Aventura en Otro Mundo (web)

3.7 - Alicia, ¿eres tú?

Mientras cientos de cosas ocurrían en el mundo real, Anneth estaba iniciando su aventura en un mundo alterno, en el cual, ella se encontraba completamente sola.

Llevaba caminando un par de minutos, pero no podía encontrar nada útil. Cientos de árboles rodeaban su entorno, mientras que la luz del día hacía posible su recorrido por el bosque que se levantaba frente a ella. Los troncos redondos, delgados y blanquizcos de los mismos le hacían recordar a algunas plantas de su mundo, como lo era el Abedul. Sus hojas estaban lo bastante elevadas del suelo como para poder usarlas, además de que no lo podía escalar, ya que era completamente liso.

Anneth revisaba el mapa constantemente, para ver si encontraba alguna población, o, al menos, unas ruinas, las cuales le indicarían que no estaba sola, que había personas que le pudieran hacer compañía.

El hecho de que este le mostrara un nombre para esta región le daba esperanzas de encontrarse con gente.

Desde su llegada a este mundo, una pregunta no dejaba de dar vueltas en su mente. ¿En qué momento le comenzó a importar estar sola? Siempre deseó estar aislada de los demás para no enfrentar las consecuencias de sus actos, por lo que, en esta ocasión, debería estar en el paraíso, ¿no es así?

Si bien, estaba en un lugar en el cual podía escapar de lo que ella era anteriormente, una chica que amaba la soledad cuando cometía algún error, pero, justo en este momento, quería la compañía de alguien. No podía hablar al viento, ya que no obtendría respuesta.

Anneth incluso estaba planteando la idea de que todo esto había sido un error, pero sabía que no podía arrepentirse de esta decisión. Ahora tendría que llegar hasta la última consecuencia de sus deseos.

Solitaria en un vasto mundo, ella se aburriría y comenzaría a hablar sola, o con objetos inanimados. Aunque era algo que quería evitar, si esa era la única solución que podía encontrar, lo haría sin dudar.

—Fua —suspiró.

Aunque no tenía grandes conocimientos de supervivencia, sabía que lo básico era encontrar agua y comida, además de tener un refugio, fuego y armas. Primeramente, se dedicaría a encontrar agua, y mientras está en ello, tomará cualquier fruto que se encuentre. Aunque no sabe si todo lo que crece en los árboles es comestible, por lo que tendrá que confiar en su intuición plenamente hasta que pueda encontrar una manera práctica de saberlo con poco esfuerzo.

Aunque llevaba poco tiempo caminando, se sentía muy cansada, su cuerpo no respondía de la manera en que ella quería y sentía que, poco a poco, su caminar se hacía más lento.

El sol estaba en lo más alto, por lo que el día tenía mucho tiempo de haber comenzado, pero, si nos ponemos a ver qué fue lo que sucedió antes de que Anneth fuera transportada, encontraríamos la razón de su cansancio.

Tomando en cuenta de que, en la noche, salió con el grupo a comer, comprar armas y dispararles a acosadores, lo cual le ocasionó mucho desgaste, junto con el caso de la bomba en la reunión. Con todo eso acumulado en su cuerpo, era normal que estuviese cansada. Digo, justo en el momento en que trataba de dormir, ocurrió el misterioso suceso que la trajo hasta ese mundo.

En otras palabras, se encontraba cansada porque no había descansado en lo absoluto.

—Esto es una locura.

Aun caminaba por el bosque, por lo que estaba cubierta por la sombra de los árboles, ocasionando que la temperatura descendiera unos cuantos grados en comparación a si le estuviera dando el sol.

Como sea, Anneth se mantenía caminando, a un paso más lento, pero caminando, revisando constantemente su mapa sin lograr algún resultado.

—No puedo encontrar nada. ¿Qué es lo que haré?

Cansada de tanto andar sin obtener resultados, se sentó en el pasto, el cual estaba cubierto por las hojas marchitas de los árboles a su alrededor. Ahí, tumbada sin hacer nada, se encontraba Anneth reflexionando sobre lo que hacía.

Abrió su menú, el cual seguía mostrando el mapa. Una parte de este había cambiado su color, mostrando la ruta que ella había seguido desde que llegó a este mundo. No había logrado avanzar mucho, pero era una distancia significativa.

No portaba ninguna herramienta entre sus cosas además del anillo. Anneth empuñó la mano e hizo aparecer su arma. Apuntó hacia uno de los árboles cercanos y disparó. El escaso sonido producido por este agregó irrealismo a todo esto.

Poniendo un poco en orden sus pensamientos, regresó su arma al almacenamiento al tiempo que cambiaba la pestaña en su interfaz. Abrió su buzón de mensajes, en el cual aún estaba registrado el último que le había enviado a Lance para reunirse.

—Esto…

Rápidamente cambió de usuario al percatarse de un nuevo mensaje recientemente enviado, el cual tenía un emisor desconocido. Al intentar abrirlo, la interfaz simplemente marcó error y se cerró.

Anneth suspiró y continuó mirando hacia el cielo mientras pensaba en lo que sucedería. El sueño comenzaba a apoderarse de ella, por lo que su mente le comenzaba a imaginar cosas.

Observaba su entorno mientras movía su cabeza. Sus párpados comenzaban a cerrarse por el agotamiento acumulado. Ella sabía que, si se dormía en un ambiente desconocido, sin tener ninguna herramienta a mano, sería su condena, pero no podía hacer nada. Por más que lo intentaba, su cuerpo no le respondía como quería.



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En el texto hay: chica x chica, otro mundo magia romance, problemas personales

Editado: 15.05.2021

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