Llegando a casa de Mark, cabe aclarar que es una casa muy moderna, líneas rectas que definen las paredes, lisas color blanco, grandes ventanales, con cristales oscuros, espacios abiertos que estaban llenos de luz, todo cuadrado, pulcro, minimalista, he estado en esta casa solo las veces necesarias, no la frecuentaba mucho, al aparcar el coche, el chofer de Mark abrió su puerta, éste hizo seña para que lo siguiera hacia donde estaba lo que él quería mostrarme, al llegar hasta una "casita" por así decirlo, se me cruzaron mil pensamientos, pero uno fue el que era lo mas lógico, y Mark con voz seria me lo confirmó:
—Este a partir de hoy será tu nuevo cuarto y todo esto— hizo un gesto señalando todo lo que nos rodeaba— será tu nuevo hogar, pasemos a conocer tu nuevo cuarto—. Cuando se refirió a ‹cuarto› en realidad era la casa de la piscina, una casa que era similar a la mansión en cuanto a su estilo arquitectónico, pero de menores dimensiones, se encontraba a unos escasos veinte metros de la mansión, paredes blancas, cristales oscuros, ventanas cuadradas, moderna hasta el ultimo detalle, contaba con una terraza de líneas rectas, con muebles modernos color negro, todo lleno de lujos, simples pero igual lujos. Lo que nos sorprendió, y digo ‹nos sorprendió› porque Mark quedó tan anonadado como quede yo, fue que al hacer uso de uno de los dos juegos de llaves e ingresar a la casa de la piscina encontramos un completo desastre, las pocas lámparas quebradas, cobertores rotos, alfombras manchadas de no se que mierda, todo destruido, en una de las paredes letras negras escritas con aerosol rojo ‹BIENVENIDO› por mi mente solo cruzó el rostro de una persona y sé que por la de Mark cruzó el rostro de la misma, confirmando mis sospechas cuando de repente apareció ella por la puerta —Bienvenido a tu hogar sanguijuela— lo dijo con una sonrisa tan amplia pero con la mirada fría y llena de odio —¡¿Lilly?!— gruñó Mark— como eres tan trabajador según dice mi padre no te molestará hacer un poco de ejercicio limpiando tu cuarto, como dices que tienes algo de dinero ahorrado no te molestará comprar cobertores nuevos, si me disculpan...— se retiró, dejándome estupefacto lleno de impotencia, Mark se había esforzado en tener lista esta sorpresa para mí, y su hija se portó como una vándala destruyendo todo. Mark me vio y se marchó tras ella, y yo quede en ese lugar sabiendo que no iba a estar muy bien después de todo en esa gran mansión.
Pasadas las semanas ‹la diabla› como de cariño le decía, claro espero que notes el sarcasmo en la palabra cariño, me hizo tantas cosas, pasó tan entretenida a mi costa, me puso polvos de picapica en mis cobertores, me rompió con tijeras la ropa interior, se imaginan como anduvo toda una mañana mi amigo mientras fui a la tienda a comprar ropa interior nueva, se llevaba el papel del baño, esta chica realmente se cago en mi, puso shampoo de perro en mi shampoo regular, esa broma le salió mal porque mi cabello quedo mejor que antes, encontraba regularmente mis libros regados por todo el jardín o escondidos entre los arbustos, cuando iba a comer me decía si realmente me iba a comer cualquier cosa sabiendo que había pasado por algún lugar sucio, jugaba con mi mente, una psicosis bastante fuerte. Realmente esta chica me detesta, lo bueno de todo es que ella es bastante solitaria, si tiene amigas nunca se las he conocido, no le gusta estar rodeada de su familia por ello se ira a Francia, a Lyon a vivir nuevamente allá por tiempo indefinido o hasta que Mark la traiga de regreso cuando termine sus estudios de artes y literatura o moda y estilo, no se que mierda va a estudiar, como ya saben no es que yo sea su confidente.
Cuatro años después.......
Tengo veintidós años, estoy en la universidad estudiando Banca y Finanzas Internacionales, me va bien, bastante bien, a decir verdad, por lo menos en el estudio si, en el amor no, ahí pues Loren no se puso muy feliz de que yo viviera en la casa de los McGregor, ella no pudo seguir estudiando, necesitaba el dinero para poder subsistir por tal motivo tuvo que priorizar trabajar antes que estudiar, discutíamos por todo, todos los días, hasta que aceptó que estaba con un compañero de trabajo, yo no podía creerlo pero tampoco iba a culparla, su infidelidad había sido culpa mía también. No he quedado traumatizado por ello, tampoco es que piense que el amor es una mierda y que no quiero volver a enamorarme, claro que quiero pero no ahora, no aun, por el momento vivo el dia a dia sin ningún compromiso con las chicas, no me gusta estar en una relación porque me he dado cuenta que estoy muy ocupado y mentalmente no puedo estar con esos dramas que las chicas hacen, me desespero y me aturden esos dramas, hoy soy más práctico.
Soy mensajero en la empresa de Mark con horarios rotativos y por las noches sub encargado del bar en el que trabajo desde hace 4 años, donde empecé de lavar los trastos, y ayudo a Ramon el jardinero los fines de semana que puedo ¿ven por qué les digo que no tengo tiempo para dramas de chicas?