III

Aurora había caído del asiento hacia el suelo del vehículo. Su rostro besaba las pequeñas alfombras de la patrulla. Cuando los policías se percataron del hecho ambos bajaron a ayudarla y la llevaron sobre los hombros hacia la sala se urgencias. Aurora estuvo consciente todo el tiempo, veía borroso y el tiempo parecía relentizarse. Escucho que uno de los policías hablaba con la enfermera y ella le respondió q se harían cargo de la paciente. «Estara con el doctor Luis Figueroa todo el tiempo con ella, es el mejor medico del hospital». Aurora quería huir, quería sacar fuerzas de donde no tenía para salir de alli. Entre tanto Carrasco y Ventura esperaban sentados en la sala de espera. 
- ¿No debemos volver a la estación? - preguntó Carrasco 
- Si hubiera algo importante ya nos habrían llamado, relajate e intenta dormir un poco. - Respondio Ventura mientras se acomodaba de brazos cruzados en una silla para poder dormir.
- ¿Pero y el grito de la mujer que escuchamos en Amat? - volvió a preguntar Carrasco, a lo cual solo recibió en respuesta un ronquido por parte de su compañero. Carrasco tomo las llaves, encendió la patrulla y volvió a dirigirse hacia la Amat. «La mujer estara segura mientras Ventura la espere». 
- Doctor aquí le traje a su paciente - anuncio la enfermera. 
- Bien... Veamos... - Suspiraba Figueroa mientras fingía examinar y prestar interes en su paciente. Aurora tenia los ojos cerrados, por miedo a lo que ese hombre le había hecho horas atrás - Esta estable, sin embargo quiero examinarla un poco más antes se dejarla en cuidados intensivos. Puedes retirarte Maria, yo te llamare si ocurre algo. 
Cuando escucho los pasos de la mujer alejarse por fin se dirigió hacia Aurora - Se que me escuchas, se que no corres peligro de muerte, es irónico que hayas llegado a parar a mis manos. Supongo que el destino quiso que completara lo que había empezado ¿o acaso no recuerdas porque estas aquí...?