Aurea

Capítulo 1: La pistolera borracha

Una chica estaba disfrutando de ron en un bar cerca de la posada en la que se encontraba hospedada, la chica tenía una larga trenza blanca como la nieve con unos ojos verdes esmeralda que brillaban cada vez más cuando tomaba alcohol, esta chica era Belle Mulhall.

Belle Mulhall tambaleaba ligeramente mientras tomaba otro trago de ron. Sus pistolas colgaban de las pistoleras, listas, y sin pensarlo más, salió del bar. Detrás de ella, Auriel la seguía preocupado, intentando frenarla, pero sus advertencias caían en saco roto.

—Eh tú, ¡tengamos un duelo! —gritó Belle, con voz cargada de alcohol.

El chico frente a ella se giró. Pelo azul, ojos marrones, piel pálida. Miraba desconcertado, y no solo por la borracha frente a él.

—No hago duelos con borrachos, y menos si son mujeres —dijo el chico misterioso con una seriedad innata.

Belle se enfureció. Sacó sus pistolas y disparó al aire; un estruendo hizo que chispas de acero cayeran alrededor.

—¡Me ha dicho que no se enfrenta conmigo por ser mujer! —gruñó—. Mi nombre es Belle Mulhall, y espero que te quede claro, cateto.

Auriel suspiró profundamente al ver que no iba a ser capaz de detener a Belle.

—Bueno, veamos de qué eres capaz, mi nombre es Keanu Gaoth —dijo Keanu, sonriendo levemente mientras sus pistolas levantaban polvo del suelo y lo hacían volar unos segundos—. Esto va a ser divertido.

Auriel se quedó estupefacto ante la técnica del chico e intentó advertir a Belle.

- Belle, esto no es buena idea, mira de lo que es capaz este chico- expresó Auriel con tono de preocupación.

Belle construyó un muro de acero con sus disparos, separándolos.

—Vamos a hacerlo a la vieja usanza, sin trucos raros como el que acabamos de hacer ambos, así como hacían nuestros abuelos, con las cacharritas en las manos —dijo ella—. Auriel, cuenta desde diez.

Auriel comenzó el conteo con desdén y ganas de que el duelo acabase mientras Keanu se preparaba. Con un disparo rápido, lanzó las pistolas de Belle al aire. La chica, afectada por el alcohol, apenas pudo reaccionar.

—Oye, esas no son las reglas... —intentó protestar- Ni siquiera este chico... Su nombre me la trae floja, ha terminado el conteo.

Pero Keanu apuntó al suelo y devolvió las armas a sus manos, con una sonrisa ligera.

—Yo nunca dije que seguiría las reglas de nuestros abuelos. No mataría a alguien sin razón, y menos en tu estado, además tienes un buen aspecto para ser una pistolera que se emborracha, aunque bueno, al menos tienes buena compañía- Keanu intentó hacer contacto visual con Auriel pero este chico estaba todo el rato mirando al suelo.

Belle rió y guardó sus pistolas. Luego, tocando el hombro de Keanu, le miró con un brillo en los ojos.

—Oye, ¿por qué no te tomas unas birras con nosotros? Invito yo. - demandó Belle mientras no paraba de darle golpes en la espalda a Keanu y con una sonrisa de oreja a oreja.

Keanu miró a Auriel, quien parecía asustado, y luego a Belle.

—Nunca rechazaría unas birras, y menos de una señorita tan hermosa —respondió, con una leve sonrisa.

—Soy una señorita, pero recuerda: tengo unas pistolas muy bonitas. No me subestimes —advirtió Belle mientras entraban al bar y haciendo unas señas a sus pistolas recién guardadas en las pistoleras.

Auriel se quedó fuera, pensativo.

—Nunca hubiera imaginado que esto se arreglaría así —susurró para sí mismo.

El bar olía a madera vieja, a licor derramado y a un tenue rastro de humo que se mezclaba con la brisa salina proveniente del puerto. Las luces amarillentas parpadeaban, proyectando sombras alargadas sobre las mesas, las sillas gastadas y los clientes que charlaban animadamente o se entretenían con juegos de cartas. La música de acordeón llenaba los espacios entre las risas y el murmullo de los parroquianos, creando un ambiente cálido, caótico y acogedor al mismo tiempo.

Belle Mulhall entró tambaleante, aunque con paso firme, con las pistolas descansando en las pistoleras. Sentía la vibración del metal bajo sus dedos, un recordatorio silencioso de la fuerza que podía controlar aunque aún no comprendía del todo. Auriel la seguía a unos pasos, vigilante y silencioso, cruzando los brazos y evaluando la situación. Belle lo miró de reojo, intentando ubicar algún recuerdo, pero solo obtuvo un destello confuso, una sensación familiar que no lograba concretar.

—Una ronda para todos —dijo Belle, apoyando un brazo en la barra y señalando a Keanu, que la observaba desde el otro lado del bar—. Y que sea generosa.

Keanu se acercó con paso medido, evaluando cada rincón del bar, cada gesto de los clientes y, sobre todo, a Auriel, sin que Belle lo notara. Sus pistolas colgaban con naturalidad de su cinturón, y sus dedos descansaban sobre el metal, acariciándolo levemente. Cuando se inclinó hacia Belle, su sonrisa parecía ligera, pero sus ojos nunca se apartaban de Auriel, aunque Keanu sentía mucho interés por la pistolera.

—Vaya, parece que sobreviviste a nuestro duelo —dijo Keanu, apoyando los codos sobre la barra—. Y sin un rasguño, eso es algo que poca gente que ha combatido contra mí puede decir.

—Sobreviví —replicó Belle, arqueando una ceja—. Pero no digas que fue fácil. Tiraste mis pistolas como si fueran plumas- levantó los brazos imitando el majestuoso disparo que el peliazul había hecho minutos atrás provocando risas sonoras en el bar.

—Eso fue solo para probar tus reflejos —respondió él, con una media sonrisa—. Y debo admitir que tu muro de acero fue... impresionante- admitió con sorpresa.

—Sí, bueno —dijo Belle, jugando con los dedos sobre el frío metal de sus pistoleras—. No es que quiera presumir, pero tampoco me ando con rodeos - sonrío a Keanu levemente mientras esté apartó por unos segundos la mirada para observar a Auriel.

Auriel permanecía cerca, evaluando cada movimiento. Sabía que Belle no recordaba del todo quién era él, pero su presencia silenciosa era suficiente para mantenerla a salvo. Keanu, mientras tanto, no apartaba los ojos de Auriel ni por un instante, midiendo cada gesto del chico y anticipando posibles movimientos. Belle estaba concentrada en la conversación y las cervezas, ignorando por completo la vigilancia silenciosa.



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En el texto hay: fantasia, accion, aventura

Editado: 29.12.2025

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