Carla era una joven estudiante que trabajaba en un bar para pagar sus estudios. Un día entró al bar un joven de aspecto desaliñado, pidió un café, pagó con una moneda vieja y se quedó dormitando en la mesa. Anochece y el encargado lo quizo hechar pero Carla intercedió: "afuera hace mucho frío, seguro no tiene donde pasar la noche". -" Me da igual, si quieres llevalo a tu casa". Ella despertó suavemente al joven y le pidió que se marchase, él se marchó sin percatarse que ella había introducido un billete de 10 euros en su bolsillo.
El bar cerró y Carla como ya no tenía dinero para el taxí optó por caminar hasta su casa, hacía frío así que apuró el paso, pero se percató que alguien la seguía, podía escuchar sus pasos, ella caminó lo más aprisa que pudo, todo estaba solitario no podía pedir ayuda a nadie... en eso vió un bar abierto, entró pensando ahí llamar a su amiga para que la recoja en su carro, el bar estaba vacío, sólo una joven que limpiaba el mostrador, Carla le explicó su situación, -Entiendo que estas asustada, si quieres puedes pasar la noche en mi piso que queda cerca"
"No llamaré a mi amiga"- pero no encontró su celular y no sabía su número de memoria, entonces de nuevo la camarera le ofreció su piso, Carla aceptó, la joven le parecía bondadosa. -"Voy a ver que todo esté en orden en la despensa y luego nos vamos". Regresó y juntas abandonaron el bar y llegaron a un edificio destartalado, Carla lo miró sorprendida pero la otra joven le dijo que aunque parecía viejo por dentro no estaba mal, entraron y todo parecía ruinoso... pero no tuvo tiempo de decir nada más, cuando un hombre surgió de la sombra la agarró con fuerza tapándole la boca y la camarera en vez de ayudarla solo sonreía.
Ironías de la vida, por huir de un chico malo, caes en manos de otro peor, -"él es mi hermano gemelo y le gusta bomboncitos como tú, lo llamé mientras iba a la despensa, él te hará el amor y yo miraré cosa que me gusta mucho y después lo siento por tí, no podemos dejar testigos. Entonces el hombre la arrastró hacía dentro dispuesto a violarla... pero entonces pasó aquello, de las tinieblas surgió un enorme lobo negro con ojos color sangre, la camarera al verlo salió huyendo aterrada, el hermano tiró a Carla y se enfrentó a la bestia sacando una navaja, pero un lobo gigante no es lo mismo que una chica indefensa, así que cayó al piso con la garganta destrozada, Carla al ver esto se desmayó de pánico.
Ya era de día cuando ella recobró el conocimiento, el cadáver del gemelo estaba ahí en un charco de sangre, pero el lobo había desaparecido, en eso Carla vió dos papeles bajo un fragmento de tela... uno era un billete de 10 euros, y el otro era un papel donde estaba escrito: "Perdona que te siguiera anoche, pero quería devolverte el billete... los lobos no necesitan dinero."