Avenir De Aries

Capitulo 2 (Estrellas Fugaces)

En una lejana cabaña, en medio del bosque mixto de los montes Pindo, con una noche de fondo, y una brisa bastante fría pero no tanto como para no lograr disfrutar un poco al aire libre.

Dos personas se encuentran apreciando las bellas estrellas que se pueden dejar ver con la tranquilidad y oscuridad del lugar.

Dando el ambiente perfecto para dos enamorados que… Básicamente ya no son solo ellos, pero que aún esperan a un pequeño ser, fruto de un amor puro.

Teniendo ya un tiempo casados, en este mundo donde existen donceles es normal que dos hombres puedan procrear vida.

Sentados en el balcón, contemplando lo inmenso que es el firmamento nocturno.

Uno de cabellos lilas con una coleta alta, abrazando por detrás a uno de cabellera blanca esponjosa, piel morena, que se nota su vientre abultado denotando una gestación de aproximadamente seis meses.

Ambos vistiendo ropas invernales, pues este clima se intensifica más en los bosques en esta temporada del año.

Pero eso no le impedirá disfrutar un momento para ambos, en donde pueden relajarse en estas fechas tan especiales.

-¿Estas cómodo Avenir?- Unos ojos verdes claros observan atentos al dueño de su corazón.

-Sí, estoy realmente cómodo- Apenas si alza la mirada, para dedicarle una sonrisa cómplice, para recargase más en ese pecho para poder escuchar ese tenue latir que lo reconforta.

Besa con sumo cuidado la cabeza del peliblanco acariciando con cuidado en vientre de este.

-Y… ¿Cómo esta nuestro pequeño Shion?- Las preguntas ansiosas de un futuro padre emocionado porque nasa el futro de su amor.

-Ja, ja, estuvo algo inquieto durante la tarde, pero ahora está muy calmado- Una tenue risita se deja escuchar, para bajar su mano al nivel de donde su amado Hakurei está tocando –Creo que sabe que su padre nos cuida-

Esas hermosas palabras, que con tanta dulzura su esposo le dedica.

Depositando un beso en la mejilla del peliblanco –Es mi honor protegerte a ti, mi hermoso Avenir y a nuestro bebe…-

-No puedo esperar mas- Diciendo esto el Doncel con una tierna sonrisa, suspirando por la belleza de la maternidad –Ya quiero conocerlo- Sus mejillas ruborizadas.

-Yo también- Los ojos verdes se encuentran con los azules, perdiéndose en esos delicados lagos que cada noche los logra contemplar y esta no será la excepción –Avenir… Te amo- No puede evitar dedicarle cada dulce palabra.

-Hakurei… Te amo tanto- Acurrucándose en el pecho del pelilila –Mi vida ha sido tan bella desde que te conozco.

Aspirando el suave aroma que despide el cabello de su doncel, haciéndolo sentir tan feliz de poder tenerlo cerca, que fue su sueño desde que se conocen.

-Eres tú, el que ha logrado cambiar la mía, para bien- Suspirando, y dedicando una sonrisa al firmamento nocturno para mostrar su magnífica vida actual.

Un silencio entre ambos se instala, pues están solo disfrutando de la compañía del otro.

Un momento que gozan desde que se conocieron en aquella época de la universidad.

Más un destello de luz sobre el cielo se puede contemplar de repente.

-¡¡¡HAKUREI!!! ¡¡¡MIRA!!! ¡¡¡SON LAS ESTRELLAS FUGACES!!!- Parece que se va a levantar por el asombro repentino.

Apenas si se incorporó apoyándose en las suaves frazadas térmicas que los cumbre a ambos.

-Avenir… Cuidado…- Sin pensarlo, sostiene a su peliblanco, para que no se lastime, pues el embarazo de seis meses que lleva es de un riesgo considerable.

-Pero… Mira…- Sus ojos azules parecen brillar con mayor intensidad que las estrellas que van cayendo.

Las típicas cascadas del cielo, cuando un evento estelar se da de una forma natural y que ocurre cada cierto tiempo.

Sonríe, pues ver esa emoción plasmada en ese dulce rostro que logra cautivarlo cada instante, por la hermosa belleza extranjera que su amado posee.

A veces peguntándose, como logro obtener el corazón de tan bello y dulce doncel, que sin él podría morir…

Suspirando suavemente, y abrazando a su amado –Esta bien, pero por favor… Siéntate primero y las veremos juntos- Procediendo a conducirlo al asiento que ambos comparten –Además, el frio no es bueno para ti, deja que te cubra…-

-No puedo esperar a que algún día Shion las vea…- Suspirando, al seguir viendo las estrellas caer, siendo la primera vez que logra apreciar este evento en su vida, estando tan fascinado pero solo logra pensar en que su pequeño bebe logre contemplarlas.

Hakurei cubriendo al de cabellos esponjosos, abrazándolo para transmitirle todo su calor y protección, no puede ser capaz de desatenderse ni un instante de su familia, es todo lo que tiene y ama.

Por lo cual, sobreprotegerá a Avenir en todo, pero eso le cumple cualquier deseo.

-Las vera…- Dando un hermoso beso en esas mejillas sonrojadas, para contemplar el rostro ilusionado, que tiene un brillo único, mucho más admirable que las estrellas.

Aquellas que jamás le pueden hacer competencia a su esposo, al dueño de su corazón y el futuro papá de su hijo.

-Son preciosas…- Atento ante cada estrella cayendo, un hermoso espectáculo –Tan luminosas… Como una revolución de polvo estelar-

-Ja, ja, ja- No puede evitar reír ante las ocurrencias del peliblanco –Es muy hermoso lo que dices, mi dulce borreguito esponjoso-

-Es que… Lo es…- Suspira pero notándose algo triste ante algún pensamiento invasivo de la ilusión –Hakurei… Si algo me pasa… ¿Cuidarías a Shion por los dos?- Aunque sus ojos contemplen las estrellas, parecen querer derramar algunas lágrimas, por el simple dolor de que algo salga mal.

-Avenir…- Apretando sus labios, casi mordiéndolos, pues le duele tan siquiera que su peliblanco tenga que sufrir de esos miedos, pero más de la posibilidad que se lleguen a separar –Por favor… No pienses en eso… Ahora…-

-Tengo miedo… Hakurei… Tengo mucho miedo…- No va a apartar su vista de la lluvia estelar, pero sus lágrimas caen, aun con una sonrisa –Pero… Quiero que nuestro bebe vea el mundo, aunque eso… Me cueste la vida… El…-




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