—Entonces, ¿Quieres ir a la fiesta? Escuché que le gustas a Norman —Kira le habla a Destiny mientras paso a mi escritorio.
— ¿Te gusta Norman, verdad? —Helena le sonríe, aunque no parece nada amigable.
Destiny simplemente baja la mirada. Ella no merece nada de esto, ni Trey. Ni nadie. Él tiene razón, ¿Qué ganan comportándose de esta forma? Es ridículo, inmaduro y muy infantil.
Odio que las personas crean que ya no hay rivalidad entre chicas, que los chicos se están deconstruyendo y que todo es respeto y amor entre los adolescentes. Quizás para algunos es cierto, pero en este lugar parece que se quedaron atascados en una mentalidad.
—Podríamos ayudarte a que le gustes, solo tienes que quitarte esa ropa —Kira ríe.
—Tal vez puedan divertirse en la fiesta —Helena afirma.
—Promete que te vas a maquillar —Kira toma su mano—. También podrías arreglarte las uñas.
—No creo que pueda, Kira. Su papá la regañará, no le dan permiso.
Me duele la cabeza y sus tontas voces lo están empeorando. No pude hacer nada la última vez pero ya no lo soporto, estas copias de Wynter tienen que callarse.
— ¿Algunas vez se quedan en silencio? —las miro.
Ellas me acribillan con los ojos. — ¿Qué dices? —Kira da un paso hacia mí—. ¿Qué dijiste Lani?
—Que ya aburren con lo mismo, ¿no pueden ser creativas? ¿No tienen algo mejor qué hacer?
Helena cruza los brazos. —No te metas, Lani.
—Solo les pido que dejen de hablar, no hacen más que repetir lo que sus otras amigas dicen. —Suspiro.
— ¿Y cuál es tu problema con eso? —Kira levanta una ceja—. No seas una santa, Lani. Todos sabemos que eres la peor persona de todas las que estamos aquí.
Ese fue un golpe bajo pero no se lo demuestro, solo mantengo la mirada.
Por suerte la profesora llegó y ellos se apartan de Destiny. Muevo la vista al frente y mantengo la calma a pesar que siento mi corazón agitado, pero me esfuerzo para prestar atención.
Cuando la clase termina, guardo todo en mi mochila y siento una mano sobre mi hombro. Levanto la mirada para encontrarme con Destiny.
—Ah, hola —digo.
Me sonríe. —Gracias Lani.
Le sonrío de vuelta, veo de reojo que Kira y helena se están yendo. —No lo hagas, debí decir algo también, en la clase anterior.
Abre los ojos. — ¿Qué? ¡No! No te preocupes, ellas son así.
Esto suena como lo que le dije a Trey, que estoy acostumbrada a las cosas que hacen y dicen. — ¿No te molesta?
Asiente. —Claro pero solo las ignoro, ellas realmente repiten todo —ríe—. Creo que intentan hacerse sentir mejor dañando a otros.
Sacudo la cabeza para negar. —No las justifiques, sus problemas personales no les da derecho a tratar mal a nadie.
Sonríe otra vez. —Lo sé, gracias de todas formas.
Salgo con Destiny a mi lado y la acompaño a su casillero que está cerca de aquí, luego ella y yo seguimos hablando de la tarea mientras voy al mío.
Edgar está ahí junto con Wynter, hablan pero sus rostros están muy cerca y sus manos van por todos lados.
—Um, quizás debería pasar al baño primero —le digo a Destiny.
No quiero estar cerca de la realeza de tontos ahora mismo. Muchas cosas han sucedido por hoy.
Retrocedo un paso y siento que he pisado a alguien. —Auch.
Me doy la vuelta y veo a Trey. —Lo siento, ¿Por qué estás tan cerca de mí?
—Estaba por hablarte —dice, sonriendo—. ¿Por qué regresaste así?
Le doy una mirada a Destiny. —Quiero ir al baño…
Trey levanta la mirada y nota a Wynter con Edgar, luego me mira otra vez a mí. —Hay un baño por allá y lo sabes.
—Sí, ahí hay uno, Lani —Destiny confirma.
Trago saliva. —Vamos a otro —pido.
Trey no se mueve. —Ve tú, iré a hablar con Edgar —aprieta la mandíbula.
Antes de responderle, él se mueve a un lado de mí y camina directamente hacia ellos. Me quedo al lado de Destiny pero lo observo, no sé qué le dirá y no sé si es una buena idea.
— ¿Por qué lo hiciste? —Trey le reclama.
Edgar suelta a Wynter. — ¿Hice qué?
— ¿Por qué arruinaste mi uniforme? ¿Qué te pasa? —eleva la voz.
Edgar levanta el mentón. —No hice nada, Trey, cálmate.
Wynter se cruza de brazos. —No deberías gritarle a tu capitán.
Bufa. — ¿Crees que eso es importante? Somos un equipo de secundaria, esto no es relevante.
—Para ti tal vez pero Edgar es talentoso, él si tiene un futuro —Wynter toma la mano de Edgar—. Ya supéralo Trey, no eres el capitán, solo acéptalo.
Wynter tira de Edgar para moverse lejos. Pasan a nuestro lado y Wynter me da una mirada pero no se detiene, escucho que dice un insulto encontrar de Trey.
Destiny se inclina hacia mí. — ¿Está bien?
Niego. —Alguien le prendió fuego a su uniforme.
Abre los ojos. — ¿Qué? ¿Es enserio?
Trey sigue de pie en el lugar donde estaba, nos acercamos lentamente y veo porqué se quedó ahí. Hay dos notas adhesivas más, de azul brillante y letras gruesas.
“¿Estás libre por la noche?”
“¿Los rumores son ciertos?”
Otra vez siento el calor en mi rostro y me apresuro a quitarlas, las guardo ente mis manos y contengo la respiración. Ahora no solo Trey lo ha visto sino que Destiny también.
Poco a poco se están enterando del tipo de persona que fue, que dicen que soy y que parece que siempre seré.
Al menos según la versión contada desde el punto de vista erróneo.
Los tres nos quedamos en silencio por un momento, Destiny aclara la garganta. —Um, ¿están bien?
Trey suspira y rasca su cuello. —Es hora de irnos —dice.
Aprieto más las notas. —Sí… ¿quieres que te vaya a dejar? —Miro a Destiny—. ¿Tu?
Trey pasa una mano por su cabello. — ¿Hacemos algo hoy? ¿Quieren?
Destiny asiente. —Podemos, si quieren, ir a mi casa. Ayer mamá compró helado y si ustedes quieren…
Le sonrío. —Por mi está bien.
—Por mi también —Trey responde.
No sé qué fue pero algo ha sido apagado entre nosotros. Las notas, el problema en el vestidor, las bromas a Destiny. Somos tres personas diferentes que las unen algo en común, no somos queridos en la escuela.
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Editado: 18.03.2025