La casa donde crecí y pasé casi toda mi adolescencia es algo antigua, perteneció a mi bisabuelo paterno y después a mi abuelo donde crió a su familia y con el tiempo heredaría mi padre.
Mi familia, como muchas otras tienen figuras religiosas colgadas en algunas paredes y había una en concreto que me daba cierto miedo de niño, era un busto de la cara de Cristo con los ojos cerrados.
Hubo un tiempo en el que donde estaba el Cristo pusieron una televisión y cuando venían mis primos ahí nos dejaban ver caricaturas o alguna película, mis primos de mayor edad siempre nos asustaban diciendo que si lo veías fijamente abriría los ojos y te vería fijamente y que esa mirada te perseguiría en tus sueños, quizá ahora suena muy tonto pero uno de niño creé en todo y siempre terminábamos muertos de miedo.
Recuerdo que un día tormentoso me metí a buscar algo en ese cuarto cuando para mi mala suerte se fue la luz y mientras intentaba a tientas salir sin tropezar con algún mueble tuve esa desagradable sensación de que a mis espaldas alguien me miraba y un escalofrío recorrió mi cuerpo recordando que serían los ojos de Cristo intenté calmarme y salir lo más rápido posible, pero algo en mi me hizo voltear aunque no lo quisiera, al girar, en una de las esquinas pude ver una sombra altísima tanto que estaba encorvada en el techo intente no gritar y solo seguir caminando a la salida, pero ahora sin darle la espalda a esa cosa lo que sea que fuera, se me hizo eterno el caminar de espaldas hasta dar con la puerta y salir del cuarto mientras cerraba la puerta pude notar que esa cosa estiraba uno de sus brazos en mi dirección pegué un salto de la puerta pensando en que la abriría y choque con mi mamá quien me pregunto qué era lo que me sucedía y decidí no contarle nada, sé que no iba a creerme.
Esa noche tuve una pesadilla, soñé que me encontraba en ese mismo cuarto y que hiciera lo que hiciera no podía apartar la mirada de los ojos cerrados de Cristo y vi como poco a poco los párpados temblaban como si le costara abrirlos hasta que por fin en un movimiento rápido los abría y fijaba su mirada en mí o es lo que yo creo pues al verlo me di cuenta de que las cuencas estaban vacías, solo había una infinita oscuridad...