1
Me deje caer al abismo del amor,
era mi sueño,
amarte eternamente.
Cuidarla y mimarla,
buscarla y enamorarla,
y terminar muriendo en tus brazos.
Este es el amor que le dejo,
por el cual aún soy terco de olvidarla.
2
La luna sonreía al vernos,
dos llamas de fuego,
umbral del caos.
Ahora brilla,
iluminando nuestro inevitable destino,
borrando lamentablemente,
nuestra historia.
3
Que aroma tan relajante,
va creando sueños hermosos,
el aroma no desaparece,
sigue ahí, ahogándome de placer,
me baña de locura,
me llena de alegría.
Una flor inmarcesible,
que vuelve mis sueños
historias eternas
llenas de suspenso.
4
Que tranquilo es este lugar
es como si esta flor con su aroma
hipnotizara a todos,
haciendo que todos la vean
con mucha admiración.
Es muy hermosa
una flor blanca que brilla en la noche,
más que la luna.
5
Me escaparía al infierno para olvidarte,
Quemaría mi corazón para dejar de amarte.
6
Te he llegado amar sin conocerte,
Fueron tus ojos dagas
Que sellaron mi corazón
Encarcelando el amor.
Mas hoy he de olvidarte.
Pues tu amor no es merecido.
Bajo esta noche,
7
He de buscar una nueva estrella,
Que mi amor sea correspondido.
En este silencio,
He de escuchar la voz
De una nueva princesa,
En este delirio,
He de ver el rostro
De mi hermosa amada
La musa de mis pensamientos
8
No nos engañemos,
Mi bella estrella roja.
Mi musa inspiradora,
Aun no es el momento,
Momento de nuestro ansiado,
Ansiado encuentro.
Aun el fuego de nuestra despedida,
No ha sido apagada,
Por el frio del invierno.
Las gotas de roció,
Aun queman mi alma.
9
Aun mi corazón,
Teme verte a los ojos.
Y terminar esclavo,
De tu radiante belleza.
10
Ella era fría,
Tan fría,
Que quemaba su mirada.
Yo la esperaba,
Y ella venia,
Pero cada paso,
Era un kilómetro más...
Uno más que nos separaba.
Era única,
Que la encontraba...
En cualquier lugar,
Que buscaba mi mirada.
Ella me odiaba,
Ella no me quería,
Ella solo cuidaba mi corazón,
Con mucha alegría.