Aventuras de un héroe desafortunado

Capítulo XX: Prusia

Al día siguiente el grupo de Charles se prepara para su siguiente destino. En el lobby, se encuentran con un hombre de mediana edad que les está esperando.

Salutations!  - dice el hombre - soy Louis y seré su chófer. Ya he solicitado que su equipaje sea guardado en la maletera, no tienen de qué preocuparse.

- ¿Cómo fue posible que pudieran traer el equipaje de Charles y el mío a salvo? - pregunta irónicamente Danna.

- Yo supervisé su traslado - responde otro hombre.

- ¡Señor bartender! - responde Charles eufóricamente.

- Por favor caballero - indica el bartender - llámeme Richard y quite el título de «Señor», me hace ver más viejo de lo que ya soy.

- De acuerdo - responde Charles - muchísimas gracias por el apoyo. Realmente agradecidos.

- Desafortunadamente no pude traer el de su amiga Jessica - menciona Richard - tristemente no está con ustedes.

En ese momento, George Ross le grita al grupo.

- ¿Ya terminaron las despedidas? - pregunta Ross - tenemos que llegar a la capital lo antes posible.

El grupo se despide de Richard, pero al momento de que Charles estrecha su mano, éste le menciona algunas palabras y luego se retira, dejándolo muy preocupado. En el exterior del hotel, el grupo está sorprendido ya que tienen al frente una limusina.

- Es el automóvil del Canciller - indica Louis al momento de abrir la puerta.

- De acuerdo - indica Ross - éste será el itinerario; el viaje durará dos días, con seis paradas para que todos podamos estar en óptimas condiciones al momento de llegar a la capital. Louis, las patrullas de la Policía Superior Especial escoltarán la limusina, siga el itinerario al pie de la letra a menos que exista un problema con su «carga».

- Disculpe Capitán Ross, pero somos pasajeros - menciona Wendy - y, dígame, ¿qué se siente tener que escoltar a los que antiguamente eran fugitivos? Debe ser un cambio radical en las tornas, ¿no lo cree inspector?

El grupo ríe. Louis intenta reír, pero la mirada fría de Ross lo evita.

- Debo cumplir órdenes - indica Ross - aunque algunas veces quisiera repartir su cerebro por la carretera.

Très bien! - dice Louis - ¡es hora de iniciar la travesía!

Todos se montan en sus respectivos automóviles y comienzan a recorrer camino. Wendy y Danna disfrutan de la vista mientras que Charles y Marie hablan de tonterías, ambos se dan un abrazo y una serie de imágenes aleatorias se presenta en la mente de Charles, dejándolo inconsciente. Después de bastante rato, Charles despierta en lo que parece una camilla de hospital. En una silla está sentada Marie, que se quedó dormida esperando a que despertase. Charles toma su mano, ella inmediatamente despierta y comienza a llorar.

- ¡Estaba muy preocupada! - dice Marie entre sollozos.

- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? - pregunta Charles.

- Unas quince horas - responde Marie - debes ver a Ross, está que arde. Pero desafortunadamente no puede irse sin el invitado de honor. Pero, ¿qué te sucedió?

- Durante todo este tiempo, he tenido pesadillas recurrentes - responde Charles - me gustaría descifrar todo ésto, pero las imágenes son confusas e incompletas.

- Lo lograrás - indica Marie que toma su mano con fuerza.

Nuevamente, la serie de imágenes se manifiestan en la mente de Charles. Sin embargo, a diferencia de las veces anteriores, ésta vez pudo hacer frente con facilidad.

- ¡De nuevo ha sucedido! - menciona Charles.

- Entonces, ¿soy la culpable? - pregunta Marie.

- Para nada - dice Charles - quizá tú seas la clave para entender lo que pasa por mi mente.

El doctor va hacia la habitación de Charles y le informa que está en perfectas condiciones, por lo cual le da el alta, no sin antes indicarle que debe cuidarse para evitar las caídas. Fuera del hosptial, Danna y Wendy le esperan con emoción y todos van hacia el hotel designado. Allí, solicitan que la cena sea llevada a la habitación de Charles para que puedan comer los cuatro juntos. Es allí donde Charles explica lo que le sucedió.

- Puede ser una manifestación de tus recuerdos reprimidos - indica Danna - luego del banquete, podemos retomar ir a mi laboratorio en la Ciudad Weiss y hacer seguimiento

Alguien toca la puerta de la habitación. Marie abre la puerta.

- ¿Qué pretenden? - pregunta Ross - ¡tenemos un itinerario qué cumplir y a ustedes se les ocurre retrasarnos! 

- No es nuestra culpa - dice Marie - además, usted le dijo al chófer que podía saltarse el itinerario si sucedía un problema con nosotros. Sucedió, así que debe aguantarse.

- De acuerdo - menciona Ross - a primera hora de mañana partiremos para recuperar el tiempo perdido. Buenas noches.

Ross azota la puerta y se va enojado. El grupo de Charles ríe como si no hubiese mañana y siguen disfrutando la cena. Al finalizar, todos se dirigen a sus respectivas habitaciones. Charles tiene un presentimiento y busca entre sus cosas el guante que obtuvo cuando se enfrentó a Anton en la Ciudad de Arthos.

- No esta... - dice Charles que recuerda la carta de Richard y procede a leerla.



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En el texto hay: tragedia, aventura, sobrenatural

Editado: 19.02.2020

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