Aunque Sea Mentira

23: Una idea más

—Bien chicas, entonces, estas son mis metas para mi último año de la escuela —Wynter se aplica mascara de pestañas.

Está haciendo una transmisión en vivo en su famosa cuenta de Socialz, la están viendo más de mil personas ahora pero en ocasiones ha subido esa cifra mucho más.

Los comentarios aparecen en la pantalla y ella los ignora, no sé porque le siguen comentando y pidiéndole saludos (¿acaso es famosa?)

—Número uno —mueve las manos como si estuviera tocando un tambor, al fondo se escucha una canción de las que son populares ahora—. Celebrar mi cumpleaños número dieciocho con una fiesta increíble, ya estoy planeándolo todo y les publicaré videos, será en un salón y tendré muchas sorpresas.

Ruedo los ojos.

—Numero dos —levanta dos dedos—. Quiero ser reina del baile. Eso de ser rey y reina no existe en nuestra escuela pero ya estamos planeando con ms amigas hablar con el director para que lo hagamos. Siempre he querido eso —arruga la nariz y sonríe a la cámara, luego toma un brillo labial y se lo aplica—. Ah, número tres es llegar finalmente a mi meta de seguidores, ya me falta muy poco así que díganle a todos que me sigan.

Estoy acostada en mi cama, con las luces apagadas. Ver a Wynter no es algo que haga constantemente pero hoy me apareció en mi cuenta falsa y mi paranoia pensó que hablaría sobre mí, así que aquí estoy, viéndola maquillarse a las diez de la noche.

—Número cuatro, quiero que Edgar y yo celebremos nuestro aniversario en la playa, le he dicho y estoy segura que lo hará, él es el novio perfecto chicas —baja los ojos a los comentarios—. ¿Qué labial estoy usando? No es labial, mira, es este —lo pasa rápido frene a la cámara—. Por cierto si quieren saber lo que uso, síganme. Ahí comparto todo, como sea, la última cosa… veamos, ¡Ah! Ya lo sé.

Estiro las piernas y me muevo, aun sosteniendo el teléfono.

—El año pasado los de ultimo año hicieron una actividad, básicamente te llenaban tu escritorio con cartas y regalos también. Es como algo muy lindo, ¿saben? Pero recuerdo que la chica que tenía más cartas y regalos le dieron rosas y una corona, ¿no es asombroso? Yo quiero eso, es más, lo voy a obtener.

Sonríe a la cámara y yo exhalo.

—No es por presumir, en realidad no me gusta presumir nada pero, soy como, muy querida en la escuela chicas. De verdad, si todas ustedes estuvieran ahí, seriamos amigas. Entonces seguramente voy a ganar, no es que las demás no vayan a recibir regalos, es que, pues, ¿Quién más?

Esto es todo lo que puedo soportar de ella. No entiendo porque la miran, es una creída egocéntrica y presumida.

Aprieto las manos y niego. Si tan solo esas personas recordaran que su fama comenzó por los videos que publicó de mí. No sé si la gente lo recuerde pero ese fue el motivo por el que ella comenzó a ganar seguidores.

Miro el teléfono y pienso también en mi hermana. Desde que vine a vivir con papá no hemos hablado nada y con mamá solo son mensajes de conversaciones cortas y nada importantes.

Wynter también arruinó eso. Esmeralda nunca me perdonó, mamá odia la atención negativa y yo fui el tema de conversación por mucho tiempo, incluso algunas de mis tías me han criticado a mis espaldas.

Wynter arruinó mi vida y yo quiero arruinársela a ella.

Me detengo unos segundos y luego tomo mi teléfono para buscar la aplicación de notas. Escribo todo lo que ella mencionó:

“ser la reina del baile, fiesta de cumpleaños, seguidores, recibir regalos, aniversario con Edgar”

No sé cómo, pero haré que no obtenga nada de eso.

~ ~ ~

Al siguiente día me sentía diferente.

Nunca había sentido tanta ira dentro de mí como lo sentí anoche, al verla sonreír tranquilamente mientras que yo estaba a solas en mi habitación luego que papá me castigara por lo que ocurrió.

Me encuentro con Trey en mi casillero justo como le pedí. —Tengo un plan y te necesito, ¿estás dentro?

Se encoje de hombros. —Primero, buenos días —sonríe—. Segundo, ¿acaso no habíamos acordado estar en un plan?

—No, esta vez vamos enserio, Trey —abro mi casillero—. Créeme, he pensado todo muy bien y te necesito.

—Suena a que estas decidida y eso me da curiosidad, ¿Qué tengo que hacer?

—Vamos a jugar su juego —afirmo—. Pero antes háblame de algo sobre regalos en escritorios y cartas. Algo sobre los del último año.

—Ah —Trey se inclina en el casillero—. Era algo que los volvió locos a los de último año, incluso una chica recibió un oso de felpa como de sesenta centímetros. No sé muy bien, no le presté atención.

Asiento y luego escucho que se queja. Muevo mis ojos a la dirección de los suyos solo para encontrarme con Edgar. Normalmente buscaría la forma de alejarme lo más rápido posible pero hoy, ya no.

—Ah, los novios —dice él, moviéndose a su casillero.

— ¿Celoso? —sonrío—. ¿Aun sigues resentido por la vez que te rechacé?

Sus ojos se abren y me mira con sorpresa, luego con enojo. —Jamás me rechazaste.

Sigo sonriendo, estoy harta de ellos, estoy tan cansada que siempre me hagan sentir pequeña. Ya no tengo nada que perder realmente y se los haré pagar.

—Como digas.

Trey entorna los ojos y luego suelta una carcajada. — ¿Es enserio? ¿Por eso molestas a Lani?

Edgar aprieta la mandíbula. —No te metas, además está mintiendo. Jamás me gustaría alguien como tú.

Ruedo los ojos. —Está bien Edgar, nadie te juzgará. Aunque lo niegues siempre tuve un par de testigos de ese momento pero no importa, solo las personas idiotas les importa tanto algo que pasó hace años.

Edgar aprieta los labios y niega. —Estás mintiendo, nadie nos vio.

Sí, estoy mintiendo pero ellos mienten todo el tiempo, solo estoy pagándoles con la misma moneda. —Como digas, yo no confesaré tu secreto pero tal vez ellos sí… después de todo, tienes muchos enemigos.

Mira a Trey un instante pero parece que luego recuerda que él no estaba en la escuela en ese momento. —Cállate.




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