Autodestruccion Inminente

Capítulo 4: LA CULPA ES DE …

Una vez que estuvieron listos, el anciano continuó con su explicación.

  • Permítanme situarlos en el contexto en el que se encontraba el mundo en aquel momento -continuó con voz serena pero firme-. La problemática de la sobrepoblación planteaba desafíos significativos en diversas áreas. La escasez de recursos naturales como alimentos, agua y energía estaba alcanzando niveles críticos, lo que conducía a la explotación desmedida y degradación del medio ambiente a un ritmo alarmante. La pérdida acelerada de biodiversidad amenazaba la estabilidad ecológica del planeta. Además, la creciente demanda de infraestructura y servicios superaba con creces la capacidad de respuesta, generando congestión urbana y tensiones sociales palpables. Muchas comunidades carecían de acceso a servicios básicos, lo que agudizaba la desigualdad social y económica, y repercutía en problemas de salud, desnutrición, muerte prematura y violencia.

En definitiva, el desequilibrio económico derivado de la superpoblación impactaba de manera profunda las esferas de la vida, afectando a todas las regiones del mundo, en mayor o menor medida. Para hacer frente a estos desafíos, se requería la implementación de medidas urgentes con una visión sostenible, equitativa y holística, que tuviera en cuenta los aspectos económicos, sociales, culturales y medioambientales propios de cada contexto.

  • ¿Por qué no lo solucionaron? -se escuchó la voz de otro espectador inquieto.
  • Efectivamente, es más fácil decirlo que hacerlo -respondió el anciano con una pizca de resignación en su tono-. Resolver esta problemática requería enormes esfuerzos y cooperación a nivel global, pero lamentablemente los intereses particulares de unos pocos prevalecieron sobre el bienestar colectivo. En el caso de los despreciables, su enfoque no estaba en mejorar la calidad de vida de las personas, sino en asegurar su propio poder y dominio.

El crecimiento descontrolado de la población suponía una presión adicional sobre los recursos disponibles, complicaba el control y la manipulación de las masas, y generaba conflictos que podían amenazar su posición de poder. Por lo tanto, era imperativo para ellos tomar medidas para reducir y controlar la población.

  • ¿Cuándo hablas de reducir la población, te refieres a matar? -preguntó alguien con voz temblorosa.
  • No de manera directa -respondió el anciano con solemnidad-. Esta élite, consciente de la importancia de mantenerse en la sombra, llegó a una perturbadora conclusión: la autoeliminación de la población era la forma más conveniente de lograr sus objetivos. Mediante una astuta manipulación psicológica, sembraron semillas de odio en la sociedad; explotando temas sensibles, crearon un entorno tóxico donde las voces extremas y retorcidas eran amplificadas y alimentadas. Utilizando una retórica violenta y agresiva, generaron conflictos entre diferentes grupos sociales y étnicos, profundizando así las divisiones y discordia entre ellos.

Desestabilizaron las bases éticas y morales, cambiaron las estructuras mentales de la sociedad, alterando la percepción de lo que era bueno y normal, y justificando acciones que antes eran consideradas inaceptables. Valores como el amor, la solidaridad, la compasión y la empatía fueron erosionados y reemplazados por el odio, el egoísmo, la ambición desmedida y la indiferencia hacia los demás. La humanidad se autodestruía sin siquiera darse cuenta, mientras ellos observaban desde la distancia. Generaron divisiones profundas entre las personas, alimentando la intolerancia y la falta de comprensión, lo que a su vez desencadenó tragedias y sacó a relucir lo peor de la naturaleza humana.

  • Pero eso es horrible -exclamaban algunos.
  • Los despreciables observaban cómo la sociedad se transformaba y no les dolía. La consideraban una masa inconsciente, consumista y aniquiladora, una fuerza que agotaba los recursos y generaba caos.

El anciano procede a explicarles las diferentes fases del plan, cuidadosamente diseñado. Estas etapas se resumen de la siguiente manera:

  • 1. Etapa de Incubación (2001 a 2010): Durante esta fase inicial, se formaron grupos de investigación y desarrollo tecnológico para sentar las bases del plan. Se buscó sembrar semillas de desigualdad e inconformismo en la sociedad, generando tensiones y divisiones que allanaran el camino para futuras acciones.

2. Etapa de Desestabilización (2011 a 2025): En esta etapa, se llevaron a cabo pruebas y se establecieron nuevos requerimientos para los avances tecnológicos. Se buscó generar caos en la sociedad mediante la manipulación de grupos radicales creados con ese propósito. A medida que las protestas se intensificaban, la polarización y la violencia crecían, llevando consigo muerte, ruina y destrucción.

3. Etapa de Infiltración (2026 a 2035): Durante esta fase, se implementó masivamente la automatización y se produjo un cambio en las estructuras mentales de la población. El objetivo era generar caos en todas las regiones para debilitar los sistemas existentes y aumentar el control sobre la sociedad. Aprovechando el odio generado, se crearon guerras internas entre naciones, sumiendo a la humanidad en un estado de devastación y desesperación.

4. Etapa de Control (2036 a 2045): En esta etapa, se terminó de implementar la tecnología desarrollada y se ejerció un control genético sobre la población. Las personas fueron sumidas en un estado de letargo y se probó la efectividad y el poder del plan, ejerciendo un control aún mayor sobre la población.




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