Al siguiente día, como esperaba, Edgar llega a su casillero y estamos solos.
Lo veo en silencio esperando a que abra la boca y empiece a insultarme como siempre.
— ¿Qué? —frunce el ceño.
—Nada —respondo.
Él resopla. — ¿Todavía sigues enamorada de mí?
Chasqueo la lengua. —Edgar, ¿recuerdas que tú fuiste quien me pidió ser tu novia? ¿Recuerdas que te rechacé?
La expresión en su rostro se transforma, ya no luce arrogante, ahora asolo está molesto. — ¿No entiendes que era una broma? Jamás me fijaría en alguien como tú.
Bufo. —Claro, porque lo que hiciste en la bodega también fue una broma.
Entorna la mirada. —Sí fue una broma, una que no fue tan buena porque tocarte no me dio satisfacción.
No puedo creer que el idiota lo admitiría tan fácilmente. Siento como si algo caliente pasara por todas mis arterias pero aún tengo que jugar inteligentemente. —No debiste hacerlo.
—Por favor Lani, si yo no te tocaba, ¿Quién? —quiero golpearlo.
—Eres un idiota —susurro.
Y rápidamente, él toma mis hombros y me mueve contra los casilleros, acerca su rostro tanto a mí que podría inclinarse y besarme. No quiero que eso ocurra pero él puede hacerlo porque es así. Un idiota.
—No me provoques, Lani —susurra—. Puedo terminar lo que empecé.
Mi respiración se agita. Edgar no solo es un tipo que engaña a su novia y miente para ser el capitán de un equipo escolar, es también alguien que casi me hizo mucho daño solo porque lo rechacé cuando éramos niños.
Edgar me encerró en una bodega hace dos años y me tomó de la cintura, forcejé tanto y comencé a llorar. Él reía y me dejó ir, no sin antes tomarme de la cadera y besarme el cuello.
Eso que hizo fue un asco pero tenía tanta vergüenza y miedo. En ese momento ya me acosaban en internet y en la escuela, mis padres me veían como un fastidio y nadie me creía. Era la chica que besó al novio de su hermana, la chica que puede quitarte tu novio.
La chica que lloró en una bodega porque supuestamente Edgar me rechazó.
—Déjame —digo, aunque mi voz se quiebra.
Resopla. — ¿Quieres eso? Puedo hacerlo mejor que Trey, puedo tocarte en todas partes, soy bueno en eso.
Respiro profundo. —Edgar, si no me dejas ahora…
— ¿Qué? —Dice, elevando una ceja—. ¿Llorarás con tu papi? ¿Le dirás a tu novio? Lani, el entrenador no te cree, sabe que eres una fácil y tu novio es un idiota, ¿entiendes? Nadie te creerá.
—Déjame —elevo la voz.
Edgar toma mis mejillas con una mano y aprieta mis mejillas. — ¿Por qué estas con Calvin? ¿Por qué ese idiota? Vamos, Lani, dame una noche y te olvidarás de ese estúpido.
Aparto el rostro. — ¿Por qué dices eso? Wynter…
Bufa. —Wynter, ¿ahora te importa? Wynter no se va a enterar, te lo prometo. Además, si me haces unos favores, yo puedo hacer que te deje en paz.
No puedo creer que este cerdo esté intentando manipularme con algo así. Pero solo tengo que resistir esto, porque Edgar no se ha dado cuenta que estoy grabándolo y esto sin duda, me servirá. Es un idiota y lo va a pagar.
—Ya muévete —empujo sus hombros.
—No —ahora presiona su cuerpo contra mí.
Bien, sé que tengo que resistir pero esto es horrible. No puedo creer que Edgar haga estas cosas y se salga con la suya. No. No se va a salir con la suya.
Unos pasos hacen que Edgar se aleje de mí rápidamente y se mueva a su casillero como si nada hubiera sucedido. Es otro estudiante y ni siquiera voltea a donde estamos, no tiene idea qué estaba pasando hace unos segundos.
No me muevo hasta que Edgar se ha ido y tomo mi teléfono para detener la grabación.
Sé que esto me servirá pero también tengo que calcular muy bien ms pasos. Si hago algo mal pude que todo empeore y presiento que Edgar puede lastimarme de maneras que nadie más, ni siquiera Wynter.
Durante las siguientes clases no pasó nada relevante. Vi a mis amigos varias veces y fue hasta la hora del almuerzo donde finalmente comenzamos a organizarnos para la reunión o fiesta o como se diga.
Todos estaban aquí excepto Trey, quien está en el entrenamiento. Aunque sé que él se puede cuidar solo, no dejo de pensar en lo que ocurrió con Edgar y en como él puede convertirse en una persona muy mala en poco tiempo.
Aclaro la garganta. —Oigan, tengo una pregunta… durante el tiempo que no estuve aquí, Trey me dijo que Edgar lo lesionó, ¿saben algo de ello?
Piper, Aria y Vicky miran a los demás pues no creo que ellas sepan algo sobre ese problema.
Mario asiente. —Yo lo vi.
Ahora toda la atención está sobre él. — ¿Cómo fue?
—Fui a dejarle algo al entrenador —explica—. Y ellos estaban simulando un partido, creo que Trey tiró de la camiseta de Edgar y Edgar le dobló el tobillo. Fue un milagro que no se lo haya roto.
—Pero eso quería —digo.
Seguramente esa era su intención.
—Edgar es un asco —Jade afirma—. Tuve que hacer un proyecto de química con él y se la pasaba viendo videos de mujeres con trajes de baño o sin nada de ropa.
— ¿Por qué no le creyeron a Trey? —Pregunto, regresando al tema de la lesión—. ¿No era obvio?
—Porque Trey golpeó a Edgar antes, en la cara —afirma Roy encogiéndose de hombros.
Frunzo el ceño. — ¿Golpeó a Edgar? —eso no me lo había dicho.
Collin asiente. —Fue por Wynter.
Inclino el rostro y entrecierro los ojos. — ¿Por ella?
Asiente y baja la voz. —Es que Trey besó a Wynter.
—Ah —digo—. Lo sé, pero ellos habían roto.
Jade, Roy, Mario y Collin se miran entre ellos. Yo volteo hacia Destiny pero solo se encoje de hombros pues parece que ella no sabe nada de esto.
— ¿Qué? —rompo el silencio.
Jade toma el tenedor de plástico y juega con un pedazo de lechuga. —Fue en la fiesta de Edgar, de su cumpleaños —dice.
Estoy confundida. — ¿Y porque Wynter estaba ahí? Habían roto.
—No —Jade dice—. Ellos estaban juntos, subieron fotos y todo.
Entonces Trey me mintió. No entiendo porque lo haría, después de todo yo le conté sobe mi historia vergonzosa y no lo juzgaría. Tal vez si le gustaba Wynter.
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Editado: 18.03.2025