Aventuras De Gemelos

Capitulo 3 (Pastel Dulce)

La vida, a veces puede ser bastante tranquilidad, en el Tíbet, más precisamente en la torre de Jamir, aquella que ha sido un punto para aquellos Lemurianos que se mantienen en seguir las costumbres y reparación de armaduras al servicio de la Diosa Atena.

Si bien, en esta época no es tan solitaria, de hecho hasta este momento se ha visto grandes grupos de Lemurianos, para ayudar en esta labor, como una gran familia, aunque no fuera de sangre con todos los integrantes.

Más se mantienen juntos, ayudándose mutuamente en lo que sea necesario, protegiendo y entrenando a los más jóvenes para algún día ellos heredar estas habilidades.

Ahora en cuestión de unos días, dos jóvenes Lemurianos tendrán que partir al santuario, porque han sido seleccionados para demostrar su cosmos y valía, así poder tener acceso a la posibilidad de conseguir alguna armadura.

Obvio, ambos gemelos no se lo podían creer, más al principio se había dicho que solo uno, el mayor tendría esta oportunidad, sin embargo Hakurei se negó rotundamente de ir sin su hermano menor, que siempre han estado juntos y ahora no será la excepción.

Su manera de comportarse, podría ser una falta de respeto ante el mismo santuario, pero es la convicción que un niño tiene, que no dejara a su familia nunca, si le es posible.

Algo que llamo la atención de forma positiva al actual patriarca y decidió que ambos podrían ir.

Hakurei consiguió lo que quería, y Sage no podía creer el corazón de su hermano, para mantenerse unidos, incluso creía que podrían ser considerados como unos insensatos por estas ideas tan infantiles.

Mas ahora no debían pensar en ello, ya las cosas hechas están, en unos das se irán, para lograr mucho más de lo que alguna vez pensaron.

Los Lemurianos más grandes, se sentían orgullosos de que ambos fueran, dándoles concejos a como pudieran y recordándoles que pase lo que pase, deben mantener su legado de reparadores de armadura.

Algo que ninguno olvidara.

Mas los pensamientos y algo de incertidumbre recae en la joven mente del gemelo menor…

Usando la meditación como un recurso para encontrar alguna respuesta, aunque los momentos de calma no son muchos y más al tener a un gemelo algo hiperactivo rondando todo el tiempo.

-Sage- Y allí estaba, aunque sea un poco más tarde de lo habitual por el cual le toma de raro, pero igual lo interrumpe.

-¿Qué pasa Hakurei?- Le contesta, estando sereno, con los ojos cerrados, sentado de rodillas, intentando aclarar su mente.

-¿Cuánto tiempo piensas mantenerte así?- Se acerca para verlo a la cara, y empezar a molestarlo picándole las mejillas.

-Solo un momento más, necesito pensar- Le contesta serio, mientras intenta apartar su cara del toqueteo del mayor.

-¿Qué necesitas pensar?- Sonríe ladeando su cabeza, para admirarlo mas y lanzar una carcajada -¿Estas aun preocupado? Nos iremos al santuario pronto, así que deja de estar angustiándote tanto-

-¿Por qué lo hiciste?- Un suspiro sale de sus labios, abriendo sus ojos, para fijarse en el otro niño tan similar a él.

-¿Por qué no hacerlo?- Sonríe con burla, alzando los hombros, sin darle mucha importancia al asunto.

-Te pudiste haber metido en problemas, y el santuario… Tomar represalias contra ti…- Alza su voz, algo molesto, pero su ceño demuestra tristeza, con una preocupación evidente.

-Pero no paso, así que deja de angustiarte- Le sonríe, para alborotarle el cabello, que llevan ambos jóvenes corto, al nivel de los hombros, con la diferencia que el mayor lo tiene en una coleta alta.

-No lo entiendo… Pudiste irte, era algo único para ti- La incomprensión del Lemuriano menor por la forma de actuar de Hakurei.

-Pero, estaría solo… Y eso nada lo vale, prefiero compartí esto contigo- Le vuelve a contestar las mismas palaras que siempre le ha dictado, desde ese día.

-Hakurei, ¿Por qué?-

-Ay, eres demasiado analítico en esto, solo piensa que no nos vamos a separar, y podremos volvernos caballeros de la Diosa Atena, será muy divertido- Ríe, palmea la espalda del otro con fuerza –Solo piensa que será una aventura y la vamos a pasar juntos- Acto seguido abraza al menor con todas sus fuerzas.

Hakurei siempre ha mantenido una sonrisa, alegría, diversión, a veces algo imprudente en sus acciones, pero siempre se mantiene firme a proteger a quienes quiere, y responsable cuando se debe.

Pero guarda mucho en su corazón…

Alguna vez… Ambos gemelos vivieron en un ambiente familiar, sus padres cuidándolos y protegiéndolos, pero… Los tuvieron que dejar a ambos niños solos…

Hakurei de alguna forma se trató de hacer responsable aunque fuera de Sage, pero tuvieron la fortuna de ser acogidos por los mayores de su gente, para volverse reparadores de armadura de tiempo completo.

Obviamente esto fue algo favorable para los gemelos y aceptaban este destino con alegría, siempre estar a lado del otro, es como deseaban permanecer.

Esa era la razón por la que Hakurei, provoco lo que paso, no se apartaría de su hermanito, si no que seguirían estar juntos, después de todo, solo se tienen el uno al otro.

Esa era la promesa que se mantendrán a pesar de que el tiempo transcurra y pasen los años…

Serán hermanos toda la vida y lo demostraran, con tantas pruebas en un futuro.

-¿Una aventura?- Sonríe, con un suspiro apenas perceptible –Hakurei, ¿Crees que estemos listos para esto?-

-Puede que sí, puede que no- Cierra sus ojos, acomodándose en el suelo, acostándose de espalda, cruzados sus brazos detrás de la nuca –Pero está bien, lo haremos juntos y si tienes problemas, te prometo ayudar- Dándole un ligero guiño al menor.

-Conociéndote, voy a tener que ayudarte yo a ti, para que no te metas en problemas- Le dedica ahora una sonrisa, para darle un ligero golpe en la pierna más cercana.

El ambiente se ha relajado un poco.

Solo es la conversación de dos hermanos, sobre un gran cambio a su mundo como lo conocen.




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