1
Y no me pidas que la deje de amar,
si no ha podido detener la lluvia,
ni mucho menos que las nubes brillen de noche
2
Eras muy linda,
flor de desconocida esencia,
entonces una sonrisa bastaba,
y mi corazón era un babel de sentimientos
3
Te amé,
al ver que eras la combinación de todo lo hermoso en el universo.
Te amé,
Cuando tu esencia invadía todo lo que toca, llenándolo de felicidad.
Me dije que sonreiría la próxima ves,
Pero resulto ser el mayor dolor.
Cuando un luchador no puede entrar al campo de batalla, de que sirve su vida.
Si un poeta no puede escribir para su musa,
De qué sirve la inspiración,
De que sirve un loco enamorado,
Si no te puede amar.
4
Era un ángel inusual,
su belleza no resplandecía con un brillo blanco y tampoco te cegaban.
Ella era roja, sus mejías, sus labios…
Y cuando despertaba, la oscura noche se pintaba de rojo, al igual que mi sangre, que ella robo en un beso.
5
Era una noche de invierno,
las nubes ocultaban la luna,
una bella y triste
melodía afligían mi corazón,
cerraba mis ojos y me imaginaba tu rostro,
que hermosa eras...
Entonces venia un suspiro,
y el sueño mío detrás lo seguía,
quedando dormido entendí,
que ese sentimiento era amor.
6
Ella era la flor más hermosa, florecía en todas las estaciones del año.
Pero causaba demasiada tristeza a mi corazón.
Cuando mi alma se siente solo,
suelo acercarme a ella,
escuchando una bella melodía,
cierro los ojos y percibo su bello aroma.
Toco con mis labios algunos pétalos,
y mi alma llora, recordándola
7
Sálvame de esta agonía,
de esta noche oscura,
sálvame de tu olvido,
que viene y me tortura el alma.
No dejes que mi corazón...
aun sufra por ella.
Sálvame...
muéstrame la primavera oculta,
que se esconde en el alba,
pero florece en mis sueños.
No dejes que mis suspiros,
vuelen perdidas en delirio.
8
Mi historia de locuras sin fin,
mi princesa, mi sueño...
No me pidas que cambie,
déjame amarte con esta ilusión.
Déjame luchar guerras que nunca ganare,
Solo por un poco de esperanza,
de estar para siempre a tu lado.
9
¿Cuántas princesas puede tener uno?.
Cuántas historias de fantasía vive uno.
Y cuántos finales debo de escribir,
para dejar la nuestra muy al fondo del abismo
10
Sonreía y era todo lo que importaba,
la primavera llegaba y en ella el cofre, con una gota como llave, el corazón se liberaba.
Sonreía y era el resplandor de su mirada, que muy tentadores, las alas de mi corazón cortaba.
Sonreía y era mi princesa, la protagonista de mis cuentos de fantasías.
Sonreía usted, y toda las estrellas del cielo, chocaban votando chispas de alegría.
Y seguía sonriendo, sin importar el caos que su sonrisa ocasionará.
Creo poetas, y ellos poesía, al ver que su mirada, eternamente los enamoraba.
Sonreía, siempre sonreía, a pesar de una derrota, con lágrimas en el rostro, ponía sus puños cerrados y con un impulso se paraba, volviendo a sonreír sin que yo me lo esperara.
Y sonrió para toda la vida.
Pero su sonrisa ya no me iluminaba, la luna estaba sonriendo,
Pero había nubes negras que ocultaban su sonrisa.