El día empezaba con un sol radiante y un clima que prometía ser caluroso – quiero helado – susurro Emma después de ver un comercial en la TV.
Ambos desayunaron un nuevo plato que ella había preparado, como siempre, y se sentaron en la sala a la espera de Firo que tenía el día libre – puedo decirle a Firo que lo compre – le dijo Braith.
Emma dio vuelta sobre el sillón para estar boca arriba, mientras Braith estaba sentado en el suelo, apoyado al sillón – ayer compramos muchas cosas, podemos prepararlo – se levantó de su lugar y empujo a Braith para que la siguiera.
Emma empezó a sacar los ingredientes y dar indicaciones a Braith para que los bata mientras observaba para detenerlo y poner más ingredientes para después ponerlo en la congeladora. Sacaron chocolate líquido para poder acompañarlo y mientras esperaban lo abrieron y empezaron a comerlo con galletas – no lo termines, no quedara para el helado – ella trato de quitarle la bolsita a Braith, pero él escapo hacia la sala.
Emma corrió hacia donde estaba y se observaron fijamente con el sillón de por medio – podemos pedir que compren más – le dijo Braith, mientras seguía poniendo chocolate en su galleta.
Emma avanzo para cortarle el paso, pero resbalo sin darse cuenta. Braith olvido el chocolate en su mano y solo pensó en agarrarla para que no se cayera. La sujetó con un brazo por la cintura y con la otra la tomo de la mano, presionando el chocolate y medio de sus palmas y salpicando un poco en el pecho de Emma
Estaban en una posición como si hubieran terminado de bailar.
Braith se quedó quieto observando sus ojos, mientras Emma movió la mano y le quito el chocolate – deja de comértelo – susurro, para luego tratar de retroceder, pero la mano en su cintura no la dejaba – ya estoy estable – le dijo con voz suave.
Emma lo observo a los ojos y sintió que estos la absorberían para nunca más soltarla – Braith, Firo está por llegar – le susurro.
Ella estaba nerviosa y no quería escuchar más, no cuando faltaba poco para que empezara su nueva vida, no cuando por fin estaba dispuesta a dejar ir el pasado. Un pasado que antes esperaba que se volviera presente y al final se volvió solo un recuerdo.
No quería que Braith dijera palabras que después iba a terminar olvidando.
Braith la libero por la sorpresa y se lamio los labios en busca de un papel para limpiarse, el cual llego de la mano de Emma, la cual lo miraba con una sonrisa tensa en el rostro – creo que ya está listo – dijo eso y se fue hacia la cocina.
Justo cuando ambos estaban en un punto congelado y separados por un muro, el timbre de la puerta sonó por todo el lugar logrando sacarlos de sus pensamientos – yo abro – Emma salió de la cocina con una bandeja con vasos y fue hacia la puerta – hola – le dio una sonrisa a Firo y la dejo pasar.
Braith estaba sentado en el sillón y miraba el chocolate como si quisiera hacerlo desaparecer – hola amor – le dijo Firo, mientras se sentaba a su lado y tomaba su mano con suavidad.
Emma se sentó en un sillón aparte y le ofreció un vaso a Firo – ten, está haciendo mucho calor – le dijo.
Firo lo recibió y empezó a comer por compromiso, pero termino gustándole mucho – ¿Dónde lo compraron? Esta delicioso – se llevó otro bocado y los observo expectante.
Firo se quedó callada y borro su sonrisa sin saber que decir, mientras Braith la observo y sabía en que estaba pensando – a ella no le gusta mucho cocinar – dijo, observando como Firo ponía una expresión más extraña. Él pensaba que era bueno aclarar eso, no espero que Firo se pusiera así - ¿estas bien?
Emma paso el helado en su boca y asintió – lo se. Yo no soy perfecta, pero siempre me dijeron que las personas somos perfectas a nuestro estilo. No necesitas cambiar, lo eres.
Emma asintió con una sonrisa incomoda – ok, te creo. Y es bueno que lo digas porque entonces te gustara nuestros planes para el día de hoy – se levantó de su sitio y quiso levantar los vasos que estaban sobre la mesa, pero Firo se adelantó a ella y se los llevo – que… buena es – susurro y se fue detrás de ella.
Braith solo las pudo observar sin decir nada. Sabía que Firo no estaba siendo muy amable, pero tampoco le parecía buena idea defender a su amiga sobre su novia. Aunque esta es su mejor amiga y casi fueron pareja sin título anteriormente, “debo dejar de pensar en eso” se dijo. Se puso de pie y fue a ver qué estaba pasando en la cocina.
Emma estaba apoyada a la mesa y veía a Firo lavando los vasos y acomodándolos sobre la encimera – ¿Cuál es el plan para hoy? – Firo se secó las manos y volteo.