Prólogo

Hace 9 años

̶—¿Estás seguro que quieres hacer esto, no te parece algo precipitado?

̶—Claro que no, nos conocemos lo suficiente, ¿acaso no sientes lo mismo que yo siento? ¿Acaso no me amas?

̶—Por supuesto que te amo, eres mi todo.

Nos encontrábamos en la notaría, a escaso minutos de convertirnos en marido y mujer. Cuando Julián me propuso matrimonio me sentí feliz y al mismo tiempo asustada, no me sentía preparada para ello. Habló con nuestros padres decidido a dar el siguiente paso, ellos lo aceptaron encantados, aunque solo somos unos adolescentes y estamos estudiando podemos salir adelante.

̶—Vamos es nuestro turno.

He estado tan absorta en mis pensamientos que se me olvidó donde y con quien estaba. El lugar es cómodo, algo pequeño y discreto. Así era como queríamos que fuera, discreto. Pocas personas sabían de esto, solo nuestros padres, dos o tres amigos y nuestros testigos.

El notario pregunta a nuestros padres si están conscientes de este matrimonio, ya que soy menor de edad. Veo como mi madre saca de bolso algunos papeles, no entiendo bien que son, pero parece que el notario queda satisfecho al verlos.

No se cuanto tiempo pasa, el notario termina de hablar para ser nuestro turno e intercambiar anillos.

̶—Yo, Julián Speitzer, te tomo a ti, Aura Caballero, como mi esposa y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de nuestra vida.

̶—Yo, Aura Caballero te tomo a ti, Julián Speitzer, como mi esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de nuestra vida.

Miro al hombre que será parte de mí, no me importa lo que dicen a nuestro alrededor y nos besamos. Es tan cálido, embriagador, me alegra saber que este beso será uno de muchos, pero sobre todo marca el inicio de una vida juntos.