5 | Dificil

Andrew Kouzouni

Chloe se sienta, pero no coloca a Alice en su silla, al contrario, aún la mantiene en sus brazos y ahí comienza a darle el biberón.

¿Estuve haciendo todo mal durante todo este tiempo acaso?

- Aquí tiene su desayuno señorita Andersson. - entra Maria al comedor y coloca un plato con frutas frente a ella.

Estaba a punto de decirle a Maria que le de algo más pero no lo hice ya que vi la sonrisa de felicidad en el rostro de Chloe al ver toda esa variedad de fruta.

- Gracias Maria.

Maria sale del comedor y Chloe mientras alimenta a Alice yo me permito contemplarlas, son tan lindas juntas... es así como me hubiese imaginado ver a Hannah, pero ella esta bien en donde esta y sé que esta orgullosa de la hermosa hija que tenemos.

Salgo de mis pensamientos al observar como Chloe coloca a Alice en su hombre y le da pequeñas palmadas en su espalda.

- ¿Que haces? - le pregunto.

- Hay que hacer que eructe o de lo contrario estará hinchada y se molestará por eso.

¡Joder! No sabía eso, soy un mal padre.

Ella luego de que Alice haya eructado la coloca en su silla poniendo un babero amarrado a su cuello y se dispone a comer su desayuno.

Yo nunca le puse un babero a mi hija, ahora comprendo la razón por la que tenía que cambiarla a cada minuto ya que tenía todas sus remeras o vestidos mojados bajo el cuello.

Siento que hice todo mal.

- Perdona que diga pero ¿en que tanto piensas?

- En nada. - le respondo.

- Ajam.

Miro extrañado en su dirección, por lo que conocí hasta ahora es una joven muy alocada.

....

- Iré a la empresa, Chloe cuida bien de Alice. - hablo.

- Si señor Kouzouni, yo cuidaré de esta pequeña hermosura.

La pone frente a su rostro haciéndole caras raras y mi hija hace unos sonidos en especie de risa.

- Esta bien, cualquier cosa, si me extraña puedes llevarla a la empresa, solo dile a cualquier guardia de afuera que te lleve.

- De acuerdo.

- Hasta luego. - beso la mejilla de Chloe y la de mi hija y me voy de la casa.

Sé que es un poco atrevido besar su mejilla ya que es la niñera de mi hija pero, ¿por qué no? Soy Andrew Kouzouni, lo puedo todo.

Al llegar a la empresa todo se encuentra tranquilo, comienzo con mis trabajos, las largas reuniones y apenas estamos a mitad de semana.

Al volver de la última reunión del día observo a mi lado la silla de mi pequeña hija.

- Soy un sentimental, dije que ella me extrañaría como un egocéntrico, pero soy yo la que la extraña.

Marco el número de la casa, también tengo el de Chloe pero ella aún no me lo dio y sería extraño decirle que la investigue, creería que la acoso.

- Mansión Kouzouni.

- Soy yo Maria, Andrew ¿podrías pasarme con Chloe?

- En un momento, se encuentra en el jardín con la pequeña.

- ¿Si? Esta bien, espero.

Deja el teléfono descolgado y se escuchan sus pasos alejándose.

Con que se encontraban en el jardín, nunca me he tomado el tiempo de llevar a Alice a allí, con el trabajo y todo eso se me complica pero sé que Chloe hará que ella este mejor, se divierta más.

Una sensación de melancolía me inunda.

Salgo de mis pensamientos al momento de escuchar su voz agitada del otro lado del teléfono.

- ¿Si jefe?

Casi suelto una risa al escuchar aquella palabra.

- Pues quería saber como se encontraba mi hija, empleada.

- Alice se encuentra perfectamente ¿no cariño? Habla con papi.

Escucho el movimiento del teléfono y luego una especie de palabras sin sentido de parte de mi hija, sonrío inconscientemente y le hablo con voz de bebé.

- Hola bebé de papi, papi te extraña muchísimo y te quiere aquí con el ¿tú también extrañas a papi? Si, di que si bebé.

Escucho la risa de Chloe y me sonrojo al darme cuenta de que ha oído todo lo que dije y de la forma en la que lo dije.

- Eres muy tierno.

- No, no lo soy.

Otra risa.

- Como sea, Alice y yo estamos jugando, así que tú continúa trabajando, nos vemos.

Lo que escucho a continuación es el sonido de la línea cortada.

¿Me ha cortado?

¿Mi empleada me colgó el teléfono?

¿Y por qué siento que eso fue divertido?