Luego de los sucesos del día anterior, Charles despierta nuevamente en la cabaña.
- ¡Despertaste! - dice Danna - me alegra.
- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? - pregunta Charles.
- Unas tres horas - responde Wendy - tus heridas eran mortales pero fueron curadas con facilidad. La tecnología imperial me sorprende cada día más, puede regenerar tejidos con rapidez.
- La tecnología imperial es asombrosa... - piensa Charles - ...pero creo que son mis factores de regeneración, en combinación con dicha tecnología que me permitió sanar mis heridas.
- Oye, sobre lo de ayer - dice Wendy - ¿aún está en pie tu ofrecimiento?
- Claro - responde Charles - ¿qué necesitas?
- Estoy investigando unas cosas en esta ciudad - indica Wendy - desde hace cinco años se ha reportado desapariciones de personas. Mis informes indican que vienen de otras ciudades y países, quizá por razones de turismo, trabajo o estudios. Sin embargo, no llegan a volver a sus hogares. Me preocupa ya que varios que son reportados como desaparecidos fueron parte de mis amistades.
- ¿Puedo ver la lista? - pregunta Charles.
Wendy saca una tableta y en ella se muestra la lista de desaparecidos. En el resumen se muestra las amistades de ella:
"Desaparecidos del 10 de Pluviôse de 1011: Andrea Wessex, Alexandra Falaise, Astrid Falaise,
Desaparecidos del 10 de Ventôse de 1012: Barbe Godwin, Gabrielle Godwin,
Desaparecidos del 10 de Germinal de 1012: Camille Blois, Danielle Capeto, Elizabeth Capeto,
Desaparecidos del 10 de Floréal de 1013: Grace Capeto, Jael Lancaster,
Desaparecidos del 10 de Pradial de 1013: Marcel York, Marceline Tudor,
Desaparecidos del 10 de Messidor de 1016: Wanesa Stuart."
- El 30 de Nivôse de 1011 desaparece el príncipe imperial - indica Wendy - luego, el 05 de Pluviôse de ese mismo año, el Emperador Neil cede su poder a su entonces Primer Ministro Maurice Bauer y el 09 de Pluviôse de 1011 el nuevo Emperador desactiva el sistema.
- El 10 de Pluviôse de 1011 comienzan las desapariciones y el 11 de Messidor de 1016, 21 días después de la explosión de la fábrica, luego que la señorita Stuart no regresase a su hogar, Maurice activa nuevamente el sistema - deduce Danna - ¿podría ser un complot del gobierno imperial que salió mal e intentan arreglar el error cometido?
- No creo que haya salido mal - dice Charles - eso de activar el sistema es una cortina de humo para que no se notase en las investigaciones sobre las desapariciones sistemáticas. Quizá el gobierno imperial tiene mucho que ver con ese asunto.
- De todas formas no podemos precipitarnos - indica Wendy - tengo una pista, todas las personas que han desaparecido su última señal fue llegando a una finca a las afueras de la ciudad, propiedad del Doctor Julien Cromwell. Vamos allá.
Los tres se preparan y salen de la cabaña. Luego toman un taxi para ir a la finca Cromwell, sin embargo, a mitad del camino, el taxi se detiene.
- Chicos, ¡una pena! - indica el conductor que apunta a los tres con una pistola - pero tendrán que darme todas sus pertenencias y bajar acá mismo. Aunque Wendy y Danna están asustadas, Charles por otro lado no se inmuta.
- ¿De qué sirve apuntar su arma contra tres civiles? - pregunta Charles - Aquellos que apuntan sus armas están preparados para morir.
- ¿Eres una clase de filósofo? - pregunta el delincuente - No importa, entreguen todas sus pertenencias o los tres tendrán una bala en el cráneo.
- Tengo otra idea - responde Charles - me entregas las llaves, bajas del auto, te alejas lentamente de nosotros y, por el bien de la humanidad, mueres.
El delincuente queda en una especie de trance, entrega las llaves del auto a Charles, baja y luego de despedirse se aleja un poco del trío para luego apuntarse a sí mismo con la pistola, la activa y muere de manera instantánea. El sonido del arma hace que Charles vuelva en sí.
- ¿Qué hiciste? - pregunta Danna.
- No... no lo sé - responde Charles.
- No importa - dice Wendy - tenemos las llaves del auto, vamos hacia ese lugar.
Charles le entrega las llaves a Wendy y ella comienza a conducir. Luego de unos kilómetros de distancia finalmente llegan a la finca Cromwell. A simple vista es percibida como un lugar común y corriente, el trío baja del auto y el capataz al notar su llegada comienza a interrogarles.
- ¿Vienen a revisar las cuentas? - pregunta el capataz.
- Así es - responde Wendy.
El capataz solicita que abran las puertas de la finca, luego que entran, son atendidos por el mismísimo Doctor Cromwell
- Bienvenidos - indica el Doctor Cromwell - soy el Doctor Julien Andrew Cromwell pero pueden llamarme Julien nada más. Están aquí para ver mis avances tecnológicos y no les aburriré demasiado con palabrería barata. Vengan conmigo.
Julien les lleva hacia una especie de tinglado y abre la puerta. En el tinglado hay un ascensor de plataforma, los tres se suben a ella e inmediatamente comienzan a bajar. Llegan al primer nivel y, apenas se conecta el ascensor con el nivel, las luces se encienden.