Avalón Ford

Capitulo 1

Avalón:

— Te lo preguntaré una última vez ¿Dónde está el dinero del cargamento que se entrego hace tres días? — Le pregunta mi padre a uno de nuestros trabajadores.

— Ya le dije señor qué yo no se nada — Dice nervioso, pobre idiota se está engañando solo.

Mi padre apunta a la cabeza del tipo y dispara, a pesar de que tengo años en esto me da cosa ver cómo matan a los demás yo aún no he matado a nadie por dicha. Normalmente me encargo de recoger los cargamentos y distribuir la droga por todo el país.

Mañana a primera hora salimos para otro país, mi padre tiene unos negocios en ese lugar la verdad no me hace gracia irme pero no hay opción. Tenemos que estar en constante movimiento para poder quitarnos a los militares y oficiales de FBI de encima, siempre hemos sido más astutos.

— Avalon ve a alistar todo para la mudanza, tu madre debe de estar como loca — Ordena mi padre con una sonrisa.

Le doy un asentamiento de cabeza y salgo de la bodega. Mi padre siempre a tenido las bodegas muy bien escondidas para la sociedad nadie sabe de ellas solo los que trabajan para nosotros y la familia.

Veo mi precioso BMW spyder, también veo bajar de una camioneta a Adam mi primo mejor dicho mi hermano, desde que tengo uso de razón Adam siempre a estado conmigo en todo. Él a sido mi apoyo en todo esto de tener una doble vida, es la persona en la que más confío y también él que le vuela la cabeza a un chico si se sobrepasa o me lástima. Tenía días de no verlo ya que mi padre lo mandó a Italia por unas semanas a resolver asuntos pendientes con la mafia Italiana, no dudo en tomar impulso y correr a él.

— ¡TE EXTRAÑE! — Grito saltando-le encima.

— Yo también enana — Dice riendo.

— No soy enana — Me quejo.

— Claro que sí — Aquí vamos.

— Tu eres una jirafa — Mencione.

— Tu eres una duende — Ofende.

— Te voy a extrañar Adam — Suelto.

— No lo harás yo también voy con ustedes — Eso si no me lo esperaba.

— ¿De verdad? — Pregunte sorprendida.

— Si, no te vas a deshacer de mi tan fácil — Lo vuelvo a abrazar.

[...] 
 


 

— Levanta el culo de la cama Avalón ya es tarde — Me llama mi mamá. 
 


 

— ¿Dónde están sus modales señora mamá? — Bromeó. 
 


 

— Los utilizo solo para hablar con otras personas ahora levanta ese culo de la cama, tu padre no está de humor. — Anuncia. 
 


 

— Qué novedad — Respondo sarcástica. 
 


 

Mi madre sale de mi alcoba mientras yo me levanto de mi cama, mi padre ya no sabe en qué invertir el dinero por eso no llevamos los muebles solo la ropa y cosas de mucho valor que ya deben de estar llegando a New York. 
 


 

Veo la única ropa que deje en el sillón de mi alcoba, se basa en un pantalón de cuero negro. Una blusa de tirantes negra. Chaqueta de cuero negra y botas negras, aclaro que la ropa interior es negra también. Lo sé tengo obsesión con el color negro pero así paso desapercibida aunque eso es imposible cuando la cámaras están sobre ti a cada instante, gracias a Dios en el instituto soy un cero a la izquierda. 
 


 

Me doy una larga ducha. Después me visto y cepillo mi cabello dejándolo en una cola de caballo alta y firme. Mi maquillaje solo es un labial rojo intenso, salgo de mi alcoba solo con el teléfono en la mano. Bajo el montón de escalones hasta llegar a la primera planta donde mis padres me esperan junto a Adam para irnos. 
 


 

— No vamos para un funeral — Comenta mi madre. 
 


 

— Ya lo se, pero es mejor así además Adam tambien va vestido de negro — Opino. 
 


 

— Vamos ya — Ordena mi padre fastidiado. 
 


 

Salimos de mi antigua casa para encontrar el montón de camionetas negras que nos esperan listas para salir, mis padres suben en una y yo en otra junto a mi primo. Las camionetas se ponen en marcha y afuera nos esperan miles de periodistas con sus cámaras ruedo los ojos y subo mi ventana. 
 


 

[...] 
 


 

No es la primera vez que vengo a New York, tomó mi equipaje y camino junto a mi familia además de la seguridad que nos protege de la gente. Fueron largas horas de vuelo pero ahora debo irme a inscribir al instituto junto con Adam. Mi padre da un par de ordenes y nos manda a inscribirnos en el Instituto privado y más prestigioso aquí en Wisconsin el NOTRE DAME DE LA BAIE. 
 


 

Pasan unos cinco minutos cuando estoy bajando del auto con Adam, las miradas de miles de estudiantes se posan sobre mi y mi primo, observo bien a los estudiantes hasta chocar con una mirada verde fuerte. Sus ojos me atraen como un iman y me hipnotizan. 
 


 

Mi primo toma mi mano y tira de mi, nos adentramos a el  lugar, preguntamos donde queda la dirección a una chica super  tímida pero guapa, tuve que pegarle un golpe a Adam para que saliera del embobamiento. Ella muy amablemente nos dijo donde queda. 
 


 

— Buenas tardes ¿en que puedo ayudarlos? — Nos saluda amablemente la secretaria. 
 


 

— Venimos a inscribirnos ella a penúltimo año y al último año — Avisa Adam por los dos. 
 


 

— ¿Los acompañan sus padres? — Frunzo el ceño. 
 


 

— Yo soy mayor de edad — Asegura Adam sacando su identificación. 
 


 

— Muy bien solo llenen esto y ya les doy sus horarios — Nos entrega una hoja a cada una que dice Inscripción. 
 


 

Comienzo a llenar la hoja y se la entrego a la chica, espero hasta que Adam firme algunos documentos. 
 


 

— Mañana pueden empezar las clases, el año escolar empezó hace una semana no les va a costar ponerse al día. Estas serán las llaves de sus casilleros y estos son los horarios — Nos entrega las cosas. 
 




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