Aventura en Otro Mundo (web)

3.4 - Nido de Víboras

La desaparición de Anton no tomó mucho tiempo en ser descubierta, ya que, continuamente, era informado de los avances en las investigaciones que buscaban el paradero de los cinco genios.

Su secretaria personal fue la que dio el aviso, ya que ella fue la primera en ingresar a su oficina después del incidente. Ella encontró algo de polvo en el suelo y un pequeño agujero de baja a un lado de este. Confundida, llamó a seguridad, los cuales detectaron algunas irregularidades en el lugar.

Rápidamente, se extendió una orden para buscarlo de manera prioritaria al no poder encontrarlo en las inmediaciones de la torre de Central. Si él se había ido —o desaparecido, en todo caso—, ahora ellos estaban sin un líder, por lo que no tardaron en surgir los primeros conflictos por ver quién sería el dirigente temporal de Central.

Ya que nunca había ocurrido antes, y no tenían un plan de respaldo, el lugar simplemente fue un caos.

La investigación se dejó de lado, ocupando un papel secundario.

Fue en medio de todas esas discusiones donde una persona llegó al lugar. Vestido con un traje fino color negro y una corbata a juego, uno de los principales inversionistas de Central hizo acto de presencia, Allan Simonsson.

—Pero mira qué es lo que sucede aquí.

Al dar un paso en el interior de la torre, se percató de todo el caos que ocurría. Podía ver a personas corriendo de aquí a allá, sin un rumbo fijo, mientras los gritos inundaban la atmósfera.

—Parece que algo mayor sucedió, pero no importa. Tengo un objetivo, y estoy a punto de cumplirlo.

El caminó como si nada sucediera a su alrededor, acompañado por un grupo de guardaespaldas que él mismo había seleccionado. Ellos no dudarían en dar la vida por él, justo como quería, además, eran asesinos profesionales que habían sido liberados de sus condenas por el poder del dinero. Allan no tenía un límite para sus acciones.

Avanzó hasta el elevador y pulsó el piso correspondiente a la oficina de Anton.

El motor del elevador hizo un pequeño ruido y comenzó a llevarlos hasta su destino.

Al abrirse las puertas, un grupo del personal de Central estaba discutiendo fuertemente. Por su vestimenta militar de color verde, puede entenderse que son parte de los líderes de la organización. El hecho de que ellos también estuvieran en un estado frenético hizo confundir a Allan. Ellos eran la mano derecha de Anton y no se comportarían así mientras él estuviera a cargo.

—¿Y si…? —Un pensamiento cruzó por su mente.

Si todo estaba sucediendo según lo que imaginaba, las cosas estarían mejor que en sus más óptimos planes. Saliendo rápidamente del elevador, se dirigió al grupo frente a él.

—Buenas tardes, caballeros.

Todos voltearon hacia él, reconociéndolo de inmediato. El hecho de que fuera un principal inversionista le daba un estatus apenas igualable por Anton, pero, sin él en el lugar, Allan podía convertirse en el dirigente de Central y hacer las cosas a su manera. Su ambición no acabaría ahí, pero es un buen primer paso para lograr su objetivo final.

Si lograra reclamar el puesto vacante, iniciaría la segunda parte de su plan.

—¿Qué es lo que sucede? —preguntó a uno de los militares.

—Se ha reportado la desaparición de Anton, y sin él, no sabemos qué hacer.

Justo como Allan se había imaginado, sin él en su camino, podía hacer lo que quisiera. Tenía la aprobación de los altos mandos de la organización, por lo que podía convertirse en su dirigente permanente. El dinero es lo que mueve al mundo.

—Entonces, si él no está, eso me convertiría en el dirigente temporal.

—¿¡Qué!?

Allan soltó sus intenciones sin tratar de enmascararlas. Ya que, parte del trato como patrocinador principal era un rango equiparable al de Anton, podía hacer lo que bien le pareciera, aún el reclamar la dirección de Central si su único superior llegaba a faltar. Los militares no tenían muy bien claro este punto, pero sabía que no podrían oponerse a sus decisiones.

Sin obstáculos, Allan tomó el máximo puesto de Central con solo unas palabras.

Inmediatamente, comenzó a caminar hacia la oficina que una vez le perteneció a Anton, ya que sería su nuevo lugar de trabajo. Desde ahí, podría manejar sus empresas y la organización más poderosa a nivel militar de todo el mundo. Era un logro con el que todo niño sueña.

Al entrar al lugar, se percata de un pequeño montículo de polvo en el suelo.

—Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?

Se agachó lo suficiente para tomar una pequeña muestra. Ya que él había trabajado con la gran mayoría de los metales y aleaciones conocidas, podía identificar fácilmente a su origen. Al jugar un poco con el polvo, encontró algo que le hizo identificar a qué pertenecía esos restos.

—Se trata de un arma, que yo mismo fabriqué.

Allan, en su pasado, fue reconocido como un gran creador de armas, lo cual lo llevó a una época de prosperidad, en la cual se afianzó como uno de los máximos empresarios del mundo, abarcando diversos tipos de productos.



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En el texto hay: chica x chica, otro mundo magia romance, problemas personales

Editado: 15.05.2021

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