Ayer te amé

Los sueños de la amada

Sophia se despertó sudorosa y agitada, como había sido por las últimas noches. Era el mismo sueño de siempre: ella y Jack en una oficina que parecía antigua, trabajando juntos como secretaria y periodista. Podía sentir en aquellas imágenes el olor a tabaco, el licor y el polvillo de papeles amontonados. Además, podía sentir que la tensión entre esas personas era palpable, y ella sentía su corazón latir más fuerte cada vez que él la miraba en sueños. Él era completamente igual que ahora: un hombre que sabe lo que tiene y no tiene miedo a demostrarlo. 

Sophia se frotó los ojos y se sentó en la cama, tratando de aclarar su mente. Se dio cuenta de que esos sueños habían comenzado desde que ella y Jack comenzaron a trabajar juntos en un proyecto publicitario. Pero ella sabía que era imposible. Jack era solo su colega en la agencia de publicidad en Nueva York donde trabajaba, nada más.

Sophia se levantó y se dirigió al baño, tratando de olvidar sus sueños. Pero cuando llegó a la oficina, descubrió que Jack ya estaba allí, trabajando en su escritorio. Él la saludó con una sonrisa, y ella sintió su corazón latir más fuerte otra vez.

"¿Estás bien, Sophia?" preguntó Jack. "Pareces un poco pálida."

Sophia se sonrojó y se frotó la frente. "Solo un poco cansada, eso es todo. Ültimamente he tenido sueños muy vívidos".

"¿Cómo así?", dijo. 

"Mira, no quiero pecar de lanzada, pero he estado soñando contigo, pero en realidad no eras tú", quiso calmarse, "sino un tú pero en blanco y negro. No eras administrador, sino periodista". 

Jack la miró en silencio un buen rato. Estaba perdido y ella se paniqueaba por cada minuto en silencia.

Al final, él sacudió la cabeza y le ofreció su ayuda.

"¿Quieres que te traiga algo para ayudarte a sentirte mejor?"

Sophia negó con la cabeza. "No, estoy bien, gracias, de todas maneras."

Los dos trabajaron juntos en silencio por un tiempo, pero Sophia no podía dejar de pensar en sus sueños. ¿Por qué estaban afectándola tanto? ¿Por qué no podía sacarlos de su cabeza? ¿Por qué sentía que no solo eran sueños?

Cada uno hizo el trabajo por su parte, y cuando casi estaban finalizando el trabajo del día, Jack se acercó a ella. "Sophia, ¿puedo hablarte de algo?"

Ella asintió, y él continuó. "Creo que sé por qué estás teniendo esos sueños. Yo también los tengo."

Sophia lo miró con sorpresa. "¿Qué quieres decir?"

"Creo que hemos vivido antes juntos, en otra vida", dijo Jack con un susurro, totalmente convencido. "Creo que tú y yo éramos amantes en una oficina en la década de 1920."

Sophia sintió un escalofrío recorrer su espalda. "Eso es imposible", dijo ella, tratando de sonar racional.

Pero Jack sacudió la cabeza. "No lo es. Lo siento, lo sé. Y si tú también lo sientes, entonces lo sabes".

Sophia se quedó sin aliento, sin saber qué decir. ¿Era posible que sus sueños fueran realmente recuerdos de otra vida? ¿Era posible que ella y Jack estuvieran destinados a estar juntos?

Ella lo miró a los ojos y supo que era cierto. Había algo allí, algo que la atraía hacia él de una manera que no podía explicar.

"Lo sé", dijo ella suavemente. "Lo siento también". Y si no lo era, al menos sentía que pasar más tiempo con Jack valía más que convertirse en una creyente de los sueños de la vida pasada. Le gustaba mucho su compañía y, de algún modo, esto la acercaba más a él. 

Jack le tomó la mano y la besó suavemente. "Entonces, ¿qué hacemos ahora?" preguntó.

Sophia se encogió de hombros. "No lo sé. Pero creo que debemos investigar juntos. Descubrir la verdad sobre nuestro pasado y ver si estamos realmente destinados a estar juntos".

Jack asintió con la cabeza. "Eso es lo que haré. Te ayudaré a descubrir la verdad, Sophia. Juntos".

Los dos comenzaron a investigar juntos, buscando cualquier indicio sobre su vida juntos en la década de 1920. Pero a medida que se adentraban más en su investigación, descubrieron algo aterrador: su relación en aquella vida terminó en una tragedia pues los sueños borrosos le decían algo.

La tensión comenzó a crecer entre ellos, y Sophia se preguntó si debía seguir adelante con la investigación. ¿Realmente quería saber el final trágico de su historia de amor con Jack? ¿O era mejor dejar las cosas como están y proteger sus corazones?

Sophia sabía que tenía que encontrar una respuesta, y rápidamente. Porque a medida que se adentraban más en su investigación, se dieron cuenta de que algo o alguien estaba tratando de detenerlos. Y si no actuaban rápido, podrían perder algo; no sabía exactamente qué. Lo que sí sabía era que haría horas extras estos días. 




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