Chloe Andersson
Suspiro al recostar mi cuerpo en aquella comoda cama de mi nueva habitación.
Estaba tan cansada, fue un día muy agotador.
Nunca si quiera pensé que cuidar niños te cansé tanto, debía de estar a cada segundo al pendiente de Alice y no me quejo verdaderamente pero es algo agotador.
Estoy a punto de quedarme dormida pero unos golpes en la puerta me despiertan.
- ¿Si?
- Soy yo. - es la voz de Andrew.
- Adelante.
La puerta de mi habitación se abre y tras ella aparece mi mismisimo jefe.
- Chloe, ¿podemos hablar?
- ¿Que sucede?
Él se sienta en el borde de la cama mientras yo sigo acostada.
- Sucede que me surgió un viaje muy importante de negocios y dura una semana, extrañaría muchisimo a mi pequeña por lo que te quería preguntar si puedes venir tú también.
- ¿Cuando es?
Debo de saber, si es mañana sería imposible, debo de llevarle los medicamentos a mi padre.
- Dentro de dos días.
- Genial.
- ¿Por qué? ¿No podías antes?
Noto algo extraño en su voz.
- No, debo de visitar a mi padre mañana ¿puedo salir en la tarde?
- ¿Con quien quedaría Alice?
Quiero rodar los ojos pero me abstengo.
- La podría llevar conmigo.
- Irás con Marco. - me dice.
- gracias.
- Buenas noches. - se levanta de la cama y se dirige hacía la puerta.
- Buenas noches. - le respondo.
Sale de mi habitación y yo me quedo observando el techo hasta que mis ojos comienzan a cerrarse del cansancio.
- ¡Mamá!
- Cariño ¡estoy aquí!
Me acerco al lugar de donde ha venido su voz y la encuentro, mi sonrisa desaparece, esta con ese hombre.
- ¿Que hace él aquí?
- Cariño, no seas descortes, él es Ethan, ya lo conoces.
- Lo conozco y no me agrada.
Resivo una mala mirada de parte de aquel hombre y lo que yo hago es sacarle la lengua como toda niña madura de siete años haría.
- Pues acostumbrate Chloe por qué lo veras muy seguido.
No me agrada ese hombre, lastima a mi papá, lo hace sufrir.
- Lastimas a papá estando con él.
Subo velozmente a mi habitación cerrando la puerta con seguro tras de mi y me tiro en la cama, escucho unos golpes fuertes en la puerta y me asusto.
- ¡Chloe no permitiré que te comportes de esa forma! ¿es tú padre cierto? ¿él te mete ideas no?
Lloro pegada a la almohada, papá es bueno y esta enamorado, el amor te hace daño, te lastima.
Abro los ojos e intento recordar algo de lo que soñé pero como siempre el sueño se escapa de mi.
Me levanto con pereza de la cama y observo el reloj a mi lado, las 8:10 AM.
Me dirijo al cuarto de baño y luego de hacer mis necesidades entro en la ducha, el agua tibia golpea tiernamente mi cuerpo relajandome por completo.
Luego de cambiarme bajo a desayunar, son las 8:35 supongo que Andrew ya estará despierto junto con Alice.
Dicho y hecho.
- Buenos días. - hablo entrando a la cocina.
- Buenos días. - me responde Andrew.
Me siento al lado de Alice y beso su frente.
Tomo el viberón que esta en la mesa y comprobando que esta tibio saco a la pequeña bebé de aquella silla y en mis brazos le doy de comer.
》Nunca pensé que fuese necesario sacarla de la silla para alimentarla.
Levanto la mirada y le sonrío.
- Es pequeña aún, esa silla es muy grande para ella, de seguro le parece más cómodo el hecho de estar en los brazos de alguien.
Bebe de su jugo de naranja sin separar su mirada de mi.
- ¿Iras a lo de tu padre hoy?
- Si, hace mucho no lo visito.
Un pequeño recuerdo de la última vez que lo visite llega a mi mente, estaba tan preocupado por mi, pensaba que si pagaba sus medicamentos yo no tendría para comer, suspiro frustrada al recordar el por qué esta en esa estúpida silla de ruedas.
Luego de que Alice este llena, al parecer tenía hambre ya que se bebió la mitad de su viberón, la coloco en mi hombro y sobo su espaldita dando pequeñas palmadas hasta que escucho que eructa.
La siento bien derecha en mi pierna y comienzo a comer.
- Yo ya he terminado de comer, damela así puedes comer más comoda.
Asiento y con cuidado le entrego a Alice, quien rápidamente se emociona al ver a su padre, este sonríe y la mese en sus brazos.
- Es muy hermosa. - le digo mientras comienzo a comer de mi Omelette.
- Lo sé. - de repente noto su mirada perdida y decido no hablar más y concentrarme en terminar mi desayuno, supongo que piensa en la madre de Alice.
(...)
- Es aquí Marco.
El anterior mencionado estaciona el auto frente a la vieja casa de mi padre, suspiro y bajo del auto tomando a Alice en mis brazos.
- La espero aquí señorita Andersson.
Por más que intente decirle que me llame Chloe es imposible.
Editado: 08.10.2021