—¡No soy un pervertido! Yo soy el nuevo interno— Taehyung se quedó en silencio.
Miel carraspeo su garganta. —¿Cómo sé que puedo confiar que lo eres? — murmuró la joven.
Taehyung saco de su bolsillo su identificación para el hospital. —En ningún momento mi intención fue tocarte, fue un accidente, pido disculpas señorita— dijo avergonzado. —Me retiro—
Ante aquel alboroto Taehyung no podía mirarla a la cara desde ese día, sentía mucha vergüenza. Miel noto su comportamiento le parecía divertido y entretenido molestarlo de vez en cuando era una excusa perfecta para su desolada y aburrida vida, Miel pasaba casi todo el tiempo en el hospital, en realidad no era tan frágil sin embargo su padre la encerraba allí a causa de sus travesuras que ante los ojos de su padre eran terribles insolencias. De esta manera estaba familiarizada con el ámbito médico desde que era adolescentes. ¿Amigos? Ella no los tenía, su actitud defensiva, traviesa y amargada algo que nadie no podía entender esta mezcla de personalidad.
Con el tiempo Taehyung volvió a mirarla con normalidad, Miel le había permitido entrar en su círculo de confianza. Su relación fue tan estrecha que la confianza era abundante, acostumbrados a estar juntos, ambos comenzaron a tener sentimientos por el otro. Taehyung había logrado sacar una mejor versión de Miel.
En su noviazgo él la molestaba con su nombre.
“Miel porque no eres dulce como la Miel” y a pesar de recibir algunos golpes estos le eran recompensados con besos.
Una experiencia maravillosa a su lado, pero este amor era secreto para los padres de Miel quienes manejaban importantes empresas.
Entonces un día entre lágrimas Miel solo le dio un ultimo beso sin decir nada ni explicar su estado, desapareciendo sin dejar algún rastro. Taehyung amaba a Miel como nunca antes y cuando termino de realizar su internado el volvió a Corea.
Desde que volvió a Corea solo se centró en trabajar con dedicación y esfuerzo para poder olvidarla, tras pasar noches enteras de sufrimiento extrañando cada una de sus caricias y golpes. Pero el sentimiento era intacto olvidarla fue casi imposible.
Taehyung se encamino hacia el cuarto de Miel pero estando allí vio que había unos hombres bastante fornidos resguardaban la entrada.
—Vengo a hacer una revisión— dijo el castaño con seguridad. —Tenemos ordenes precisas de no dejar ingresar a excepción del doctor Yang— aclaro uno de ellos. Resignado volteo con una expresión disgustada y se fue a tomar un descanso en el jardín del hospital.
Cerro los ojos por el cansancio y acomodado recibió la vitamina D que le hacía falta, largas jornadas ya no le permitían disfrutar del sol como antes. Alrededor unos traviesos niños aprovecharon la oportunidad y pintaron trazos en el rostro de Taehyung, viendo el resultado dieron vida a unas risitas y se escaparon.
Al despertar de una mala posición sintió las miradas de todos sobre él, algunos disimulaban su risa, no le presto atención y observo a lo lejos a una joven conocida, era Miel que escapaba mirando a todos evitando ser vista por alguno de esos guardias.
Taehyung se apresuro y la tomo del brazo exaltándola.
—¡Suelte…me— Miel lo observo atónita por unos segundos y antes de que Taehyung comenzara hablar Miel estallo en carcajadas. Dejando al castaño confundido.
—¿Solo te reirás? — se quejó enfadado por la reacción que recibió, no era la que tenía en mente. Miel recobró la compostura, pero volvió a reírse le era inevitable ver los trazos graciosos sobre el rostro de Taehyung.
—Lo siento, pero deberías ver tu cara— dijo entre risas, el castaño saco su teléfono viéndose notando el porque era el centro de atención, sin embargo cerca a ellos los guardias habían salido a buscar a Miel, Miel tomo la mano de Taehyung y lo jalo para escapar.
Ya en un lugar seguro, Taehyung coloco su mano sobre la pared dejándola sin escapatoria, a Miel realmente eso no le asombraba, para ella ese tipo escena era muy recurrente y para nada la tensionaba. Y al mirarlo nuevamente volvió a reír.
— ¡YA! — reclamó el castaño molesto. Miel dejo de reír y tomarse a Taehyung en serio.
—No tienes nada que decir Miel— el castaño esperaba atento ante la respuesta de Miel. —Estoy comprometida— soltó cabizbaja, no quería que el notara su estado anímico. Para Taehyung escuchar la noticia hizo que bajara sus manos.
—Solo quiero saber por qué desapareciste sin decir nada, no me interesa saber lo resto— y aunque podía afirmar millones de veces que no le interesaba en lo absoluto el mismo sabía que si quería saber y sobre todo si Miel aún conservaba el amor que se tenían.
—Mi madre falleció, pero nadie hasta ahora lo sabe— murmuró con una voz quebrada.