Algo que no podía hacer antes era salir con mi mejor amiga porque nunca he tenido una mejor amiga.
Pero ahora tengo a Destiny y confío en ella. En general, confío en todos pero esa nueva información sobre Trey me dejó confundida y ahora solo quiero hablar sobre ello con alguien que no me juzgará.
Así que Destiny y yo quedamos de ir a su casa. Para escapar de Trey solo le dije que íbamos a estar ocupadas con una tarea y que nos veríamos mañana. Él estuvo bien con ello.
Me siento al lado de Destiny cuando trae el tazón con palomitas de maíz. Destiny es una buena anfitriona, siempre ofreciendo comida.
— ¿Dónde están tus hermanos? —pregunto.
—Afuera —responde—. Pero ya volverán.
Asiento. —Está bien —estiro las piernas—, Um, oye, ¿escuchaste eso sobre el beso de Trey con Wynter?
Me mira antes de tomar algunas palomitas. —Sí. No hablaba con Trey antes y no sabía que eso había pasado pero sí escuché lo de la lesión. Trey estuvo yendo y viniendo con un aparato para el tobillo. Por suerte no fue yeso.
— ¿Crees que le guste? —pregunto.
Frunce el ceño. — ¿Quién? ¿Wynter? No creo. La verdad si yo pensara que le gusta alguien serias tú. Cada vez que entra a un salón te busca con la mirada y no voltea a verla.
Eso no debería provocar que mi corazón saltara pero lo hace. —Pero a mí no me ha besado. —suelto sin pensar.
Destiny sonríe. —Tal vez solo lo hizo por impulso —responde—. ¿Por qué preguntas esto? A ti te gusta, ¿verdad?
Me encojo de hombros. —Trey me agrada.
—No —toma el tazón y me ofrece para que tome—. Te gusta de… gustar realmente.
Eso no es una pregunta, es una afirmación y no podría estar más en lo correcto. —No. Pero mejor dime de tu romance de iglesia.
Bufa. —Romance de iglesia… solo lo veo en los domingos y a veces ni siquiera lo veo.
— ¿Tienes su número? —afirma—. ¿Por qué no lo invitas a salir?
Destiny suelta una carcajada y sus mejillas se tornan rosadas. —No puedo hacer eso.
— ¿Por qué no? Es la época moderna, ahora las chicas invitan a los chicos —digo.
Arruga la nariz. —Porque no. No sé si tiene novia, si está ocupado con otras cosas. Además, no creo que le guste. Él es muy lindo y yo, pues, soy regular.
Frunzo el ceño. — ¿Regular? ¿Desde cuándo ser perfecta es ser regular?
Vuelve a reír. — ¿Perfecta? Lani, yo no…
— ¿Qué? —Cruzo los brazos—. Ni se te ocurra hablarme de tus cicatrices porque eso te hace más perfecta.
—Lani, mis cicatrices no me hacen perfecta. No necesito que me hagas sentir bien, yo sé cómo lucen. No soy tonta.
Resoplo. —Tienes razón, tus cicatrices no son una característica que la gente tome como “belleza” pero tú las tienes ahí porque viviste algo horrible y aun tienes mucha bondad en tu corazón. No te llamo perfecta por tus ojos o tu cabello brillante o tu sonrisa que es más perfecta que mi estúpida ortodoncia fallida, te llamo perfecta porque todo el mundo ha sido una basura conmigo y tú eres muy buena y yo… yo soy la rota aquí, Destiny. Tú no.
No sé qué acabo de decirle pero las palabras solo salieron.
Destiny me mira por unos segundos, deja el tazón en la mesa, se levanta y me abraza. No sé porque lo hizo pero no me quejo porque la abrazo también y sin poder hacer algo al respecto, las lágrimas empiezan a salir.
—Lani, no estás rota —susurra.
Ella es un poco más alta que yo y cuando cierro los ojos, por unos segundos, me imagino que es mi hermana. Que finalmente me vuelve a abrazar. Que me perdona.
Que regreso en el tiempo y nunca arruiné mi vida.
—Lo siento —digo, limpiándome las lágrimas cuando nos separamos.
—Lani, ¿me dejas decirte algo? —Asiento—. Mira, yo te entiendo con todo esto que estás haciendo, también a Trey pero, yo no soy alguien que cree en la venganza. Yo te voy a ayudar, Lani, pero no quiero que te sigas lastimando.
Niego. —Destiny, créeme, he intentado todo pero no hay forma de detenerlos.
—Lo sé pero, ¿Estás segura que quieres esto? Yo pienso que hay una solución y que solo tenemos que sentarnos a pensar. Tiene que haber alguien que te ayude, como mi hermano. Es un adulto y te cree, ¿tus padres no lo harán? ¿Y si hablamos con ellos?
Estoy agradecida con Destiny por su preocupación pero sé lo horrible que fue vivir eso. Mis padres ahora me miran como una decepción. No necesito que pronuncien las palabras para que yo entienda que me ven como un fracaso y alguien patética.
No puedo volver a ver eso en sus ojos otra vez. Ya no quiero sentirme tan incomprendida y sola.
—Creo que Wynter se lo merece —digo—. Ellos fueron horribles conmigo, Destiny. Incluso… una vez… mi periodo…
Junta las cejas. — ¿Qué pasó?
Esto es vergonzoso pero es Destiny y solo estamos nosotras. —Que mi periodo me llegó por primera vez en la escuela. No lo sabía, estuve todo el día caminando con una mancha y me grabaron. Creo que ese fue el único video que quitaron porque violaba unas reglas de algo, no lo sé. Solo sé que aunque no esté en internet, está en la memoria de muchos teléfonos.
Inclina el rostro. — ¿Se burlaron de tu periodo? ¿Por qué? Todas lo tenemos.
Bufo. —Porque son ridículas y patéticas. Todos. No solo Wynter, unos chicos también y eso fue peor. Ellos me dijeron de todo, me hacían sentir tan vulnerable y expuesta.
—Oh, Lani, lo siento mucho —me vuelve a abrazar—. Has sido mi primer amiga y no sé, ojala pudiera haber hecho algo. Ojala nos hubiéramos conocido antes.
Ella también es mi primera amiga.
—Destiny —suspiro—. ¿A ti ellas te molestaban antes? Lo vi, varias veces, como se han metido contigo.
Se separa con la mirada hacia abajo. —Sí lo han hecho pero ya no me importa.
— ¿No te importa? ¿Realmente? —indago.
Se vuelve a sentar en el sofá y me muevo para sentarme a su lado. —Es que, cuando era niña ya lo viví. Había niños y niñas que eran muy buenos conmigo y eran amables pero siempre había alguien que nunca aprendió de la empatía. No voy a mentirte, sí me dolía pero mis padres siempre me han hecho sentir valiosa.
#154 en Joven Adulto
#3230 en Novela romántica
amigos y amor, escuela drama, venganza dolor y amor inesperado
Editado: 18.03.2025