Los altos faros de la noche iluminaban la sombra de una mujer descalza corriendo, gimiendo y dando gritos en silencio. Vestida con apenas una sabana blanca que improvisaba un vestido llego a la estación de policía, cayendo al suelo rendida de dolor. Entre varios fueron a socorrerla, tenia los pies mojados por la lluvia, moretones en todo el cuerpo y cortes a la altura de los brazos y el pecho. Los hombres de azul la cargaron hasta la enfermería de la estacion.
- Doctor despierte
Sanchez quien estaba durmiendo en una silla despertó de golpe. Al ver a la mujer la hecho sobre la camilla y procedió a quitarle la sabana y corroborar sus signos vitales.
- Aun esta con vida - dijo - Debemos que llevarla al hospital.
Al oir esas palabras el miedo volvio a brotar en la sangre de la mujer, con los ojos cansados y apenas respirando le tomó la mano sin poder pronunciar una palabra.
«No... Al hospital no... Por favor» parecia decirle.
Sanchez ignorando la peticion de la mujer dio la orden de trasladarla mientras, él cogia el telefono informando de su llegada al nosocomio.
Una lagrima se osomo en un ojos de la mujer quien fue llevada en la patrulla hacia el hospital.
- Doctor, una mujer con heridas múltiples viene hacia aquí en una patrulla. - Indico la recepcionista.
- Gracias Camila yo la atenderé. «Aurora... Esta vez no escaparas de mi...»