“Pero no le digan a nadie, ¿sí? Prométanlo. Lo hice”
Otra vez lo veo y no puedo creerlo. No puede ser que lo han vuelto a hacer.
Esta vez está recortado, es solo la parte donde digo eso rodeado por todas esas chicas que consideraba mis amigas, incluyendo Wynter a mi lado. Una Wynter de catorce años que me hizo pensar que era alguien en quien podía confiar.
Le escribieron un texto “¿Adivinen quien regresó?”
La cuenta que publicó este video no es de Wynter, parece nueva porque no tiene foto de perfil y ese es el único video publicado. No sigue a nadie, no tiene muchos seguidores tampoco.
— ¿Qué es eso? —Trey pregunta.
Dejo el teléfono de Destiny a un lado y me cubro el rostro con las manos. No puedo responderle, no quiero hablar porque si lo hago podría gritar o llorar, o ambas cosas.
Destiny se mueve a mi lado. — ¿Lani? ¿Estás bien?
—Lani Lane —siento la mano de Trey en mi hombro—. ¿Qué pasa? ¿Qué es ese video?
Tomo aire por la boca y me recompongo. —Debo… yo… —no sé qué hacer.
¿A dónde vas cuando quieres huir pero estas enterrada? ¿A quién le pides ayuda cuando nadie te cree? ¿Cómo luchas contra algo tan grande?
—Lani —Destiny posa su mano en mi brazo—. Por favor, di algo, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?
Las lágrimas se acumulan en mis ojos y cuando tomo una respiración, me nublan la vista. No entiendo porque estas dos personas que conocí hace unos días tienen más empatía por mí que la gente que ha estado conmigo por muchos años.
— ¿Quieres que denuncie este video? Podemos hacerlo, así lo quitan —Destiny sugiere—. Le diré a mi hermano, él sabe de eso, puede hacer algo.
Niego. No importa que lo borren, ese video sigue ahí y regresará una y otra vez. No es por una persona, en su momento, fueron cientos de miles. Cientos de miles de personas alrededor del mundo que vieron como yo era una traidora y una horrible persona.
Cientos de miles de personas que se burlaron de mí, se alegraban cuando en la escuela impartían su “justicia”
—Hace dos años —empiezo—. Era amiga de Wynter Hattie.
— ¿Lo eras? —Trey pregunta, bastante asombrado.
Asiento lentamente, con la mirada fija en el otro sofá. —Y yo… hice algo estúpido, algo que no debí hacer y ellas me engañaron, me grabaron y ese video se hizo viral. Me sorprende que ustedes no lo sepan.
— ¿Viral? —Trey entorna los ojos—. Bueno, hace dos años solo miraba videos de soccer y sobre las sagas de libros que me gustan, no suelo interesarme en nada. ¿Qué tan viral?
Me encojo de hombros. —Más de doscientas mil personas…
— ¿Qué? —Destiny abre la boca—. Pero, ¿Por qué? ¿Qué pasó?
No quiero decirlo, cada día de mi vida me arrepiento por ello. —Ellas me grabaron y Wynter lo publicó en su cuenta, ese video se hizo famoso poco a poco y creo que eso le gustó. La atención, los comentarios y todo eso entonces me siguió grabando.
— ¿Cómo? —Trey pregunta.
Respiro profundo. —Pues primero solo me grababa sin que me diera cuenta, en realidad en ese punto yo no sabía lo de ese video pero luego la gente empezó a escribir comentarios de odio en mi perfil y eventualmente sus amigas querían atención también y me publicaban, burlándose de mí.
Y así se enteró mi hermana, mi padre, mamá y todos. Todos sabían qué tipo de persona era.
—Las notas en el casillero…eso era algo que hacían antes, era un reto también. Me llenaron el casillero de notas y el escritorio y todo, yo era acosada por quien quisiera tener un poco de atención en internet —lagrimas se deslizan fuera de mis ojos—. Las personas en internet, completos desconocidos, lo aplaudían. Decían que lo merecía por ser una… bueno, por ser basura humana.
—No entiendo —Trey niega—. Disculpa Lani pero, ¿Qué pudiste haber hecho para que fueran así? ¿Un crimen? Tenías catorce.
Bajo la mirada a mis rodillas. —Me… yo besé al novio de mi hermana —admito finalmente—. Y cuando se los conté a ellas pensando que solo sería una conversación entre nosotras, parecía que estaba presumiéndolo y estaba orgullosa de ello. Fue mi culpa, no debí hacerlo y por eso todos me odiaron.
Destiny y Trey permanecen en silencio, quizás ellos también piensen ahora que merezco eso.
Esmeralda, mi hermana, había estado saliendo con un chico desde hace unos meses. Yo tenía un pequeño enamoramiento por él, pero no era tan importante. En ese entonces Wynter era mi “amiga” pero viendo hacia atrás, me doy cuenta que me utilizaba.
Me hacia comprarle comida, le daba copia de las tareas y si se peleaba con alguna de las demás, quería que siempre la defendiera. Yo no me daba cuenta de todo eso, solo quería ser como las demás y tener amigas, tener una mejor amiga como en las series y películas.
Y entonces, un día, me preguntó quién me gustaba. Le dije que nadie y ella parecía decepcionada con esa respuesta, así que le hablé de Ali, el amigo de mi hermano que era un año mayor que yo.
Pero Esmeralda estudiaba también en esa escuela y Ali igual, así que eventualmente los vieron juntos. Wynter me convenció a coquetear con él a pesar que a mi hermana claramente le gustaba.
Todas ellas hablaban de citas, novios, besos y yo no había tenido nada de eso, me sentía excluida así que un día que Ali y Esmeralda se pelearon, estábamos a solas cerca de mi casa y me detuve para besarlo.
Y aquí es donde yo lo arruiné. Ali no me devolvió el beso, me dijo que no podía hacerlo y que no le gustaba. Me sentía rechazada, fea y una tonta así que cuando lo conté a las chicas, mentí. Dije que él me besó dos veces más, que me había dicho que yo le gustaba más que mi hermana y le agregué tantas cosas solo para hacerlo emocionante.
Ellas reaccionaban como quería, sin embargo, fue una trampa.
Una semana después mi hermana me gritó, Ali llegó a reclamarme en la cafetería, mis padres me castigaron, mis compañeros se alejaron mientras que otros se burlaron y el mundo, o lo que parecía así, me odió.
#154 en Joven Adulto
#3230 en Novela romántica
amigos y amor, escuela drama, venganza dolor y amor inesperado
Editado: 18.03.2025