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Hay historias que me encanta contar y otras que temo que si lo hago perderían su esencia, en esta ocasion solo me sentare y observare aunque no niego que realizare alguno que otro comentario de la historia, la misma a la que me gusta llamar el unicornio y el demonio.
Mila
Camino fuera de los grandes edificios rumbo a los miradores ubicados en el malecón, ¡demonios! no Debí traer estos tacones es lo que grita mi mente con cada paso, estaba realmente atormentada como para pensar en mi acompañante.
- Mila si no te apresuras nos vamos a perder los fuegos artificiales. - me grita Maximiliano, lo que me hace gritarle una maldición de regreso. Si una persona prácticamente gatea a tu lado por el hecho de que le grites no significa que lo harás ir más rápido. Max y yo nos conocimos en primer curso luego de que él estuviera fastidiando en clase, lo obligaron a sentarse junto a mí en el taller de música y desde entonces él ha sido mi mejor amigo, aunque aún guardo cierto rencor por haber robado mi para el proyecto de ciencias.
- ¿podrías darme aunque sea la mano? - me detengo a medio paso con el malecón sonriéndome de frente como una proeza a la cual observo frustrada, ya no quería caminar. – Eres imposible – susurra entre dientes, no le queda más opción que volver por mí, fastidio es todo lo que refleja su cara, jamás se ha caracterizado por ser Mr. paciencia y yo siempre he creído que la paciencia es un arte que no a todo el mundo le fue dado.
Sonrió al ver como toma mi mano y me comienza a arrastrar a la gran masa que se empieza a formar, su mano es tan grande como para cubrir la mía pero la sostiene de una manera vaga. Hoy se celebraba la unión de las tres casas. Asburton la cual era la casa de Max, Marbone que es la mía y Lumsherden la cual era en la que vivimos, hace mucho tiempo, más tiempo del que tengo en esta tierra cada una tenía su propia autonomía y territorio, las casas Vivian en armonía hasta que Coburg la cuarta casa encontró minas pobladas de Grandidierita un extraño mineral que bajo buen uso producía energía, en Lumsherden. Por lo cual para que este no se enterara de su preciada posesión ignorada esta cabo un túnel desde Coburg hasta Lumsherden el cual pasaba por Asburton y Marbone este último dio el aviso de haber encontrado un túnel en sus tierras, lo que ocasiono gran disgusto sobre sus líderes, hubieron grandes pleitos hasta que finalmente optaron por olvidar dicha falta pero Coburg no estaba dispuesto renunciar a la mina de Grandidierita. El territorio enemigo que se negó a firmar un acuerdo de armonía y una noche ataco a todas las casas, la guerra se prolongó por meses hasta que se extinguió, dejo a los territorios devastados y solo uno de los tres territorios quedo en pie, se dice que Lumsherden el cual poseía tierras más grandes no se vio tan afectada por la guerra y como un acto de confraternidad acogió a todos los sobrevivientes y los dejo conservar el nombre de sus casas y elegir a un representante para la cámara en la cual el líder es de Lumsherden.
Siempre me dio curiosidad Lumsherden, sus sucesores a diferencia de los nuestros que son elegidos por votos, es por sangre, son la autentica realeza. Aunque cuenta con muchos ciudadanos que forma parte de los comités solo los descendientes de la sangre noble pueden asumir el mando.
- mira Mila están llegando los cascos azules - soy sacudida con fuerza de mi hombro derecho y sonrió, los cascos azules son la guardia de Lumsherden, eran considerados hombres valerosos y a diferencia de otras guardias, era tan complicado el ingreso como al área 51. ¿Qué se yo del área 51? Demasiado, cuando tenía trece obligaba a mi madre a comprarme libros de historia sobre aquel área que en su tiempo logro perturbar a todo un millar de personas.
- shh- Lo codeo - pareces un niño, ya cállate – respondo con cierto fastidio, el me saca la lengua, el acto más digno para un niño de cinco años, lanzo un bufido y re dirige su mirada al escenario que era decorado con los relucientes cascos azules.
De pronto sonaron unas trompetas y los fuegos artificiales empezaron a salir con los colores de cada casa, color gris para Asburton, turquesa para Marbone y dorado para Lumsherden. En medio de los aplausos empezaron a subir los representantes de cada casa y por último nuestro próximo líder en la cadena de sucesión.
Él siempre iba de negro, siempre estaba serio y no sólo parecía lo era. A veces me pregunto si eso tenía algo que ver con sus ojos, Valerian Vagnoni poseía unos ojos blancos con toques gricescos que le me daban la impresión de que estaba ciego pero era el chico más llamativo de Lumsherden. No exagero cuando digo aquello, muchos le atribuían belleza a su color de ojos y otras le apostaban a ¨los poderes que poseía su casa¨. Según cuentan una vieja leyenda que se esparcía como dulces en fiesta y la cual escuche más de una vez en la escuela decía que Todo niño nacido de sangre pura en casa Lumsherden poseía algún extraño poder tan oscuro como para hacer parpadear a la estela más brillante. Pero esto solo era un rumor que nos siguió hasta la universidad supongo, ya que él era el único que quedaba de sangre pura y esto no podía ser comprobado por otros. El resto de nosotros nacíamos fuertes y más hábiles que los humanos que nos precedieron pero eso no nos agregaba algún tipo de genialidad o particularidad extraordinaria.