El tercer día en mi nuevo mundo comenzó de la misma manera que el anterior.
Me levanté, desayuné y fui al edificio del gremio donde Nilus me estaba esperando. Nanya se veía algo extraña, así que evité verla directamente a los ojos. Espero que no sea un problema grave.
—Esperemos cazar algo bueno este día —dijo Nilus mientras caminábamos hacia el bosque.
A diferencia del día de ayer, esta vez salimos por un camino diferente, el cual pasaba justo frente al restaurante.
Frente a nosotros, el bosque lucía desafiante. La luz del sol era casi obstruida por completo.
—No te preocupes, más adelante hay árboles con menos hojas.
Si él decía eso, era porque conocía los alrededores. Me sentía segura de trabajar con alguien que conocía el lugar, aunque seguía intentando mantener mis secretos lo más ocultos posibles.
Después de caminar un rato, le pregunté si conocía algo de la geografía del lugar, a lo que él señaló que, unos cientos de metros más adelante, debería haber un río, el cual servía para el transporte de mercancías con un pueblo en especial.
Eso me daba curiosidad, pero no podía distraerme en este momento.
Aunque no nos conocíamos de hace tiempo, podía hablar con algo de normalidad con él, teniendo cuidado de revelarle información detallada de mí.
Esa misma mañana, una duda había surgido en mi mente, y quería preguntarle directamente a Nilus, ya que era la persona más adecuada para ello.
—Oye, Nilus, ¿puedo preguntarte algo?
—Claro, no hay problema.
Sin dudas, solté la pregunta que estaba atorada en mi mente.
—¿Por qué es suficiente con un ciervo para un día? ¿No deberíamos cazar más? Digo, tenían pocas provisiones, ¿verdad?
En eso, Nilus detiene su marcha y voltea a verme. Parece que pisé accidentalmente una mina, quiero correr en este momento. De verdad que quiero hacerlo.
—Supuse que te darías cuenta tarde o temprano.
—¿Eh? ¿Qué dices?
Definitivamente había tocado algo que no debía. ¿Qué hago ahora?
—La gente como tu debería aprender a no meterse donde no la llaman.
¿Qué dijo?
Sabía que las cosas no iban a transcurrir de una manera pacífica. Maldición, realmente ocupaba ese dinero.
—Es mejor que aprendas a estar callada.
De pronto, Nilus hizo un corte en diagonal con su espada, el cual apenas logré esquivar, no sin antes destruir parte de mi abrigo, el cual usaba para cubrir mis ropas manchadas de sangre y esas cosas.
Este cayó al suelo, revelando mi chaqueta de cuero con un corte en el pecho.
Me tiene.
—Lo supuse. No era normal que alguien viniera a la puerta del restaurante desde el bosque. No entiendo qué sucedió, pero no importa, no puedes usar el mismo truco dos veces.
Parece que entendió que había evitado la muerte de una forma impresionante. Lo supo todo el tiempo y, aun así, se comportó de manera normal, sin siquiera darme lugar a sospechar. Eran un gran mentiroso, como ningún otro. Creo que tan solo Lance estaría a su nivel.
Espera, ahora que lo pienso, se parece mucho a él.
Demonios.
Otro ataque provino desde su espada, hiriendo la mayor parte de mi costado. Me tomó desprevenida, por lo que no pude defenderme.
El impacto fue tal que me mandó a rodar unos cuantos metros, hasta golpearme con un árbol cercano. Podía ver la sangre salir de mi costado, pero, por más que trataba de mover mis manos, estas no se movían en lo absoluto.
Estaba segura que no moriría gracias al poder de la perla, por lo que, si él descubría el truco, no tardaría en deshacerse de ella o tomarla para sí. La inmortalidad es algo realmente tentativo, si me lo preguntas. No podía dejar que eso sucediera.
—Esta vez no sobrevivirás.
Nilus apuntó su espada justo a mi cuello y, en el momento en que iba a darme el golpe final, un grito se escuchó, proveniente del pueblo.
Al voltear, nos percatamos de grandes columnas de humo que se levantaban en el aire. Algo estaba sucediendo.
—Tch.
Nilus chasqueó su lengua y corrió en dirección al pueblo. Ese humo definitivamente no era nada bueno, además, todas y cada una de las construcciones del pueblo estaban hechas con madera, la cual ardería muy fácilmente.
Puedo ver cómo él se aleja a la distancia.
Siento dolor, claro, pero trato de no gritar.
Tengo que irme de este lugar antes de que algo malo suceda, lo sé. Pero, si intento moverme, un dolor recorre mi cuerpo por completo.
Grito.
Claro que lo hago. El dolor se vuelve insoportable con cada pequeño movimiento que hago.
Al menos, trato de ponerme completamente acostada en el suelo, ya que, en mi posición, recargada a un árbol, no creo tener descanso.
#13214 en Fantasía
#17810 en Otros
#2260 en Aventura
chica x chica, otro mundo magia romance, problemas personales
Editado: 15.05.2021