Aunque lo intente

Capitulo 3

 

Sábado....

Frank

Este día la Madre Superiora me ha citado a su oficina para una reunion, Cecia ha estado más preocupada de lo normal por mí, no entiendo el por qué, pero sospecho que el tipo que me estuvo cuestionando el otro día tiene mucho que ver tiene mucho que ver en su preocupación, ya que hasta me ha puesto gotitas de agua bendita en la cabeza para que este día me comporte y sepa actuar con la cabeza ante la Madre Superiora, creo q a veces exagera y solo creo

—Buen día Frank, Dios te Bendiga— me dijo Cecia de manera arrebatada y nerviosa, andaba siempre con su hábito impecable, sus manos un poco temblorosas por los nervios acerca de la reunion supongo, me gustaba verla, yo siempre la sentí como mi madre, ella me cuido desde bebé, me cuenta historias de cosas que yo decia o hacía cuando era un niño mas pequeño, hoy su piel llena de arrugas me da ternura verla así, dandonos tanto amor a unos chicos que la suerte no ha estado de nuestro lado desde muy pequeños. —Apresúrate, no quieres molestar mas a la Directora, creo que ya suficientes provocaciones has tenido con ella— dijo sacandome de mi ensoñación sacandome un brinquito del susto —ya voy! — dije levantandome de golpe de la orilla de la cama donde estaba, dejando a mis compañeros de cuarto aun alistandose para salir a hacer las respectivas tareas de limpieza que realizabamos los sabados.

Camino a la dirección que estaba a unos 3 minutos desde donde estaba mi cuarto, me encontre con ella, Loren, dijo llamarse, una niña muy linda, es un año menor, ya que no vamos al mismo curso en la escuela, se ve muy frágil, tiene su cabello oscuro como cuando el cielo por la noche se encuentra sin luna, sus ojos del mismo color, cejas bastante prominentes, piel palida que creo que por causa de eso es que se ve aun mas frágil, ella es bastante callada, nunca he escuchado rumores de que haya sido castigada por eso veo que no es chica problema, por eso fue que me molestó tanto que los gorilas se metieran con ella, ella nunca se ha visto envuelta en problemas, ella me saludó con timidez — Hola, espero que no te hayas metido en tantos problemas por haberme defendido aquel día — dijo con una voz apenas audible —No te preocupes, no pasa nada— dije con gallardía para lucir bien ante ella, lo que me hizo pensar rápidamente el por qué hacía semejante tontería, de querer lucir como un caballero ante ella, —Voy para la dirección, te veo al rato, por cierto— aclaré— voy a la dirección pero por algo ajeno a lo del lío de los gorilas— ya que vi su cara su preocupación y culpa — Te veo al rato — dijo remedando mi expresión y tono cuando se lo dije anteriormente.

—Pasa adelante— dijo la Directora en cuanto la secretaria, sor Marcia le anuncio mi llegada por el interlocutor. —Buen día Madre Superiora, Buen día señor— saludé con nerviosismo por sentir las miradas que me excarvaban cada movimiento o gesto que estaba haciendo en el momento que entré, tenía que dar buena impresión por Sor Cecia, y más aún ante este señor que sinceramente no entendía qué hacía aquí en la reunión porque creí que sería solo con la directora cubo de hielo con quien me reuniría, me ha pillado desprevenido verlo a él sentado también, y lo que más me temía era que ningún saludo a tiempo o pulcro vestuario y sonrisa simpática me libraría de lo que en está reunión me esperaba, temía que fuera lo peor y por ello el nerviosismo de sor Cecia estos días. Mi admiración fue mayor al ver que la directora contestaba nuevamente el interlocutor y vi entrar a sor Cecia, me vió con cara de resignación, y pasó a saludar al señor -de quien no recuerdo el nombre- sentado frente a mi y a la madre superiora. La oficina era de color beige con ribetes blancos en las ventanas y puerta, el señor se encontraba sentado en un sillón de cuero color chocolate, la directora, a un costado de él en otro sillón de menor tamaño, una mesa de centro nos dividía a Cecia y a mi de ellos, quienes estabamos sentados en sillas de metal, que se encontraban frías al momento de sentarnos. —Bueno después de habernos saludado, quiero introducirles nuevamente al señor Mark McGregor, él es el mayor benefactor de nuestro centro de acogida, por quién no hemos desfallecido y no hay falta de alimentos en esta institución, y quién hace dos años nos ha contactado con otra gran compañía de un amigo de él, que es la que financia las becas que tienen nuestros mejores estudiantes en los colegios de prestigio para aprovechar al máximo su potencial, dicho ésto apreciaría que se presenten ante él de manera formal por favor— dijo la madre Superiora, sabía que era chico muerto cuando escuché quién era él, yo solo pude maldecir para mis adentros, fue al mismo hombre que le dije q mis cosas no eran de su incumbencia, hoy entendía el nerviosismo de Cecia y entendía el motivo de ésta reunión, seguramente era para pedirme que me retirará del colegio al que asisto, que casualmente es a uno de los de "colegios de prestigio" a los que un amigo de él financia, mierda, mierda, mierda.... —Buenos días nuevamente, mi nombre es Sor Cecia, estoy muy agradecida por su actos de caridad con nuestros chicos, ellos están muy agradecidos con todos nuestros benefactores, por su gran corazón, bondadoso y lleno de amor, por entregar tanto a personas que no conocen, cambiando así la vida de tantos chicos, incluyendolo —me señaló—dándoles esperanzas de un futuro mejor, y dándoles comida caliente día a día, acostándose cada noche con un estómago satisfecho y con fe de un futuro lleno de oportunidades, gracias mil gracias— concluyó Cecia, wow! por poco me levanto de mi silla y empiezo a vitorear y aplaudirle, ese si había sido un discurso intenso, y con el mensaje subliminal de que lo necesitamos para poder comer y estudiar en este centro y que no nos quite la ayuda por un imbécil bocón que no tenía idea de quién llega al orfanato, era aplaudible lo que ella había dicho, llegó mi turno de presentarme, y no quería cagarla, sería escueto y amable, sino era seguro que por la noche por mucha intervención que hubiera de Cecia, no evitaría que me mandaran a la calle, —¿Frank?— dijo la directora con cara de "habla ya estúpido" arqueando una ceja de manera recriminatoria, ni he hablado y ya la cagué... — Buenos días Señor McGregror, mi nombre es Frank Roseló, tengo 14 años, cuento con una beca completa y asisto a uno de los colegios de prestigio — esta vez no hice las comillas— que patrocina su amigo o compañía amiga—estaba balbuceando, lo sé— en nombre de todos los internos del orfanato estamos enteramente agradecidos por sus actos de bondad hacia nosotros, nosotros que nuestros progenitores por una u otra razon no quisieron o no pudieron cargar, créame es un agradecimiento infinito que sentimos por personas altruistas como usted y los demás que ayudan este centro —me senté, porque si, me puse de pie para poder dar mi discurso que era sincero y en verdad estaba muy agradecido, gire para ver a Cecia y creí que se infartaba, ella nunca me había visto hablar frente a otras personas que no fueran las monjas del orfanato, yo sabía hablar frente al público, siempre tuve seguridad en mi, ella hacía una seña de sostener su corazón poniendo su mano en su pecho, diciéndome por lo bajo, "un te amo, estoy orgullosa", como queriendo que yo supiera que pasara lo que pasara, con el señor McGregor, ella siempre me iba a amar. El señor McGregor se acomodó en su asiento con una linea en sus labios que se veia como sonrisa, ¡¿será tan cabrón y despiadado que le causa gracia dejar a decena de chicos sin comer solo por un idiota que le contestó mal?! —Buenos días a todos, como ya la directora se los ha dicho mi nombre es Mark McGregor, soy el dueño de la corporación Bursátiles Inc., socio de un Banco, tengo empresas en el extranjero y empresas aliadass internacionales, dicho esto quiero que sepan que después de manejar empresas donde lo unico que importa es el dinero, no lo humano, no lo sensible, para mi es muy agradable venir a lugares como este centro y ver lo bueno que se puede hacer con el dinero, para mi ustedes le ponen el lado humano a mis negocios, saber que lo que hago que es algo tan material, puede convertirse en algo humano y lleno de sentimientos, todo está en saber utilizar el dinero para las cosas correctas, todo está en hacer con mucho o con poco las cosas correctas. Le he pedido a la señora directora concretar una reunión con ustedes y ella por algo que el otro día que estuve aquí me dejó impresionado, por ti, —me señaló con una.... pequeña sonrisa diria yo, muy pequeña apenas notoria, o serán mis nervios que hacen ver cosas que no son, que se traían todos hoy conmigo señalandome, la directora cubo de hielo y sor Cecia volvieron a verme serias— tu ese dia estabas molesto, creí que estabas molesto por algo que te habían hecho a ti, pero dijo la Hermana que había sido por algo que le hicieron a alguien más estabas muy cabreado, ella me explicó lo sucedido y me ha contado mucho de tu comportamiento, que siempre le ayudas en el área infantil, le ayudas con los otros chicos cargas los bebés, cuando ellos están enfermos no te separa de ellos e incluso la directora me ha dicho que tienes un Complejo de Robin Hood - ¿qué por todos los cielos significa eso? - y muchas más cosas en corto tiempo supe que eras diferente, que tienes buen corazón. Aparte de eso solicité tus notas a la directora y me has dejado impresionado, tienes la mejor calificación no solo de tu escuela sino que del Distrito. — Estaba siendo observado con detenimiento por parte de la directora y Cecia quien se veía muy orgullosa de escuchar lo que estaba escuchando —bueno llegando al punto del por qué de la reunión es para hacer de su conocimiento que quiero apadrinar a Frank— Cecia casi brincaba de la silla, la directora me veía incrédula, yo no asimilaba aún lo que estaba sucediendo, a decir verdad no entendía bien que significaba que el me "apadrinara"— creí que te alegrarías— dijo con una expresión seria pero no molesto —Realmente no entiendo a que se refiere con apadrinar— le dije— Apadrinar significa que seré quien cubra tus gastos, sean personales, educativos o de salud. Solicitare permisos si es necesario que salgas del país conmigo hoy que eres menor de edad y que un acompañante del orfanato vaya contigo. Cosas por el estilo. — me quedé pasmado ante tal explicación no podía creerlo — esta bien gracias hoy entiendo mejor. Prácticamente usted sería quien me mantenga —afirme con cautela— Exactamente eso es lo que haré a partir de hoy, si la directora está de acuerdo, por supuesto — la directora aún me estaba viendo con una cara que demostraba confusión, enojo, impaciencia, examinando cada uno de mis gestos o eso asumí y al momento que ella iba a emitir sonido me adelante y pregunte -—al aceptar que usted sea mi padrino y usted solo gaste en mi, usted..... ¿Dejará de ayudar al orfanato, a los demás chicos? —, en un acto reflejo McGregor movió la cabeza en señal de «no» — no es un cambio, para nada. La ayuda nunca se la retiraré al centro de acogida, siempre ayudare con lo que colaboro mes a mes, por eso no te preocupes, si aceptas tu y la directora el ayudarte será como algo extra. —dijo sincero, se le vio admirado ante mi Pregunta— De ser el caso no podría aceptar ninguna ayuda a sabiendas que los demás no recibirán su comida su estudio y su medicina. —dije firme y determinado con una voz que no quería que sonara tan fría como en realidad sonó— Es una fortuna que no tengas que elegir entre una cosa o la otra porque si si aceptas tendrás las dos, bajo ninguna circunstancia dejaría de ayudar a este recinto.— dijo el señor McGregor con cierta calidez en sus palabras dejando entre ver una pequeña sonrisa. La madre superiora y la Hermana Cecia hicieron un pequeño suspiro de alivio al escuchar las palabras sinceras de él, lo que me indicaba que esa era la preocupación que acechaba en sus cabezas. — ¿qué opina al respecto señora directora? aun no me da su opinión— dijo con voz firme y casi acorralando a la directora para aceptar— ¡Excelente! Estoy totalmente de acuerdo que sea el "padrino" de Frank, me parece perfecto, él es un muchacho espléndido, es uno de los mejores internos a quien tengo mucho aprecio, siempre le he querido mucho—mentira— siempre que del colegio me llaman para felicitarme por las notas que obtiene en clases, me llena de orgullo saber que sea interno de este centro— ¡Que mierda! jamás en mi vida había escuchado tantas mentiras en tan poco tiempo, estaba mintiendo descaradamente, seguro que hoy se tendrá que confesar, esa mujer me odia, siempre me pasa castigando por "mi bien" aunque no haya sido mi culpa, siempre se burlo que nadie quisiera adoptarme, y hoy resulta que soy su "orgullo"—Está decidido a partir del lunes estaré por tu colegio o enviaré a mis abogados para que ajusten los detalles presentándome correctamente con los directores de tu colegio— dijo McGregor muy contento y aún no entiendo por qué se alegra tanto, ¿es realmente una buena persona?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.