Autores del terror

El paciente del psiquiátrico

Howard, un joven que estaba logrando todo en su vida, tenia un buen trabajo, una linda novia y un futuro prometedor, estaba a punto de vivir la noche mas aterradora que jamás imaginó. Howard, como todas las noches cuando salia del trabajo, se dirigia en su auto a casa de su novia, donde como de costumbre veian una película y conversaban de su futuro juntos antes de irse a dormir.

Esta noche en particular, Howard venia conduciendo su auto camino a casa de su novia, el trayecto era algo largo, asi que encendió la radio, sin embargo lo primero que pudo escuchar, fue la última parte de un reporte policial de emergencia, en el cual aparentemente se hablaba de que cerca de esa zona se encontraba profugo un paciente muy peligroso de un hospital psiquiátrico del área, lastimosamente Howard no logro escuchar la parte en la cual describian al sujeto, pero ya sabia que tenia que tener cuidado, asi que aceleró hacia su destino.

Al llegar a casa de su novia, Howard sintió un alivio enorme, bajó del auto rápidamente, entro y enseguida apago las luces de la sala, dejando todo a oscuras donde solo entraba la tenue luz de las luminarias de la calle, por supuesto esto sorprendió a su novia que lo esperaba sentada en el sofá.

-¿Mi amor que haces?...¿porque apagas las luces?

-Uff!...¿que te pasa mi vida?...¿estas resfriada?...tu voz esta como congestionada.

-Un poco, creo que el clima me hizo daño...pero que sucede, ¿porque tan nervioso?

-Oh! si discúlpame, es que parece que un loco se ha escapado, y esta por esta zona, no quiero que entre a esta casa, mejor apago las luces, y asi podemos mirar mejor hacia afuera si viene alguien sospechoso, confio en que la policia lo atrapara pronto, mientras hablemos en voz baja ¿te parece?

-Como digas mi amor, es algo muy serio, ven sientate a mi lado, quiero abrazarte.

-Si Josefina, yo también muero por un beso tuyo y estar a tu lado.

Los dos enamorados, a pesar de la oscuridad que impedia verse a los ojos como siempre lo hacian, no les detuvo para acariciarse, besarse con pasión, y pasar un par de horas abrazados, Howard estaba muy feliz al lado de su amada, aunque al acariciar la parte posterior de su cabeza sintio algo humedo, tal vez agua.

Al cabo de un tiempo, se estaban quedando ambos dormidos en el sofa, cuando un ruido parecido a unos golpes venian de la habitacion de arriba, los cuales despertaron a Howard, era como si alguien estuviera en la recámara.

-Josefina!...Josefina!...despierta, creo que hay alguien arriba, ¿escuchas los golpes?

-...Si mi amor, tengo mucho miedo...

-Iré a ver de que se trata, tu toma un cuchillo de la cocina y llama a la polica Josefina, yo subiré con mucho cuidado...tiemblo de pensar que sea ese loco desquiciado

-No Howard...no vayas...puede ser peligroso...

-No te preocupes, has lo que dije, tendré cuidado...

-Te repito mi amor, mejor no vayas, es peligroso...

Howard estaba decidido a proteger a su novia y a su vida, asi que dejando a Josefina en la sala cuchillo en mano, procedió a subir las escaleras lentamente, mientras los ruidos provenientes del cuarto eran cada vez mas suaves, como si se desvanecieran, pero era claro que alli habia alguien, y si por algun motivo fuera aquel loco escapado del hospital, las cosas se podrian poner feas. Howard llegó hasta la puerta, todo estaba muy oscuro en la casa, volteó su mirada hacia la sala, y desde alli diviso a Josefina con el telefono en una mano para llamar a la policia, y en la otra un enorme cuchillo de cocina que brillaba con la poca luz que entraba de fuera.

Howard abrió la puerta despacio, el cuarto parecia estar vacio, pero al ingresar, estaba desordenado, la informacion de ambos estaba por todas partes, luego se tropezó con lo que estaba causando los ruidos, fue el momento mas aterrador de la vida de Howard, al ver a Josefina, muerta en el suelo debido a multiples heridas causadas por algun objeto punzante, y lo peor era que su rostro habia sido arrancado, como cortado con algo, al parecer antes de morir golpeaba la puerta tratando de alertarlo del peligro, en ese momento Howard recordo que al acariciar a Josefina en la sala, sus manos estaban humedas, y fue entonces cuando se dio cuenta que era sangre, la sangre proveniente del rostro mutilado de su novia.

Unos pasos se acercaron a el por detrás, Howard giró su cabeza, y vio a esta mujer desquiciada parada frente a el, con la piel del rostro de su amada en una mano, el cual habia utilizado como una especie de mascara para engañarlo en la oscuridad, y el enorme cuchillo que el mismo le habia pedido tomar en la otra mano, al parecer si tan solo hubiera escuchado el comunicado de emergencia por completo, se habria enterado que el paciente que se habia escapado, era una mujer y no un hombre como el suponia...ya era tarde, la policia no vendria.

Lamentablemente todas las deciciones que Howard tomó fueron las equivocadas, desde apagar las luces, hasta armar a su asesino, solo le quedó mirar a su victimaria a los ojos, el con mirada de horror, y ella con mirada de satisfaccion, con su rostro bañado con la sangre de la verdadera Josefina, y con una locura más allá de lo común le dijo:

-Howard...pase una noche linda contigo, tus besos, tus abrazos, todo fue bello...pero te dije que no subieras, que era peligroso...por supuesto...MUY PELIGROSO PARA TI!

Dos cadaveres fueron encontrados en aquella casa...sin embargo...el paciente del hospital psiquiátrico, aun sigue libre.

 



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En el texto hay: suspenso, paranormal, terror

Editado: 23.10.2019

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