Aunque Sea Mentira

43: Golpes

TREY

— ¿Entendido? —el entrenador Lane tiene una vena saltada luego de regañarnos por quince minutos.

El año pasado una chica en una escuela no tan lejos de aquí pasó por algo horrible, fue a una fiesta y le hicieron cosas muy malas. Lo poco que sé es que realmente no enfrentaron consecuencias pues todos ellos tenían dieciséis años y solo los suspendieron una semana.

Sé que hace unos años en esta escuela un chico acosaba a una compañera y se dice que fue a la correccional de menores.

Por eso hoy el entrenador nos explicó que dos personas de este equipo estaban en el baño con una chica y estaban a punto de hacerle algo malo. Él no ha dicho quienes fueron y cuesta adivinar pues honestamente, todos lucen un poco culpables.

Pero no puedo evitar mirar en dirección a Edgar. No sé qué tan capaz sea de hacer cosas malas, cosas a ese nivel pero presiento que puede cruzar límites. Edgar no es una buena persona, de eso estoy seguro.

El entrenador nos ha dicho que debemos respetar a las mujeres, que él está totalmente en contra de cualquier acto en contra de nuestras compañeras y que no defenderá a nadie sin importar el buen rendimiento en el equipo.

—Ahora, ¿Quieren que yo diga quienes fueron o van a tener la hombría de admitirlo? —sigue con esa voz fuerte y resonante.

Cuando conocí a Lani y supe que su padre era el entrenador pensé que eso era genial pero ahora me pregunto si alguna vez la ha regañado con ese mismo tono.

— ¿No? ¿Realmente no tienen el valor para hacerlo pero sí para encerrar a una chica en un baño? —Cruza los brazos—. Eric, Jett, pasen al frente.

Todos voltean hacia ellos con diferentes expresiones. Ambos caminan a un lado del entrenador, con los hombros caídos y las miradas hacia el suelo.

— ¿Tienen algo que decir? —pregunta.

Eric aclara la garganta. —No… no íbamos a hacer nada malo. No queríamos, fue un juego, una apuesta.

Jett se apresura a decir: —Edgar nos ofreció dinero.

Y ahora toda la atención está en Edgar, quien frunce el ceño. — ¿Qué? ¿Yo? No es cierto. Entrenador, están mintiendo.

Jett apunta con el dedo hacia él. —No mientas, Edgar. Tú querías que fuéramos a molestar a Lani, tú estás obsesionado con ella o algo.

Mis ojos se expanden. ¿Lani? ¿Dijo Lani?

¿La chica que encerraron en el baño fue Lani?

Después de clases ya no la vi, sabíamos que teníamos una reunión con el equipo y no he podido hablar con ella. Ay no, ¿Qué le hicieron?

Edgar bufa. —No es cierto, ¿Por qué estaría obsesionado con ella? no es más que… nada.

Se detiene cuando nota la mirada del entrenador, que es también, el padre de Lani.

—Yo no sé si tú, Edgar, hiciste una apuesta con ellos pero lo que sí sé es que has estado molestando a mi hija —ahora es como si el mundo entero se hubiera quedado en silencio, ni siquiera se escuchan los pájaros o motores de autos lejanos—. Lani no es solo mi hija, es una alumna de esta escuela y es tu compañera. No es correcto nada de lo que han hecho y les juro que van a tener consecuencias.

Edgar entorna los ojos. — ¿Qué? ¿Por qué? ¿Esto es legal? ¡Usted solo lo hace porque es su hija!

—No —el entrenador habla firmemente—. La cuestión es, ya he escuchado muchas quejas de ustedes y he tratado de pasarlas por alto pero si voy con sus compañeros, si voy con otros grados, me pregunto cuántas cosas les han hecho.

—Pero…

—Están expulsados del equipo —el entrenador afirma—. Voy a hablar con sus padres, todos ustedes será mejor que se comporten. Están a nada de cumplir dieciocho años, ¿Cuándo creen que van a madurar? ¿Acaso tienen que esperar a que los arresten? ¿Quieren seguir con sus juegos? Adelante, pero eventualmente allá afuera, alguien los detendrá y les prometo que no será agradable.

Todos siguen en silencio mientras que yo aprieto los puños. No puedo creer que le hicieron eso a Lani.

—Jett, Eric, vengan conmigo vamos a llamar a sus padres —mira a Edgar—. Tú, recoge tus cosas y vete de aquí. Estás fuera.

Edgar niega, torciendo los labios pero no contesta nada.

Es hasta que el entrenador y ambos compañeros están lejos del campo cuando Edgar patea uno de los conos y suelta varios insultos.

¿Él está enojado? ¿Por qué lo sacaron del equipo? ¿Y que hay con Lani?

Voy donde está Edgar y le empujo un hombro. — ¿Qué ibas a hacerle?

Me mira apretando la mandíbula. —Ahora no me hables, por culpa de tu estúpida novia estoy fuera.

Tomo su camiseta. — ¿Eres un idiota? ¿Qué le iban a hacer?

Sonríe con una mueca. —Todo lo que quieres hacerle.

Eso fue suficiente para mí. Lo empujé y calló sobre su espalda me incliné listo para golpearlo pero los demás chicos empezaron a tirar de mi para evitarlo.

Michael, uno que no es tan amigo de Edgar, me mueve a un lado. —Ey, ya basta.

Edgar también trata de acercarse a golpearme pero lo siguen reteniendo. Él se queja y forcejea pero no lo dejan.

—Ya basta —Damian habla—. Ya, ambos, quédense quietos. No hemos entrenado últimamente y ahora…

— ¿Puedes callarte? —Edgar lo empuja y se levanta—. Aun si entrenas sigues fallando, Damian.

— ¿Por qué te metes con Lani? —Le grito—. ¿Cuál es tu problema? ¿La odias porque te rechazó? ¡Acéptalo!

Edgar se pasa la mano por la cara y el cabello. —Dile a tu novia que se cuide, haré más que lo que hicieron esos dos.

—No, no lo harás —me acerco y finalmente, mi mano va directamente a su estómago.

— ¡Lani! —cuando la veo siento alivio.

Está sentada con Destiny, Roy y Jade en el salón de clases. No la he visto por un rato pues después yo estuve en la dirección por golpear a Edgar.

Y de nuevo, llamaron a mi hermana.

Me siento un poco mal pues mis padres trabajan casi todo el día y es ella quien se hace responsable de nosotros pero, ¿Qué puedo hacer? No iba a dejar que Edgar amenazara a Lani y que pensara que puede hacerle algo.




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