CAPÍTULO #10

CAPÍTULO 10

Bien, bien…

Ya al día siguiente comienza mi rutina normal me levanto a las siete de la mañana para asistir a la universidad. Mis clases comienzan a las ocho y media así que me da tiempo de pasar por la cafetería de Manuel y desayunar algo y de paso gratis… no mentira casi siempre pago o me deja pagar Manuel

Ya a punto de salir reviso que lleve todo lo necesario para las clases y hoy voy un poco cargada ya que también llevare lo que utilizare en las clases de Leonardo para no volver y perder tiempo

Llego donde Manuel saludando a todos y pido mi bebida favorita que no es el café ni chocolate ni malteada ni nada por el estilo, es una bebida a con agua y panela, aguapanela (la panela es un dulce que sale de la caña después de un procedimiento) es muy rica. La tomo casi en todas las comidas fría o caliente ya que no tomo café ni te porque ambos oscurecen los dientes tengo una pequeña obsesión con que mis dientes permanezcan lo más blancos posibles por eso también evito la bebidas negras como gaseosas no me gustan mucho tampoco el gas que tienen y pues respecto con la cafeína me pongo imperativa con la cafeína pues ahí está mi aguapanela  pasa salvarme ya que si solo hay té o café prefiero comer lo demás solo, sin nada con que bajarlo ni siquiera con solo agua que tampoco me gusta sola, tengo que endulzarla un poco para poderla tomar porque si no se me devuelve y no exagero ya me ha pasado varias veces

Retomando tema ya que mis son un poco cambiantes se podría decir. No sé.

Junto a mi maravillosa aguapanela llega Manuel con cara que quiere chisme, si porque abecés parece una vieja chismosa.

—buenos días hija —saluda y si algunas veces así me llama y no me incomoda, bueno no siempre. Se sienta frente a mi

—hola —me mira enarcando una ceja —gracias —le recibo la bebida —esta deliciosa. Al tiempo que no deja de mirarme esperando a que le cuente algo

—¿cómo te fue ayer?

—bien —sigo con mis respuestas escuetas

—¿y qué más? —insiste

—nada que resaltar —se que ya lo estoy desesperando tiendo a cuásar eso en la gente con frecuencia

—Sofia… —trata de reprenderme para que hable

—pero ¿qué más quieres que te diga? —lo miró fijamente mostrando inocencia

—quiero saber —insiste. suspiro

—ok versión resumida —pone los ojos en blanco, cosa que aprendió de mi ya lo hace sin darse cuenta —eso o nada —miro la hora — tengo que ir a clases

—bueno cuenta

—como lo había dicho el chico se llama Leonardo y no es tan sonso como los otros anteriores ya que sabe algo del tema y lo primordial que nos es tan mimado como pensé que seria pues ya que se nota que tienen dinero, que por lo que vi no lo ponen de primero. Así que creo que será entretenido darle clases —termino mi bebida mientras me sigue mirando sin decir nada

—Entonces pensaste que ¿sería mimado, solo por tener dinero? —¿es que solo escucho eso?

—no. Y lo sabes —lo miro mal. No se porque piensa eso. Ya me conoce

—lo sé —sonríe —solo bromeaba y me alegro que te fue bien. Mi turno de poner los ojos en blanco

Ya me tengo que ir —le informo, poniéndome de pie para despedirme con un beso en la mejilla

—¿y esa maleta extra? —pregunta Manuel, señalando la que llevo en la mano la de estudio la tengo en el hombro

—es para la clase de hoy en la tarde —explico —no quero volver para recogerla así que la traje para ir directos después de salir de clases

—ten cuidado con ella —me aconseja

—si ya sabes que lo tendré, igual yo —le lanzo la indirecta de preocuparse mas por el material de fotografía que de mí. Se carcajea

—ya lo sabes tú también —vuelve a reírse — se que eres muy capaz de cuidarte, por eso no lo menciono  

—aja. Como tú digas —dicho esto doy la vuelta y salgo del local rumbo a mis clases de esta mañana. Al tiempo que sigo escuchando si risa contagiosa,

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hola espero les guste