Aventuras de un nómada

Prólogo

−Ella, sentada en aquel techo, observando la luna con una tez lúgubre y envidiosa. Esa imagen inolvidable está grabada en mis fibras―

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El planeta de nuestra historia es uno bastante misterioso y lleno de peligros, que Zauber tendrá que descubrir y enfrentar tarde o temprano si realmente su pasión por el conocimiento del mundo es verdad. Está divido en cuatro continentes: el continente Oeste, Kuzelnik Patria, dividido en dos grandes Imperios llamados Plot y Fisto; el continente Norte, llamado Pars Tenebris es un solo país, y es una nación con mucho poder al ser bastante grande; el continente Este, denominado Viride Lint, se divide en tres Reinos, aun siendo este sumamente pequeño, estos imperios se llaman: Zar, al norte; Perco, al centro; y Kune, al sur.; y el continente Sur, conocido como Daemon Patria, que estaba seccionado en cinco partes iguales de terreno, esas zonas se llaman: Regulus, Azael, Primmun, Gox y Scitis. Además, en medio de estos continentes se encuentra una tierra aún no explorada, la cual podría llegar a ser la respuesta a muchos misterios.

 

Su nombre es Zauber Glice, es un joven de 16 años, nómada autoproclamado. Nacido en Lutter, la capital del imperio Plot, actual potencia en el continente Oeste, llamado a su vez Kuzelnik Patria.

La capital es conocida por su conocimiento en las Artes Oscuras, y por ende no es muy querida en el resto del continente, aunque realmente no es algo que moleste a un Glice.

Zauber siempre fue un niño muy curioso, hecho que le causaba varios problemas a sus padres y a las personas cercanas a él, pues cada vez que le daba un ataque de curiosidad, nada lo detenía, ni siquiera sus dos pequeños hermanos menores: Alice y Giker, a quienes ama mucho por ser quienes le demuestran cariño incondicionalmente. Desde que estaba aproximadamente en sus doce años de edad, Zauber empezó a tomar bastante interés sobre lo que había en el mundo, deseaba conocer cómo funcionaban las cosas fuera de la parte del limitado escenario que conocía. Esa fue la principal razón por la que se quiso hacer nómada y, también fue el motivo por el que empezó a ahorrar todo lo posible, siendo listo y previendo lo que quería en un futuro.

Llevar el tipo de vida de un nómada no es nada fácil para él, quien estaba acostumbrado a una vida de lujos en su antiguo hogar, pues era el hijo mayor de una familia de aristócratas. A sus dieciséis, después de contarles a sus padres sobre el plan de salir a explorar el mundo, ellos se negaron rotundamente, y él, en búsqueda de "libertad", tomó la decisión de huir de casa; pero no pensó en las consecuencias inmediatas y a largo plazo que esto le traería.

Al momento de escapar de casa, no pensó en un futuro; estaba cegado por su joven e inmadura ímpetu. Incluso dejó una carta, en donde especificaba,especialmente a su hermana Alice y su hermano Giker, que no lo buscaran, ya que sería una molestia para él. Zauber sabía que lo que escribió en la carta fue bastante rudo; pero pensó que era la única manera de limitar a su familia, la cual era muy poderosa, tanto que que si lo deseaba, la Familia Glice, pronunciándose en un comunicado, podría encontrarlo en tan solo un día.

Aunque Zauber tenía algo a su favor: sus padres no lo querían. Él siempre fue un niño curioso pero apático... o eso parecía. Desde que tiene uso de razón, nunca pudo demostrar bien sus sentimientos a través de su cara: cuando caía, apenas soltaba una lagrima, pero su cara no hacía una reacción; su cara apenas demostraba gusto cuando jugaba con sus dos hermanos pequeños; cuando iba a ver cualquier obra de teatro con su familia, dependiendo de la obra, solo esbozaba una pequeña sonrisa o llanto. Todo esto causó cierto recelo en sus padres de convivir con él, y esto llevó a que ellos demostraran más amor hacia sus hermanos que hacia él. En fin, Zauber no se sentía mal, después de todo el amaba a sus padres, aunque no tanto como sus hermanos, los respetaba y apreciaba mucho por haberlo criado lo mejor que pudieron.

Lo que más le causaba malestar a Zauber era su condición de no poder demostrar en su tez cómo se sentía. Aunque eso le molestaba, él sabia que la mejor manera de demostrar emociones era actuar acorde a ellas y no solo manifestar por medio de las palabras. Las palabras son importantes, pero lo es aún más sostenerlas con hechos. Por eso, él siempre que se sentía contento, abrazaba a sus padres; si se sentía triste o iracundo, se encerraba en su cuarto. De esta manera el siempre fue capaz de comunicar sus emociones a sus seres queridos.


 



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En el texto hay: un aventurero y muchas vicisitudes

Editado: 12.11.2019

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