Capítulo 2: Oliver

Antes de subirme al avión creí que este viaje seria rápido y sin complicaciones, pero resulto la peor mierda, cuando me decidí a venir a Milán y hacer una inspección de la sede al darme cuenta desde Londres que las ventas en ese lugar habían decaído, creí que algo leve era el problema, pero al enterarme que el problema no eran en las tiendas, si no en la sede de Milán me enoje muchísimo al ver el descontrol administrativo que había en gerencia y una mierda de peleas internas y procesos, manuales no cumplidos, que mierda era esto, estaban trabajando en MORTS y no iba a permitir que estas estupideces siguieran pasando, creí que iba a ser un problema mínimo, no creí que venía a toparme con semejante desorden, por supuesto que despedí a los causantes de esto por no hacer bien su trabajo, y en este momento los anuncios de varios puestos disponible corren por el periódico de todo Italia.

Seré yo supongo el que escoja quien se hará cargo de esta sede, el viaje se va a prolongar y eso me enfada, no contaba con quedarme más tiempo en este país, tengo cosas que hacer en Londres, pronto será el desfile más importante de la moda, este año acogieron Francia como el anfitrión y la temática sobre colores  "prêt-à-porter" (listo para usarse), eso quiere decir que la colección debe ser una que sobre salga de otras, lo cual es una trayectoria muy difícil de mantener desde el año 1980 en el que mi padre fundo con ayuda de mi madre esta marca de ropa, hemos conocido a la perfección como entrar en este mercado, he vivido con esto toda la vida, en cada desfile importante al que vamos hay increíbles marcas muy poderosas y estoy muy orgulloso de decirle al mundo que la marca MORTS es una de ellas. "MORTS", M= Maxwell, O= Oliver, R=Rose (mi hermana menor), T= Tom (mi padre) y S= Susan (mi madre), mi padre logro ingeniárselas al cambiar el nombre de la empresa en el 1994, a sus inicios solo utilizaban el apellido de mi padre para diferenciar la ropa creada, me alegra saber que desde que llego una inspiración en cuanto mi hermana y yo nacimos.

Jake decidido acompañarme al último momento lo cual agradezco, si no fuera por el tuviera el peor ataque de ira de la vida, nunca había tenido ningún problema desde que estoy a cargo todas las sedes habían funcionado bien y esta fue la prueba de fuego para mis capacidades empresariales. Desde el día uno había sido una pesadilla, Jake sugirió ir a un bar en Milán, dijo que las italianas son exóticas y muy hermosas, yo no estaba de humor para semejante estupidez, pero logro convencerme después de insistirme toda la tarde, estaba harto de escucharlo y decidí aceptar. Jake me dijo que su amigo que le había recomendado el lugar iba hombres muy poderosos al igual que mujeres con mucho dinero, jóvenes riquillos también con padres adinerados que no tienen que preocuparse de un mañana. Odio admitirlo, pero ese riquillo solía ser yo en mi adolescencia.

Todo fue marchando de maravilla, el “il bagliore”, era un bar muy ostentoso, como bien lo dijo el amigo de Jake, gente de mucho poder, joyas, ropa cara y mucha marihuana, era horrible, Si a mis 22 años me hubieran invitado a este lugar, estuviera loco de emoción con tantas mujeres hermosas que bailan en la pista, al estar sentados en la zona VIP, pedimos la bebida más cara a petición de Jake, al menos logre olvidarme de mis problemas esa noche y lo supe desde el momento en que me tope a la italiana de cabello ondulado, mis ojos no pudieron separarse de ella en el momento en que la vi bailando en la pista de baile, estaba sola, lo cual se me hizo demasiado extraño ver a una mujer tan exótica y hermosa como ella. No pude contenerme y me acerque hacia ella, creí que me golpearía en cuanto roce su brazo, pero fue todo lo contrario, al girarse y ver mi rostro, su chip cambio al instante, me dejo sin habla cuando su acento italiano resonó en mi oreja, fue demasiado excitante escucharla decir que iba a golpearme; bailamos casi toda la noche, pero el baile no ayudo mucho porque sentía demasiado calor en mi cuerpo, la manera en cómo su cuerpo chocaba en mi entrepierna fue demasiado y no pude contenerme.

Sus labios me besaron con ferocidad, unos labios demasiado suaves y gruesos a mi gusto, pero lo que me idiotizo fue el color en ellos, tan clásico y sexy como lo es el color rojo, le quedaba demasiado bien, con ese acto ella me dio luz verde para continuar con lo que deseaba, pero fue ella nuevamente que me introdujo a sus deseos, sus ojos verdes reflejaban lujuria, no pude negarme ante esa mirada seductora y segura de sí misma. Pero fue más tarde que me di cuenta de su potente presencia y lo imponente que era esa mujer, suena demasiado estúpido, pero ahora que lo pienso con detenimiento fue ella quien me cogió a mí y no yo a ella, ella estaba encima mío, dentro de mi Ferrari y era ella quien me embestía con sus movimientos salvajes. Deseaba saber su nombre, era el mejor polvo que había tenido. Quería repetirlo otra vez con esa mujer dominante y sensual, la oscuridad no me dejó apreciarla como se lo merece y esa era mi necesidad de volver a topármela, quiero ver su cuerpo contra la luz, había logrado que llegara al clímax de una manera diferente, sus paredes eran demasiado estrechas, pero logro adaptarse de manera automática, los ruidos de esa noche eran demasiado obscenos y muy excitantes para nosotros en ese momento. Entro en mi caro y su aroma es lo que inunda mis narices de golpe, estoy seguro que todos esos olores se fueron en menos de dos horas esa misma noche pero mi mente está jugando demasiado conmigo y no puedo evitar repasar esos momentos con ella, el momento en que se limpiaba los labios con sus dedos en aquellas áreas en donde el labial se había corrido y la habilidad de maquillarse los labios para terminar como si nada hubiera pasado nada, yo pude darme cuenta hasta que llegue al hotel y de cómo había terminado mi piel gracias a su labios rojos, todo mi cuello y mi rostro fueron marcados.