Padre Damián

Apartir de ese día, comenzaron haber mas desapariciones de niños que iban con su madre y que eran arrancados de sus manos, por un ser volador con enormes patas como de buitre y uñas largas, no era una ave porque tenía rostro humano pero un humano que reflejaba maldad cuado arrebata a los niños de su madre y se los llevaba, se escuchaba claramente que se iba burlando a carcajadas, las desapariciones fueron a diferentes horas del día, eso causo más miedo.

Ya los padres salían sin niños y prohibían a sus hijos salir al patio, se comenzaron encontrar los cuerpos de los niños desaparecidos con rastros de que eran picoteados por ese ser, les comía sus ojos y medio los mordía, eso hacía hasta que los niños morían del dolor, se presume que en ese momento se elevaba para dejarlos caer desde la altura en el centro de la ciudad, ya eran cinco cuerpos en las mismas condiciones; esto a llevado a la conclusión de que la bruja se está vengando y lo hace por gustó, no por hambre.

Durante las dos semanas siguientes, se corrieron algunos comentarios de los habitantes de Swirl, sus hijos tenían miedo al dormír ya que la Bruja se les aparecía en sus habitaciones, abajo de la cama, dentro de los clósets, en los espejos de los baños, cuando despertaban abrían los ojos y la veían arriba de ellos, ella pegada al techo, salía volando hacía ellos con un grito estremecedor, su rostro se veía desfigurado, con granos y grietas en piel, el olor que dejaba era apestoso, peor que las coladeras de los drenajes de aguas negras, era tan fuerte que comenzaban a vomitar, y si sin ninguna duda era ella; Aurelia la señora de los dulces convertida en bruja.

El comandante después de volver en sí, y sus estudios médicos, decidió ir a buscar a la señora Aurelia y su ayudante para su detención, tenían que pagar por lo que hicieron, a los otros dos también los interrogaron pero no se les encontró culpabilidad alguna y decidieron dejarlos libres, con la advertencia de que no trabajarán más con la señora Aurelia.

El comandante Stevens, Fernando y Rogelio, fueron en la tarde al domicilio de la señora Aurelia, pero ninguno de los dos fue visto, dieron un recorrido por toda la casa, había muchos dulces de todos sabores, encontraron la bolsa negra y contenía más productos, Fernando descubrió que abajo de la mesa se veía como un escondite, quitaron la mesa, descubrieron cosas de santería y brujería envueltas en trapos rojos y negros, ¡apestaban horrible!, 

Rogelio comentó:

--- varias de estás hierbas extrañas son de los cerros, solo ahí se dan y puede ser que por ahí se escondan las señora Aurelia y Porfirio hay muchas cuevas con pinturas rupestres.

Rogelio salía muchas veces de campamento con sus primos, por eso conocía en dónde crecían esas hierbas.

--- tenemos que ir, hay que hacerlo  por los niños y por la tranquilidad del pueblo, pero debe haber otra  manera porque ésto ya es con magia-- comentó el comandante Stevens preocupado.
--- tenemos que ir a ver a un cura que sepa cómo combatir esa clase de magia-- comentó Fernando.
--- ok, pues vamos primero a la iglesia del centro, ahí nos dirán a quien podemos acudir-- dijo el comandante mientras seguía husmeando.
La gente bien sabe que un cura autorizado puede ayudar, pero esto no es una posesión, en éste caso es pelear contra una bruja o un demonio en un cuerpo que está dispuesto a hospedar a ese ente, por lo que su poder puede ser muy grande, se debe contar con muchísima experiencia, aparté de tener las herramientas necesarias, pero ellos estaban convencidos que el cura de la iglesia en base a lo mencionado, les daría la mejor opción.
Llegaron a la iglesia más famosa de la ciudad y encontraron al padre de la iglesia su nombre, Damián que a pesar de caerle bien a todos sus feligreses por contar chistes en  misa, no ese de la televisión, siempre lo confunden, el era un payasito de crucero en un pueblo abandonado, pero al cura de ese pueblo le dió infarto y murió, ese payasito se dió cuenta que de las limosnas se vivía bien, le robó unas vestimentas de cura al que se murió y de ahí le dicen padre, al contar chistes después de misa les fascinó, así empezó su vida de cura.
El padre Damián  sabía quién era el indicado para solucionar el problema, ojalá y sea así amigos, sino seguiran desapareciendo más niños para después aparecer pero muertos.
--- Buenas tardes padre Damián, soy el comandante Stevens, estoy... --y al mismo tiempo interrumpió con voz fuerte y agradable el padre Damián... 
--- ¡Hola hijo, cómo estás, quién te regaño!...-- dijo el padre con una gran sonrisa en su rostro.
jajajaja ese padre Damián siempre me a caído bien, ojalá cuente uno de sus chistes, ¡son buenísimos! y espero que no se moleste el comandante Stevens o lo saqué de sus casillas, veamos...
--- nadie padre, estoy investigando los  casos de homicidio que sucedieron recientemente, dijo en voz baja el comandante,  porque así se habla dentro de un templo...
Nuevamente con una voz fuerte comentó el padre Damián:
--- te escucho hijo, te escuchó, tu sígueme platicando mientras me hecho un caballito de vino de consagrar, es que tengo una jaqueca !que no aguanto más¡, parece que tengo a mi suegra cuchichiandome al oído todo el día, ¡jajajaja!, no es cierto hijo, tu sígueme platicando....-- dijo mientras sacaba cuatro caballitos tequileros les servía y se los daba...
!jajajaja, les dije amigos, es fenomenal!, cuando el gobierno dijo: vamos a traer a los mejores a poblar está ciudad, no mentía.
--- no padre, ahorita no tomó estoy en horas laborables y me urge que nos ayude a encontrar... y en éste preciso momento interrumpió el padre Damián dándole un caballito a cada uno diciendo:
--- haber muchachos, no me van a dejar solo, solo es una pal frío, sigue platicando hijo, sigue platicando... decía el padre Damián mientras sacaba cinco limones y los partía, los puso en un platito y sacaba la sal, todo esto mientras se veían uno al otro con su caballito en la mano...
--- entonces quieres que vaya a darles los santos óleos a los niños, dijo el padre Damián mientras sacaba una botella de "tequila Don Ramón", haciendo al mismo tiempo el ademán de salud para terminar con el vino y seguir con el tequilita...
En ese preciso momento pensaron los tres, el padre Damián nos quiere poner pedos, solo se vieron uno al otro con una sonrisa, como diciendo ya estamos aquí.
--- no padre, la situación es muy delicada-- comentó el comandante Stevens mientras el padre Damián,  les quitaba sus caballitos para llenarlos de tequila... te escucho hijo, sigue...
---fuimos a ver a la señora que vende los dulces afuera de las escuelas-- dijo el comandante y en ese momento interrumpió el padre Damián con singular alegría:
--- ¡Aurelita!... si me enteré que estaba vendiendo dulces, es muy visnera, fíjate que me llegó vendiendo una copa de vino de consagrar en chapa de oro con brillantes incrustados de España quería setenta y cinco mil pesos se me hizo caro, hace mucho  tiempo que no la veo, ¡estaba medio chiflada!, decía que era bruja cuando estábamos más jóvenes, que mé iba a dar toluache para que no la dejará, jajajaja se rió el padre Damián, mientras daba los caballitos servidos y alegremente decía salud.
Todos se sintieron bien recibidos, cómodos y en ambiente, al mismo tiempo todos dijeron salud.
--- Pues exactamente fuimos a ver a ella por ser sospechosa de homicidio, el y uno de sus chalanes--  en ese momento el padre Damián saco cuatro vasos de cristal y comenzó a servir-- sigue hijo, te escuchó... -- dijo el padre Damián...
--- Pues para no hacer más largo ésto, la detuvimos y al chalán también-- en eso el padre Damián les cambió los caballitos por los vasos servidos y les dió su limón a cada uno... --y luego hijo... --Dijo el padre Damián
--- en ese momento el comandante Stevens, alzó su vaso frente al grupo y dijo en voz más fuerte--salud...-- todos siguieron el ejemplo alegremente...
--- pues entramos a interrogarla y se fue transformando como si estuviera poseída padre-- en ese momento levantó su vaso Fernando y alegremente dijo salud, nadie se quedaba atrás...
Interrumpió Rogelio diciéndo-- a mí me dió miedo-- mientras daba un trago a su vaso...
--- ¡comenzó a temblar en la comisaría y a romperse las paredes y las puertas se doblaban!!-- dijo el comandante con emoción mientras tomaba un trago grande de su vaso... el padre Damián, escuchaba con atención mientras se servía otro vaso...
--- También floto y tenía mucha fuerza--dijo Fernando mientras le daba su vaso para que le sirvieran más... --¡A cabrona!-- Exclamó el padre Damián... --aviadora...--
--- ¡luego la pinche vieja me dió un madrazo que me desmayo, viera cómo me dejó!-- dijo Stevens mientras mostraba su mejilla hinchada --- ¡Ay, cabron que madrazo!..-- dijo el padre Damián...
--- ya, no se preocupen, mañana vemos a Jonás, es un cazador de brujas y demonios, !es muy chingón¡-- dijo el padre Damián...
en eso levanta su vaso el padre Damián diciendo salud con el comandante Stevens, mientras alegremente exclamaban Fernando y Rogelio, --!un Hidalgo, un Hidalgo!...¡va! --dijeron el padre Damián y Stevens cruzando sus brazos y bebiendo hasta no dejar nada, hasta la última gota.
Acabando ese Hidalgo, el comandante Stevens, Rogelio y Fernando, empezaron a animar con aplausos al padre Damián, ¡¡chiste, chiste, chiste...!!
--Hay tenían que estaba un cura en su iglesia bautizando al por mayor, en eso pasa otro niño...--
Cura: ¿Qué nombre le va a poner al niño?
Madre: Lunes tormentoso.
Cura: Pero si eso no es un nombre…
Madre: ¿Ah, no? ¿Y Plácido domingo sí?.... Jajajaja
¡¡Otro, otro, otro...!! decían risa y risa... bueno bueno, hay a otro, decía el padre Damián mientras alzaba su copa para brindar...
--Hay tienen a un padre en la entrada de la iglesia dando la bienvenida a todos los feligreses, cuando de momento ve a una chica, y pensó: ay, mamacita estás riquísima, lástima que si te paso, se van a encabronar y no van a dar buenas limosnas, lo siento tendré que sacarte biscochito... en eso: hija, con esa camiseta tan trasparente no puedes entrar a la iglesia.
Pero, Padre, tengo el derecho divino…
Y el izquierdo también, hija, pero así no puedes entrar...   ¡jajajaja!
Todo era alegría y felicidad, así se la pasaron toda la noche.