Mi siguiente clase fue Matemáticas y en esta, Wynter sí estaba.
Ella volteaba por encima de su hombro y reía, vi cómo le susurraba cosas a todas las personas que estuvieran a su alrededor y en algunas ocasiones, se reían provocando que la profesora las mandara a callarse.
No hay forma de esconderse de esto. Tengo que aceptar que no hay mucho a nada que pueda hacer.
Cuando terminó, estaba lista para salir antes que me dijeran algo o hicieran algo. No miré atrás, solo salí tan rápido que casi empujo a la señora que se encarga de la limpieza. No lo hice, por cierto.
Llego a la última clase del día, Ciencia, me siento en el fondo aprovechando que la mayoría aún no ha llegado. Luego de unos segundos empiezan a entrar y están tan ocupados hablando entre ellos o viendo su teléfono que nadie me nota.
Luego entra Destiny y busca con la mirada un asiento, cuando me ve levanto la mano arriesgándome a que me ignore pero no lo hace. Camina hasta donde estoy y se sienta frente a mí. Es un alivio tenerla aquí.
—Hola —saluda.
—Hola —me inclino en el asiento—. Al fin tenemos otra clase juntas.
—Sí, eso es bueno —responde y sonríe.
Es probable que tengamos la misma edad pero Destiny parece como alguien a quien quieres guardar en una caja y protegerla. No sé por qué me siento así.
Recuerdo que Kira y Sylvia estaban “adulando” su falda y su moño pero no creo que hayan sido honestas. No porque Destiny no se vea bien, sino porque sé que tipo de personas pueden llegar a ser.
— ¿Cómo te ha ido en el día? —me pregunta.
Recuesto los codos sobre la superficie. —Eh, supongo que normal —si “normal” significa que mi día estuvo muy malo creo que es la mejor manera de describirlo.
Llegan más personas y hasta ahora solo me ignoran, puedo percibir que alguien me está viendo. Levanto la mirada y noto que es un chico, uno de esos con los quienes no me relacioné mucho y solo recuerdo su rostro pero no su nombre.
Lo ignoro. — ¿Cómo te ha ido? —repito la pregunta.
Destiny se encoje de hombros. —Normal.
Espero que su “normal” no sea como el mío.
—Ah, ¿me estás siguiendo? —levanto la mirada y es Trey, sentándose a mi lado.
Un momento, en Ciencia tendré a Trey y a Destiny conmigo. No somos amigos pero podríamos serlo, si encuentro una manera de evitar que se enteren sobre mi pasado.
Recuerdo la nota sobre mi casillero, pudo ser Edgar o Wynter o cualquiera de ellos intentando fastidiarme otra vez.
—No te estoy siguiendo —respondo, reprimiendo mi sonrisa.
—Hola… ¿Desiré? —saluda Trey.
Destiny niega, sonriendo como siempre. —Destiny.
—Destiny, sí, lo siento —suspira.
Asumo que ellos ya se conocían, ¿no? Seguramente. Me sorprende que Trey se haya memorizado mi nombre y mi apellido y no recordaba el de su compañera.
— ¿Por qué siempre usas mi apellido? —volteo a él.
Se encoje de hombros. —Tu nombre es como una rima, no sé, simplemente te dan ganas de decirlo.
Señalo a Destiny. —El de ella es mejor que el mío, su apellido es Miracle, suena tan especial. Creo que si alguien está destinado a ser famoso, serias tú, ya tienes un buen nombre para la industria.
Destiny suelta una pequeña risa.
—Ya quiero llegar a casa y quitarme esto —Trey tira del cuello del sudadero—. No te ofendas pero estoy derritiéndome.
Arrugo la nariz. —Espero que lo laves antes de dármelo.
—Pensé que me lo ibas a regalar —responde.
Bufo. —No, ese no, es uno de mis favoritos.
Destiny inclina su cabeza. — ¿Ustedes ya se conocían? ¿Le diste tu ropa?
Le doy una mirada a Trey y él a mí. ¿Cómo se supone que expliquemos lo que pasó a primera hora de la mañana?
—Claro, somos amigos desde la infancia, voy todos los días a su casa y en realidad no le di mi ropa, él me la robó. Creo que es cleptómano.
Destiny entorna los ojos y Trey también. Estoy acostumbrada a que mis bromas sean recibidas de esa forma. Recuerdo lo mucho que tenía que aclararle a mamá que no era verdad lo que le decía.
“La mitad del tiempo no te entiendo” decía.
—Eres rara, Lani Lane —Trey sonríe.
— ¿No es verdad? —Destiny nos ve confundida.
Trey se inclina. —No, claro que no. No nos conocíamos hasta hoy, ella solo… me ayudó. Necesitaba usar esto, no soy cleptómano por cierto.
—Podrías serlo —susurro.
Destiny sonríe lentamente. —Lani Lane también es un nombre bonito.
¿Ves? Destiny es tan tierna y dulce. He conocido a personas por muchos años y solo me irritan pero llevo menos de un día conociendo a Destiny y ya pienso que es asombrosa.
Cuando la profesora llega, me acomodo en mi asiento, Destiny se voltea y Trey mira al frente. Por el resto de la clase no me sentí en modo de alerta, simplemente estaba prestando atención y cuando terminó, nadie se acercó a hacer ningún comentario incómodo.
— ¿Te vas? —pregunta Trey.
Me encojo de hombros. —Aun no, tengo que ir a preguntarle algo a mi padre, digo, el entrenador.
— ¿Tu papá es el entrenador? —Destiny pregunta curiosa.
Asiento. —Sí, te puedo ayudar a entrar al equipo si quieres. Estoy segura que tengo algo de nepotismo en mí.
Trey bufa y Destiny solo hace una mueca que podría ser una sonrisa o no.
—En realidad, no creo que papá acepte mis sugerencias —aclaro, no quiero que piensen que él haría algo así.
—Yo tengo que ir con él también, es sobre el primer juego, quiero preguntarle la fecha —Trey se ajusta la mochila—. ¿Vamos?
Sigo sin entender por qué Trey no pasa tempo con alguien más, quizás está siendo amable conmigo por ser el primer día y porque le ayudé con lo de su camiseta.
Volteo con Destiny. — ¿Tú te vas también?
Asiente. —Sí, nos vemos —sacude la mano hacia mi primero y luego a Trey, seguido ella se dirige a la puerta.
—Entonces, ¿vamos? —Trey se mete las manos en los bolsillos.
—Supongo —respondo.
Caminamos por los pasillos y a esta hora creo que todos están tan cansadas como para prestarme atención. Avanzamos sin hablar por el primer pasillo, luego ya no soporto el silencio.
#155 en Joven Adulto
#3231 en Novela romántica
amigos y amor, escuela drama, venganza dolor y amor inesperado
Editado: 18.03.2025