Avalon: El despertar de la princesa Carmesí

Capitulo II Reflejo

Verónica despertó exaltada, su corazón latía a mil por hora, se levantó de golpe del lugar donde se quedó dormida el día anterior, poco segundos después comenzó a sentir su mejilla izquierda adormecida a causa de quedarse acostada sobre la mesita de centro.

En cuanto relajo su pulso cardiaco se levantó, necesitaba un café con urgencia, en el pasado ya se estaría terminándose una cajetilla de cigarros, ahora solo podía calmar su ansiedad con la cafeína; su mente se sentía lenta, bloqueaba el análisis referente al extraño sueño del que fue testigo, corrección, paso de ser una espectadora a ser el personaje “principal” de tan misterioso evento.

Se dirigió a la cocina, encendió la cafetera para prepararse un americano, al poco tiempo de terminar de preparar su café, el sonido del timbre la puso en alerta, decidió ignorarlo, la razón era simple y no estaba relacionada con la cortesía y educación. Nadie conocía su dirección, solo Neal quien tenía un juego de llaves, por lo que no tenía motivo para tocar el timbre; cualquier otra persona desconocida tenía el acceso bloqueado, no en vano pagaba una cuantiosa suma a la dueña del edificio para que dijera que nadie habitaba en su departamento, además de que tenía prohibido ofrecerlo para rentar a otro estudiante.

Volvieron a insistir al no obtener respuesta suya al primer llamado, con la impaciencia amenazando por emerger de ella se dirigió con sigilo a la puerta, se asomó por la mirilla y descubrió a Neal al otro lado tambaleándose, poco antes de que callera abrió la puerta sujetándolo de darse un fuerte golpe con el piso.

Tuvo que hacer acopio de toda su paciencia para no lanzarlo lejos al llegarle el hedor que desprendía a causa de una noche de copas sin control, lo llevo hasta su recamara, la cual estaba hecha un desastre, evadió los obstáculos esparcidos por el piso al lograr acostarlo en su cama y quitarle los zapatos.

Lo cubrió hasta los hombros, su hermano solo de nombre balbuceaba en sueños causándole un largo suspiro, hace mucho se había cansado de reprenderlo y hacerle ver que las fiestas sin descontrol cada fin de semana no eran la solución, pero suponía que en su situación y a su edad las reprimendas estaban obsoletas, aunque ella tampoco estaba en posición de hacerse la moralista frente a él, cuando también había cometido errores.

Con delicadeza acaricio su enmarañado cabello, no tenía que ser tan inteligente para saber que el alcohol y los cuerpos calientes bailando en los clubes no le fueron suficientes, su camisa tenía manchas de labial, Verónica sonrió burlonamente y en voz baja dijo – tienes cara de ángel, pero la mente de un zorro astuto, hermano

Estaba por levantarse de la cama, cuando Neal tomo su muñeca haciéndola regresar a donde ella estaba sentada, el joven abrió levente los ojos a causa de la luz que se colaba a través de las cortinas entreabiertas, Verónica esperaba expectante por lo que el diría, pero al ver que de nuevo comenzaba a quedarse dormido, se deshizo de su agarre con suavidad, se apresuró silenciosamente a la puerta justo cuando Neal emitió un susurro acompañado de una simple palabra, un nombre que le hizo sostener el pomo con fuerza y quedarse estática en aquel punto de la habitación, no recordaba haberlo escuchado con anterioridad, pero al oírlo una sensación extraña se instaló en su pecho y le causó cierta ansiedad.

-Verity… - repitió casi en un murmullo, Verónica giro su cabeza a donde su hermano dormía, comprobando que en efecto había vuelto a caer en los brazos de Morfeo, respiro profundo y salió de la habitación.

Al salir regreso al living donde las hojas de su investigación se encontraban esparcidas por la mesa, se agacho para recoger el desorden que dejo la noche anterior, se quedó mirando el sello que recreo al que se encontraba en la primera página del libro, así como un dibujo completo de la espada con la que soñó ayer.

Acomodado todo volvió a la cocina para preparar el desayuno obviamente con un menú especial para el chico que se encontraba en un estado etílico que daba paso a la resaca que tendría al despertar; podría encender su radio para molestarle, pero se sintió benevolente y decidió trabajar en el armónico silencio que le rodeaba.

Regreso a la habitación de su hermano para dejarle un pequeño cubo de basura cerca de la cama, pensó que se levantaría por el ruido, pero sus ronquidos le demostraron que el pelinegro no despertaría en un rato; conociéndolo se levantaría de repente con un instinto salvaje de vomitar, por tal motivo esperaba que al levantarse estuviera lo suficientemente lucido como para alcanzar el objeto y devolver todo lo bebido la noche anterior, la precaución era una regla vital para ella y el caso de Neal entraba dentro de esa regla.

Al regresar a donde dejo su comida servida experimento una extraña pérdida de apetito, no deseaba ingerir alimento a pesar de que cuando despertó se sentía capaz de devorar todo lo que hubiera en el refrigerador.



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En el texto hay: destino, renacer, reyes y reinos

Editado: 03.08.2019

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