que va a pasar con ella: manicomio o cárcel, ninguna de las opciones es buena. Y su hermano entre la vida y la muerte. El peso de todo se le vino encima. Si pierde a su hermano se le va el alma en ello, se le irá la vida. Él es lo único que le queda.
—Fue tan rápido—, le dijo a su tía.
—Vamos a sentarnos. Hijo, tráenos café por favor—. La tía Helen miró a Scoot—. Hola, tú debes ser Scoot ¿verdad?
—Mucho gusto señora Helen.
Ellos no habían sido presentados pero si han oído por boca de Mel hablar uno del otro.
—Es una pena conocernos en estas circunstancias—, comentó la tía Helen—. ¿Gustas un café?
—Me vendrá bien uno.
—Andrew trae tres por favor.
Mel se acomodó en medio de los dos y comenzó a contarle lo que pasó con detalles.
—Aún estábamos en la sala de juntas cuando la secretaria entró diciendo que mi madre le apuntaba con un arma a alguien. Sorprendidos nos paramos para ir a ver que pasaba. La secretaria le dijo a Andros que parecía ser su novia, y que estaban en el pasillo de la entrada. Él corrió hasta allá y los demás hicimos lo mismo, yo detrás de él. Cuando llegamos Niky estaba pegada a la pared y mi madre como a seis metros de distancia. No nos dio tiempo de llegar hasta ella cuando se oyó el disparo. Después Andros se acercó lo suficiente intentando quitarle el arma y entonces sonó el segundo disparo. Y él cayó al suelo. Al darse cuenta mi mamá que le disparó intentó tomar el arma otra vez repitiendo varias veces "le disparé, cómo pude", estaba histérica. Marcus fue quien la detuvo y la mantuvo agarrada todo el tiempo hasta que llegó la policía. Desconocemos para que intentó volver a tomar el arma, incluso la razón por la cual traía un arma siquiera. Nadie sabía que Niky venía. El abogado ha estado interrogando a mamá pero se niega a hablar desde ayer. Después del disparo y cuando Andros cayó llegó Niky bañada en sangre y alguien trataba de detenerla. En ese momento no sabíamos donde le había dado la bala. Ella al ver a Andros o por la pérdida de sangre se desmayó. Apenas y les dio tiempo de agarrarla pero aún así se pegó en el bordo de uno de los escritorios. Afortunadamente ella está bien porque te juro tía que después de ver donde fue el balazo creerías que no la libra. Cuando ella cayó me acerqué y le tomé el pulso sintiendo un alivio al darme cuenta que respiraba. Uno de los empleados me gritó que debía contener la hemorragia como él lo hacía con Andros, y así lo hice. La bala dio por debajo del hombro, y tuvieron que extraerla. Yo estaba demasiado nerviosa al principio que no sabíamos como actuar con Andros tirado, hasta que el empleado se acercó y dio instrucciones de voltearlo. Buscó la herida, se quitó la camisa y presionó para contener la hemorragia. Cuando llegó la ambulancia los paramédicos se hicieron cargo de todo, pero el empleado que ayudó a Andros a no desangrarse hizo que pudiera llegar con vida hasta el hospital. Perdió mucha sangre, incluso más que Niky y se veía peor. Y no te he contado todo—, agregó dándose un respiro—. La reunión de ayer fue para que ella renunciara a la junta directiva y cediera sus acciones —. Su tía alzó ambas cejas.
Editado: 24.03.2025